
La inflación de marzo se habría acelerado respecto de febrero, impulsada por subas estacionales en educación y transporte, además del aumento en alimentos y bebidas. A pesar de la disminución en el ritmo de devaluación mensual del dólar oficial, que ya cumple dos meses en 1%, la presión sobre los precios se mantuvo, en un contexto de volatilidad cambiaria, derivada de la falta de precisiones sobre el acuerdo con el FMI e inestabilidad en el plano internacional.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aún no logra perforar el 2%, a la vez que presentó leves avances en los primeros tres meses del año. Sin embargo, eso podría ocurrir en el corto plazo, dicen los especialistas. De todos modos, será clave lo que suceda en el esquema cambiario, teniendo en cuenta el nuevo programa con el Fondo y las condiciones que se establezcan para el desembolso de USD 20.000 millones ya anunciado. Por el momento, la inflación no cedió el mes pasado.
El relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA presentó un alza de 2,7% mensual en marzo, superando el 2,4% de febrero. De esta manera, la inflación de doce meses llegó a 55,3%.
“Hubo un comportamiento dispar en las grandes categorías de productos. Por un lado, en los bienes se observó una aceleración significativa de precios, elevándose 4% en el mes. En esta categoría lo más incidente fue el fuerte alza de los alimentos y bebidas, que llegó al 5,4%. A su vez, dentro de este rubro, también se registró gran disparidad y volatilidad. Por caso, las fuertes lluvias impactaron al alza en los precios de frutas y verduras pero hubo una moderación sobre fin de mes. Bebidas no alcohólicas, lácteos y panificados tuvo un comportamiento similar. Las carnes, por el contrario, se aceleraron”, señaló la consultora.

“En los servicios públicos se evidenció una aceleración en los incrementos. En particular, el principal factor en la región fue el ajuste de 10% en el transporte público aplicada en febrero, cuyo impacto se reflejó mayormente en marzo. En los demás rubros, se mantuvo la dinámica del mes previo, aunque con variaciones al interior de la divisiónn. Se manifestó una moderación vinculada a las prepagas y a la ausencia de aumentos en los salarios de encargados y trabajadoras de casas particulares, mientras que educación mostró un alza más pronunciada, como suele ocurrir en marzo con el inicio del ciclo lectivo”, añadió.
Por su parte, Analytica indicó que durante la cuarta semana de marzo registraron una variación semanal del 0,6% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. Así, para el nivel general de precios proyectan una suba mensual del 2,5%.
El mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas se dio en verduras (+13,6%) y carnes y derivados (+4,0%). Entre las categorías con menores avances se encuentran otros alimentos (+0,8%) que incluyen snack, salsas, etc. y frutas (+0,7%). Por otro lado, se registraron reducciones en los precios de café, té, yerba y cacao (-0,3%).

Desde EcoGo explicaron que en marzo, los precios mostraron, según su relevamiento, una suba del 2,7%, en un mes cruzado por la estacionalidad, la política y los factores macro. “A pesar del crawling al 1% y la contención en la suba de las tarifas, que volvieron a definirse de forma discrecional por debajo de la inflación en marzo, el IPC no termina de romper la tan esperada barrera del 2% y anota un segundo mes consecutivo al alza”, aseguró la consultora.

Según la consultora, varios factores contribuyeron a ubicar las estimaciones del mes por encima del 2,4% registrado por el Indec en febrero: en primer lugar, la propia estacionalidad de marzo, donde el fin del verano y la vuelta a clases, suponen incrementos algo más pronunciados en rubros como educación (6%); traccionó el indicador al alza.
En esa línea, la dinámica de los precios regulados –exceptuando las tarifas, que tuvieron el efecto contrario con aumentos discrecionales-, contribuyó a la inflación, con aumentos en transporte del 10% (en febrero para CABA con su respectivo arrastre y en marzo para PBA), prepagas de en promedio el 2,5% y combustibles (1,9%).
“En segundo, la dinámica de alimentos continúa presionando el índice. Por un lado, la carne vacuna, que en febrero fue protagonista, mostró nuevas subas, aunque algo más moderadas, con un aumento del 5,1%, mientras que el pollo acompañó con un aumento del 6,6%. Por otro lado, los precios de las verduras experimentaron un fuerte avance tras las lluvias y alcanzaron el 12,2%, por encima de lo registrado el mes pasado”, señaló EcoGo.
Por último, “la incertidumbre derivada de la falta de precisiones respecto al acuerdo con el FMI y el futuro del esquema cambiario, se tradujeron en una fuerte presión sobre los dólares paralelos que experimentaron una marcada suba a pesar de los intentos de intervención –tanto a nivel discursivo como con reservas- por parte del gobierno”, aseguró el informe.
“Para abril, la estacionalidad propia de marzo debería diluirse llevando la inflación a niveles inferiores a los de marzo, pero la incertidumbre que implica un potencial cambio en el esquema cambiario podría jugar en el sentido contrario, impulsando el alza. Nuestra proyección para dicho mes se ubica de forma preliminar en 2,3%, supeditada a la evolución cambiaria”, agregó.

A su turno, la consultora Equilibra estimó que el IPC de marzo fue del 2,6%. “La inflación de la 4ta semana de marzo (+0,4%) se vio impulsada por los precios Estacionales (+1,8% semanal), principalmente verduras e indumentaria. No se observó un impacto significativo en precios por la incertidumbre cambiaria”, afirmaron.
La consultora menos optimista es OJF, que calculó un nivel general de precios del 2,9% mensual y 51,5% interanual. En cuanto a los principales rubros, Educación, Alimentos y bebidas e Indumentaria encabezaron las subas del mes, registrando alzas de 5,4%, 4,9% y 4% respectivamente, seguidos por Transporte y comunicaciones y Vivienda que presentaron una variación de 2,5% y 1,9%, respectivamente.
En tanto, el IPC de la Fundación Libertad y Progreso registró un aumento del 2,4%, repitiendo el dato oficial de febrero. De esta manera, en el primer trimestre del año, la inflación acumulada es del 7,2%. La variación anual registrada fue de 53,9%, siendo la más baja desde febrero de 2022.
“La dinámica del mes tuvo dos fases. Desde el 2,3% que habíamos medido en febrero, ascendió hasta 2,6% en la segunda semana de marzo. Sin embargo, desde entonces comenzó a declinar, cerrando 0,2 puntos porcentuales por debajo de ese máximo. Manteniendo la tendencia reciente, es esperable que en abril veamos un dato inferior”, consideraron.
Eugenio Marí, economista jefe de LyP, mencionó que “el gobierno tiene todos los instrumentos para reducir los niveles actuales de volatilidad y encaminar la inflación para que comience con un ‘1′ delante en abril-mayo. El motor exógeno está apagado, pero el aumento de incertidumbre de los últimos meses se hizo sentir en la demanda de dinero, lo que se tradujo en una suba de la brecha. A medida que esta incertidumbre vaya desapareciendo, se irá dando el proceso inverso”.
Lautaro Moschet, economista de la Fundación, dijo que “es probable que la tensión en el mercado cambiario deje alguna secuela en el proceso de desinflación, demorando la desaceleración que anticipábamos. Más allá de estas cuestiones coyunturales, los fundamentos económicos son sólidos para pensar que el IPC seguirá cayendo a lo largo del año“.