El aeropuerto de El Calafate reinició operaciones tras el arribo de una autobomba de Río Gallegos

Estuvo fuera de servicio casi 20 horas por problemas del servicio contra incendios. Además, el viernes hubo marchas contra las medidas del gobierno para abaratar el turismo. El gran atractivo local es el Glaciar Perito Moreno, dentro del Parque Nacional Los Glaciares. Cuánto cuesta caminar sobre él. El ministro de Producción provincial dijo que la localidad tuvo récord de vuelos en la temporada a punto de cerrar, pero debe ajustar sus costos

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Poco después del mediodía de este sábado, el Aeropuerto Comandante Armando Tola, de El Calafate, reinició operaciones, tras el arribo de una autobomba contra incendios enviada desde Río Gallegos. El primer servicio en aterrizar fue el vuelo WJ 3211 de la compañía JetSmart, que debía haber llegado a las 7:30 de la mañana, y finalmente pudo hacerlo luego del mediodía. Más tarde, en torno de las 13:30 horas, arribaron dos vuelos de Aerolíneas Argentinas, uno procedente de Bariloche y otro de Ushuaia.

El Aeropuerto de uno de los destinos turísticos más importantes de la Argentina estuvo cerrado por orden de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que informó su decisión en un posteo en la red X. “Informamos que el Aeropuerto Internacional Comandante Armando Tola de El Calafate, de forma temporaria y hasta nuevo aviso, permanecerá inhabilitado para vuelos comerciales. Esto se debe a que se ha establecido la Categoría 2 del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios”, informó tersamente el viernes por la tarde.

Para la localidad, eminentemente turística y en período de cierre de temporada, que llegará con los feriados de Semana Santa, el servicio aéreo es crucial, dada la distancia con los principales centros de emisión de turistas de la Argentina y del exterior.

La decisión de la ANAC de cerrar las operaciones del Aeropuerto respondió a la asignación de la Categoría 2 del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) en la terminal aérea”, precisó el portal especializado Aviationline.

“La categoría del SSEI (Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios), conocido internacionalmente como ARFF (Aircraft Rescue and Fire Fighting), es un estándar de seguridad crítico en la aviación. Define el nivel mínimo de equipamiento, vehículos, agentes extintores (como agua y espuma) y personal capacitado que un aeropuerto debe tener disponible para responder a una emergencia aérea, especialmente incendios. La categoría no es arbitraria; se determina en función del tamaño (longitud y ancho de fuselaje) de las aeronaves más grandes que operan regularmente en el aeropuerto. Una Categoría 2, como la asignada actualmente a El Calafate según ANAC, corresponde a un nivel de protección adecuado únicamente para aeronaves muy pequeñas (generalmente de menos de 12 metros de longitud), de aviación general o helicópteros”, explicó el portal.

El Calafate es un destino que recibe habitualmente aeronaves comerciales de pasajeros mucho mayores, como los Boeing 737 y Airbus A320 de Aerolíneas Argentinas, Flybondi, LADE y JetSMART. Aviones que requieren, por normas de seguridad operacional una categoría SSEI superior (usualmente Categoría 6 o 7) para garantizar una capacidad de respuesta adecuada en caso de incidente.

De hecho, la cartelera de vuelos del Aeropuerto a las 10:30 de la mañana de hoy no contenía información sobre arribos y en cuanto a partidas, de 12 vuelos reportaba 7 como “demorados” (6 de Aerolíneas Argentinas y 1 de JetSmart), 1 de FlyBondi como “cancelado” y 4 de Aerolíneas, todos posteriores a las 16 horas, como “en horario”, lo que delataba la expectativa de que para esa hora el aeropuerto recobraría su actividad normal.

Protestas por la desregulación

Siempre vinculado a la actividad turística, ayer hubo en El Calafate una marcha de guías de turismo que confluyó en la Intendencia del Parque Nacional Los Glaciares, para manifestarse contra medidas del gobierno, y en particular contra el presidente de la Administración de Parques Nacionales (APN), Cristian Larsen, en lo que definieron como parte de una “Marcha Federal de Turismo” en defensa de “la profesionalización de la actividad y la defensa de los puestos de trabajo”.

Sucede que en la semana el gobierno, a través de dos resoluciones publicadas en el Boletín Oficial y comunicadas por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y el propio Larsen, procedió a desregular la prestación de Servicios en los 39 Parques Nacionales del país, para “sumar competencia privada, reducir tarifas y romper monopolios en las áreas protegidas”.

La nueva desregulación elimina trabas para operadores privados con el objetivo de reducir tarifas y romper monopolios en las áreas protegidas del país. La decisión oficial es fomentar la competencia, reducir los precios de acceso a los visitantes, eliminar “requisitos excesivos” y simplificar procedimientos administrativos para el acceso a nuevos operadores”.

El "minitrekking" sobre el Glaciar,
El "minitrekking" sobre el Glaciar, una actividad de 4 horas entre salida en bus, trayecto en barco y caminata sobre el Glaciar, cuesta $480.000 por persona

Sturzenegger aseguró que “el modelo del ‘Estado presente’ fue tan letal, que transformó a algunos de estos tesoros naturales en espacios inaccesibles para la mayoría, como si ya no nos pertenecieran”.

