
“Vamos a quitar regulaciones para ser competitivos fiscalmente”. Esas fueron las palabras del presidente Javier Milei cuando estaba en campaña. Más de un año después, son numerosas las desregulaciones que se implementaron e incluso se creó un ministerio para esa tarea específica.
Ahora bien, ¿los cambios realmente se están traduciendo en mayor competitividad para las empresas? Para responder a esa pregunta, Infobae consultó a empresarios y especialistas vinculados al sector pyme.
Daniel Garro, economista y director de Value International Group, recordó que el Ministerio de Desregulación ha trabajado dentro del marco de la Ley Bases. Sin embargo, advirtió que hay límites en lo que se puede modificar sin nuevas leyes.
Según Garro, el impacto de las desregulaciones no será inmediato, sobre todo en el sector pyme, donde aún debe producirse un “sinceramiento” de empresas. “Muchas pymes se montaron sobre la ficción kirchnerista, con tarifas de servicios públicos subsidiadas, préstamos con tasas artificialmente bajas y otros incentivos. Tenían una rentabilidad ficticia. Con la llegada de Milei, todo eso comenzó a desaparecer y algunas están cerrando”, agregó.
Muchas pymes se montaron sobre la ficción kirchnerista, con tarifas de servicios públicos subsidiadas, préstamos con tasas artificialmente bajas y otros incentivos. Tenían una rentabilidad ficticia (Garro)
Para el economista, el verdadero cambio se verá cuando queden en pie las empresas eficientes y cuando surjan nuevos emprendimientos ya adaptados a un esquema sin regulaciones excesivas.
“Las empresas que se creen en este nuevo contexto van a notar mejor el cambio. Pero el impacto fuerte se verá con el tiempo, porque la tasa de inversión todavía es muy baja”, agregó.

No obstante, Garro considera que hacen falta más reformas estructurales para profundizar la desregulación. “Se necesitan cambios que solo pueden hacerse por ley, como la reforma laboral, la reforma judicial, la previsional y la del sistema financiero. El trabajo de Sturzenegger es muy bueno, aunque no estoy de acuerdo con algunas cosas, como la reforma de la VTV. Yo la hubiera eliminado directamente”, opinó.
El economista Martín Kalos aportó una mirada crítica sobre el impacto de las desregulaciones en el sector empresarial. “Hay dos grandes aperturas a las importaciones que favorecen a la competencia extranjera más que a la producción nacional. Hay desregulaciones que hacen que el producto terminado importado pague menos impuestos que la materia prima para la producción local”, cuestionó.
Hay desregulaciones que hacen que el producto terminado importado pague menos impuestos que la materia prima para la producción local (Kalos)
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), su presidente Daniel Funes de Rioja destacó que la desregulación es un concepto positivo para el sector empresarial, aunque aclaró que aún queda mucho por avanzar. “El Gobierno nacional está haciendo lo que puede, pero hay mucho por transitar. Con el tema laboral se empezó con la Ley Bases, pero queda mucho por hacer”, indicó.
Funes de Rioja se refirió a la derogación de la Ley de Góndolas y del etiquetado frontal como “pasos necesarios”, aunque insistió en que las desregulaciones deben ser balanceadas y evaluadas en su impacto interno.
“Si Argentina quiere ser un país moderno con un sistema productivo eficiente, hay que transitar este camino. Desde la UIA hemos enviado propuestas que están siendo analizadas y también hemos dado alertas sobre algunas desregulaciones que podrían generar impactos negativos”, sostuvo. Además, subrayó la importancia de que provincias y municipios también avancen en la reducción de trabas burocráticas.

El dirigente empresarial también advirtió sobre el contexto internacional. “Está creciendo el proteccionismo en el mundo. Argentina quiere ir hacia un modelo de mayor integración, pero los países dominantes están creando o aumentando barreras. Todo eso debe ser considerado para no hacer más vulnerables las posibilidades de producción y exportación”, finalizó.
También compartió su opinión Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), una entidad que nuclea a 243 cámaras empresariales. Desde su punto de vista, las desregulaciones no son realmente relevantes para la mayor parte de la actividad empresaria, dado que “el 60% de las firmas se manejan en la informalidad”.
“Hay tantas empresas en negro, que a la gran mayoría no las afectan estos cambios”, apuntó.
Hay tantas empresas en negro, que a la gran mayoría no las afectan estos cambios (Castillo)
Martín Rossi, secretario de Desregulación de la Nación, defendió las políticas implementadas por la Nación y explicó a Infobae por qué los cambios en materia de regulación tienen impacto positivo sobre el sector empresario.
“Gracias a las políticas de simplificación y desregulación que venimos implementando, sectores en los que antes enfrentaban una jungla administrativa ahora pueden operar con mayor agilidad”, introdujo.
