
Los negocios financieros en Argentina volvieron a movilizarse con prudencia este viernes, a la espera de más detalles sobre las tratativas del Gobierno con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para acceder a un nuevo crédito por 20.000 millones de dólares, que ayude a frenar la presión cambiaria y a revertir la incertidumbre inversora.
Afectó al desempeño de las carteras de activos un sesgo muy negativo que viene desde el exterior. Los indicadores de Wall Street retrocieron hasta 2,7% con el trasfondo de la creciente “guerra” comercial declarada por el presidente norteamericano Donald Trump y otra señal de presiones inflacionarias en los EEUU, revigorizadas junto con la caída del sentimiento del consumidor.
En el país norteamericano, la atención se centró en la publicación del Índice de Gasto de Consumo Personal (GCP), que incluye el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, el PCE subyacente. La lectura mostró que los precios aumentaron más de lo previsto el mes pasado, con un aumento del 0,4% intermensual y del 2,8% interanual, un obstáculo persistente en el camino de estabilización hacia el objetivo de la Fed.
Mientras tanto, la confianza del consumidor estadounidense cayó en marzo a su mínimo en más de dos años. La última lectura de la Universidad de Michigan fue de 57, frente al 64,7 del mes anterior.
En ese marco, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cayó 1,4%, en los 2.378.562 puntos. Entre los ADR y acciones de compañías argentinas operadas en dólares en Nueva York abundaron las pérdidas, encabezadas por Globant (-6,3%).

Los bonos en dólares -Globales y Bonares- promediaron una baja de 1,1%, mientras que el riesgo país de JP Morgan se disparó 34 unidades para la Argentina, en los 797 puntos básicos, el nivel más alto desde el 13 de noviembre del año pasado.
La administración de Javier Milei negocia una vez más un millonario acuerdo con el organismo multilateral, que se suma a otro vigente por 44.000 millones de dólares. En medio de la incertidumbre, el presidente libertario descartó una devaluación en danza por la esperada salida de las restricciones cambiarias (cepo).
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que el Gobierno también solicitará dinero adicional de libre disponibilidad a otros organismos internacionales y que estos acuerdos permitirán elevar las reservas brutas del Banco Central a USD 50.000 millones, desde unos USD 26.200 millones actuales.
Milei afirmó en una entrevista radial que el tipo de cambio “no tiene aire” para una devaluación y que el levantamiento del llamado “cepo” cambiario dependerá de cómo se estructuren los desembolsos del nuevo crédito con el FMI.
El Tesoro argentino viene de renovar vencimientos de deuda mediante una licitación pública con activos en pesos, donde se ofreció una alternativa atada al tipo de cambio como resguardo de inversión.
“El Gobierno enfrentaría vencimientos con el FMI por USD 14.000 millones durante el programa, por lo que el monto del préstamo anunciado por el ministro Caputo sugiere un financiamiento neto en todo el período del programa de USD 6.000 millones, con mayor financiamiento neto al principio”, reportó Max Capital.
Los mercados externos arrojaron un comportamiento negativo en su mayoría debido a una mayor aversión al riesgo en medio de los persistentes temores a una guerra comercial total, luego de las últimas medidas arancelarias del presidente Donald Trump y tras un esperado dato de inflación en Estados Unidos.