“Que una persona disfrute de un Parque Nacional no tiene prácticamente ningún costo para la sociedad. Por eso, lo lógico sería que el precio de acceder a él sea cero o casi cero. Bajo esa premisa se crearon los Parques Nacionales PÚBLICOS: para que todos podamos usarlos y disfrutarlos. En Argentina la regulación ha generado locuras, pero pocas igualan lo que produjo en nuestros Parques Nacionales: transformar un bien público en un monopolio privado”, sostuvo. Y dio como ejemplo el caso del minitrekking sobre el Glaciar Perito Moreno, dónde una sola empresa con exclusividad, sin competencia, cobra hoy casi USD 400 por una caminata de 4 horas.

“Esto que no se entienda como una crítica a las personas de esa empresa, sino al sistema que lo permite: una combinación de concesiones exclusivas con una burocracia kafkiana que durante años impidió que nuevos actores pudieran competir”.

Cuánto cuesta caminar sobre el glaciar

El resultado, dijo Sturzenegger, es que una familia de 5 necesita gastar 2.000 dólares para una excursión que no debiera salir más de 50 o 60 dólares por persona, algo que calificó de “un verdadero atentado a la racionalidad y una catástrofe para el turismo en el país”.

“No digamos el Burj-Khalifa que sale 50 dólares subirlo, incluso el trekking del Camino del Inca en Perú, una experiencia de 4 días, todo incluido, son menos de 1000 dólares. ¡4 días versus 4 horas! Por eso no queda otra que aplaudir de pie —hasta que las manos ardan— las reformas que impulsa Cristian Larsen, presidente de Parques Nacionales”, fundamentó el ministro.

El minitrekking al que se refirió Sturzenegger es tal vez el principal paquete turístico de El Calafate, cuesta actualmente $480.000 por persona y se trata de un servicio provisto hace décadas por un solo operador, la empresa “Hielo y Aventura”.

Pasarela de Observación en el
Pasarela de Observación en el Parque Nacional Los Glaciares

En un video publicado en sus redes sociales Larsen, el titular de Parques Nacionales, explicó: “Simplificamos la normativa para disminuir trámites burocráticos inútiles. Queremos nuevos prestadores turísticos que ofrezcan mejores servicios y prestaciones en los Parques Nacionales. Aspiramos a que cada vez más argentinos visiten nuestras maravillas naturales. Y para los críticos del progreso, tranquilos: esta reforma mantiene los estándares de protección ambiental necesarios para el desarrollo de actividades dentro de los Parques Nacionales”.

“Más facilidad para que los turistas visiten los parques en Argentina. Una desregulación que genere más competitividad y oportunidades con precios accesibles para los turistas de nuestro país, y los viajeros del mundo”, respaldó esos anuncios el ex vicepresidente de Néstor Kirchner, dos veces gobernador de Buenos Aires, en 2015 candidato presidencial por el kirchnerismo, luego embajador en Brasil del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, y actual secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli.

Uno de los problemas es que El Calafate se volvió muy cara. Muchos empresarios locales, explicó en la semana el ministro de Producción de Santa Cruz, Gustavo Martínez, tomaron un precio de referencia del dólar superior al que realmente terminó siendo. El funcionario dijo que gracias al activismo del gobierno provincial la localidad turística tuvo en la última temporada un número récord de vuelos y que Santa Cruz fue la primera provincia argentina en gestionar el arribo directo de vuelos internacionales. En la próxima temporada, mencionó, podrían arribar compañías como Latam y Azul. Por cierto, el minitrekking no es lo único caro del destino turístico. “El Calafate está muy caro; es más caro alojarse en algunos hoteles en El Calafate que en París, y eso no puede ser”, dijo Martínez a la radio provincial Mediática.

En contra

Las medidas desreguladoras no convencieron a algunas agrupaciones que viven de la actividad turística. Gabriela Metzler, de la Comisión Directiva de la Asociación de Guías de Turismo de Santa Cruz (Aguisac) dijo a Infobae en Vivo: “tenemos una ley provincial que data de 1973, que nos regula en cuanto a que las agencias de viajes tienen que salir obligadamente de cualquier ciudad con un guía habilitado en Turismo”. Además, precisó solo en el Parque Nacional Los Glaciares (el más extenso de la Argentina, con 740.000 hectáreas, y el segundo más visitado, detrás del Parque Nacional Iguazú) hay 400 los guías habilitados para trabajar que, a su vez, dependen de 70 agencias de turismo para tener trabajo.

Ese tipo de intereses se manifestaron ayer en la marcha de unas 300 personas sobre la Intendencia del Parque Nacional Los Glaciares, una de las construcciones más bonitas de El Calafate, ubicada sobre la Avenida del Libertador, la principal arteria de la localidad.

Uno de los fundamentos de Larsen para desregular el acceso a los Parques Nacionales fue el siguiente: “en EE.UU, cada año, los Parques Nacionales son visitados por 350 millones de personas y tienen una población de 400 millones. Nosotros somos 45, 46 millones y tenemos 4 millones de visitantes al año, el 10 por ciento de la población”.

Para hacer crecer el turismo, señaló, es imprescindible reducir las barreras que obstaculizan el crecimiento del sector. “Cuando llegamos, encontramos un sistema de sobrerregulación que hacía casi imposible la inversión en infraestructura turística en los parques”, concluyó.