A modo de ejemplo, indicó que la desregulación del sector aerocomercial eliminó el monopolio estatal de Intercargo, permitiendo la entrada de nuevos actores. “También se autorizó a operar en el país a las tripulaciones y aeronaves extranjeras en vuelos comerciales, la posibilidad de que empresas puedan ofrecer sus servicios a otras aerolíneas, la simplificación de trámites para la autorización de aeronaves pequeñas, entre muchas otras medidas”, enumeró.
Asimismo, recordó que la desregulación del sector automotor contempló la eliminación del Registro de Transporte Único Automotor (RUTA), y la del transporte interjurisdiccional, lo que, aseguró, flexibiliza requisitos para poder operar, otorgando plena libertad para definir modalidad, cantidad, trayectos, horarios y tarifas de servicios entre partidos del conurbano y CABA.
Gracias a las políticas de simplificación y desregulación que venimos implementando, sectores en los que antes enfrentaban una jungla administrativa ahora pueden operar con mayor agilidad (Rossi)
“La desregulación del transporte de larga y media distancia permite que cualquier operador pueda entrar a los aeropuertos y puertos. En el sector de las telecomunicaciones se eliminaron regulaciones que impedían la competencia de Internet y TV satelital. Dimos pasos importantes hacia un modelo de país donde las empresas sean las principales responsables de su destino, y no el Estado”, apuntó.
Los cambios más relevantes
En el marco del plan de desregulación impulsado por el Gobierno, se han implementado una serie de medidas que, según el Ministerio de Desregulación, buscan reducir la carga burocrática y promover un entorno más competitivo para las empresas.
A continuación, un repaso por algunos de los cambios más significativos para el sector empresario.
- Tarifas de servicios públicos: Se estableció que las tarifas de servicios públicos reflejen únicamente el costo de los bienes y servicios contratados, excluyendo cargos ajenos (como tasas municipales). Esto busca incrementar la transparencia en la facturación y simplificar el entendimiento de los usuarios sobre lo que realmente están pagando, reduciendo prácticas que distorsionan el costo real del consumo.
- Reducción de aranceles de importación: Se disminuyeron los impuestos sobre la importación de productos como neumáticos para autos y motos, plásticos y pequeños electrodomésticos. Esta medida pretende abaratar insumos, fomentar la competencia en el mercado interno y estimular el crecimiento económico a través de la reducción de costos en la cadena de producción.
- Implementación del Sistema Digital de Identificación de Productos (SiDIP): Se reemplazó el sistema tradicional de estampillas aduaneras por el SiDIP, que identifica electrónicamente mercancías nuevas o usadas importadas para consumo. Este cambio agiliza los trámites aduaneros y mejora la eficiencia en la importación, reduciendo tiempos y costos asociados al comercio exterior.
- Flexibilización en sectores tradicionalmente estatales: Se eliminaron restricciones en actividades dominadas por el Estado, como la industria aeronáutica (a través de la política de “cielos abiertos” y el servicio en aeropuertos gestionado por Intercargo) y el sistema postal, al permitir la entrada de nuevos competidores. Esta acción busca dinamizar sectores clave y fomentar la competencia, impulsando la eficiencia y la innovación.
- Exención del Impuesto al Cheque: Se dispuso la exención para cuentas que los comercios empleen en el pago digital de propinas. La medida incentiva el uso de métodos electrónicos, reduce costos operativos y moderniza las transacciones financieras en el sector de servicios, promoviendo la digitalización y eficiencia en los procesos de pago.
- Eliminación de retenciones: El Gobierno estableció la baja temporal para productos clave del agro argentino hasta el 30 de junio de 2025-. Además, determinó la eliminación total para productos elaborados por economías regionales.
- Eliminación de la Ley de Abastecimiento y de la Ley de Góndolas: Ambas normativas regulaban los precios y condiciones de comercialización. Con estas eliminaciones se pretende potenciar la libertad de mercado, permitiendo a los actores económicos definir sus estrategias con autonomía.
- Ampliación de “Exporta Simple”: La Dirección General de Aduanas (DGA) amplió las opciones logísticas para el Régimen de Exportación Simplificada “Exporta Simple”. Con esta medida, los exportadores podrán utilizar una mayor cantidad de depósitos fiscales habilitados para gestionar sus envíos, siempre que cuenten con sistemas de control no intrusivo.
- Eliminación del RUTA: El Gobierno Nacional dispuso la eliminación del Registro Único del Transporte Automotor (RUTA), una herramienta creada para regular el transporte automotor de cargas, tanto interjurisdiccional como internacional. El objetivo es reducir las barreras administrativas y fomentar un modelo económico más ágil y competitivo.
- Reforma laboral y regularización de trabajadores: Merece una mención aparte la reforma laboral. Si bien no es una desregulación, sí es una medida que introdujo cambios significativos: se modificó el régimen de despidos, se amplió el período de prueba de 3 a 6 meses (con posibilidad de extenderlo hasta 1 año en casos específicos) y se facilitaron mecanismos para formalizar a trabajadores informales. Estas medidas pretenden flexibilizar el mercado laboral y reducir la informalidad, generando un entorno más competitivo.