
La calificadora de riesgos Moody’s destacó que la Argentina está fortaleciendo su perfil crediticio soberano a partir del giro económico impulsado por el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, advirtió los riesgos de la apertura externa, en tanto que puede generar inestabilidad en la balanza de pagos.
“Argentina está atravesando un fuerte cambio de políticas que está fortaleciendo el perfil crediticio soberano. Los ajustes fiscales y monetarios están aliviando los desequilibrios económicos de larga data, estabilizando las finanzas externas y disminuyendo la probabilidad de incumplimiento soberano”, indicó Moody’s en su último informe. Pero “siguen existiendo importantes riesgos de incumplimiento mientras el Gobierno se prepara para eliminar los controles cambiarios y de capital. Esta tarea es difícil y podría desencadenar nuevos desequilibrios o poner en peligro la estabilidad de la balanza de pagos”, remarcó.
Sobre los avances logrados, el informe precisó que se realizó un ajuste fiscal equivalente a cinco puntos porcentuales del PBI como ancla de la política de déficit cero. La drástica mejora de las cuentas fiscales se debió a recortes generalizados del gasto, que implicaron reducciones significativas de la inversión pública, las transferencias a empresas estatales y provincias, y la masa salarial pública. Como resultado, el gobierno registró un superávit fiscal de USD 1.900 millones (0,3% del PBI) y un superávit primario de USD 11.400 millones (1,7% del PBI) en 2024, lo que supone un cambio radical con respecto a los déficits recurrentes registrados desde 2011.

“Los riesgos provienen de la delicada tarea de pasar a la siguiente fase de reformas, que implicará eliminar los controles de capital y lograr una sostenibilidad de la balanza de pagos a más largo plazo. La recuperación económica en 2025 se traducirá en una renovada demanda de importaciones que podría presionar la liquidez en monedas fuertes y las finanzas externas, especialmente en un contexto de un tipo de cambio fuerte que reduce la competitividad y aumenta la demanda de importaciones de servicios”, aseguró la calificadora.
Asimismo, indicó que los principales desafíos siguen siendo los controles cambiarios y de capital, que el FMI generalmente no favorece, y el hecho de que al proporcionar financiamiento en el contexto de un régimen de paridad móvil se corre el riesgo de utilizar estos flujos para respaldar el tipo de cambio.
“Un nuevo programa del FMI probablemente le brindaría financiamiento a Argentina para que pueda hacer frente a los próximos pagos del Programa de Facilidades Extendidas de 2022 del FMI. Es probable que el FMI le conceda a Argentina una línea de crédito más pequeña que la de los dos programas anteriores de 2018 y 2022. Aun así, aumentará temporalmente su exposición a Argentina según el momento, el dinero desembolsado y la duración del programa”, explicó el reporte.
Cabe destacar que Kristalina Georgieva, titular del organismo, dijo recientemente que la solicitud de Argentina de recibir un desembolso inicial que supere el promedio de los programas, y que incluso sea del 40% del total del nuevo acuerdo es “razonable”, en base a los resultados alcanzados con las reformas económicas en el país. El monto total anunciado es de USD 20.000 millones.
Sin embargo, Moody’s consideró que a medida que Argentina pase a la siguiente fase del ajuste macroeconómico, surgirán nuevos desafíos que podrían comprometer los avances logrados, incluyendo riesgos en la balanza de pagos a los que las autoridades deberán responder. “La complejidad de eliminar estos controles sin avivar los flujos financieros que crearían nuevos desequilibrios, salidas de capital que exacerbarían desequilibrios existentes, o el riesgo de un crecimiento excesivo de las importaciones, podrían poner en peligro la sostenibilidad de la balanza de pagos”.
“Si la confianza interna excesivamente positiva sobreestimula la incipiente recuperación económica, la demanda de importaciones podría fortalecerse y aumentar la vulnerabilidad a una crisis económica o política que podría hacer descarrilar el actual ajuste de las cuentas externas del país. Esto podría contrarrestar el efecto del nuevo financiamiento del FMI, lo que sugiere que sigue existiendo un importante riesgo de incumplimiento”, agregó.

En consecuencia, dice Moody’s, las mejoras del perfil crediticio soberano dependerán de si el Gobierno logran atravesar con éxito la volatilidad y los desequilibrios que podrían formarse mediante la eliminación de los controles cambiarios y de capital. “Existe una probabilidad relativamente alta de que la eliminación de los controles provoque salidas de capital, lo que podría agravar los desequilibrios de la balanza de pagos y ejercer presión sobre las finanzas externas en un contexto de reservas de divisas ya de por sí bajas”, sostienen.
Pagos externos
“Los pagos externos aumentarán a corto plazo, ya que en 2024 comenzó la amortización de bonos externos por unos USD 67.000 millones, con un primer pago de principal de poco menos de USD 600 millones. Los pagos de principal ascenderán a USD2,900 millones este año y el próximo, sumados a los USD 1.800 millones en pagos de intereses. Esto contrasta con un saldo de USD 8.500 millones en reservas netas negativas”, afirman.
Por otro lado, destacaron que a pesar de los altos costos sociales de la austeridad fiscal, el presidente Milei cuenta con un considerable apoyo popular “gracias al cumplimiento de sus promesas de campaña, lo que implica una posible victoria en las elecciones legislativas. Además, la mejora de la coherencia y previsibilidad del marco de políticas ha incrementado la confianza del mercado en el programa de ajuste y podría permitirle al gobierno recuperar el acceso al mercado este año”.
En tanto, Moody’s señaló que los fundamentos crediticios de Argentina se fortalecieron: “Tras el efectivo ajuste se han producido mejoras continuas en la fortaleza económica y fiscal soberana, así como una disminución del riesgo de liquidez del gobierno, lo que refleja un menor riesgo de incumplimiento. En indicadores clave como la relación deuda/producto bruto interno (PBI) e intereses/ingresos, Argentina está ganando terreno o ya está obteniendo resultados favorables frente a sus pares de calificación”.