Caída de reservas: cómo cree el Gobierno que puede recomponer los dólares en el BCRA mientras espera la cosecha gruesa

Las divisas brutas en el Central cayeron casi USD 6.500 millones desde principios de enero. El agro, el FMI y otros organismos podrían hacer recuperar poder de fuego a la autoridad monetaria. Cuáles son las chances de un nuevo Repo y otro Bopreal para girar dividendos

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El agro, el FMI y
El agro, el FMI y otros organismos podrían hacer recuperar poder de fuego a la autoridad monetaria. REUTERS

El deterioro en las reservas del Banco Central aceleró para el Gobierno los tiempos en la negociación con el Fondo Monetario, en un contexto de tensiones cambiarias y un mercado inquieto por razones locales y externas. Desde principios de enero, las arcas internacionales brutas cayeron casi USD 6.500 millones por motivos como el pago de deuda, intervención en el mercado de “contado con liqui” y también por un menor nivel de encajes por el retiro de depósitos en moneda extranjera.

A mediados de este mes la autoridad monetaria pasó de terminar la gran mayoría de las jornadas con saldo comprador en el mercado oficial a tener que vender dólares para abastecer la demanda en ese segmento. De esa forma, la fragilidad de las reservas se acentuó: durante los últimos meses las arcas también sufrían un goteo, pero el resultado comprador casi ininterrumpido del BCRA calmaba las aguas.

Con la última venta de USD 48 millones este miércoles, el Central acumuló ocho jornadas seguidas con saldo vendedor, en las que suma una pérdida de USD 1.361 millones, lo que según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) implica “la peor performance desde octubre 2019″. “Al 20 de marzo, las reservas netas se encontraban en un estimado de -USD 10.655 millones, considerando como pasivos de corto plazo los depósitos en dólares del Tesoro en el BCRA por USD2.348 millones y obligaciones de Bopreal a 12 meses vista por USD 2.805 millones, y las líquidas en USD 9.035 millones”, mencionó un informe esta mañana.

El dato podría ser incluso más crítico ya que esa estimación no contempla las ventas de las últimas jornadas por USD 382 millones y también podría haber intervención que haga más pronunciada esa caída. “Si la decisión es postergar cualquier tipo de modificación al esquema cambiario hasta después de las elecciones de octubre (incluso bajo el nuevo acuerdo con el FMI), resulta razonable que el Gobierno busque reestablecer el mecanismo virtuoso que le permitía comprar divisas en el mercado oficial de cambios y mejorar su posición de reservas”, consideró PPI.

Entre las razones que pueden explicar la caída más marcada en las reservas, se puede listar el retroceso en la cantidad depósitos en dolares, que pasaron de USD 30.383 millones a USD 29.608 millones entre el último día de febrero y el 19 de marzo, una caída de 775 millones. Como los depósitos en dólares tienen encajes que cuentan en las reservas brutas, una caída en esa cifra hace restar la otra. Los encajes cayeron desde 16.425 millones a 15.358 millones.

Reservas líquidas y netas, según
Reservas líquidas y netas, según PPI

Una serie de factores podrían compensar esa sangría de reservas. El que está a la vuelta de la esquina es el agro. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reflejó los potenciales resultados que puede dejar la cosecha este año. La cosecha gruesa comenzará en abril pero tradicionalmente tiene mayor fuerza entre mayo y julio, un trimestre en el que se liquida el 43% de los granos de soja, según estimaciones de Javier Preciado Patiño.

De acuerdo al nivel estimado de producción y a las proyecciones de exportaciones de granos, aceites y derivados, y tomando los precios FOB de exportación actuales, se proyecta que la oferta total de divisas del agro alcance USD 30.800 millones, de los cuales USD 24.600 millones se volcarán en el Mercado Libre de Cambios (MLC) y otros USD 6.200 millones a los dólares financieros, suponiendo que se mantiene vigente el dólar blend hasta fines de año.

El FMI y otros organismos internacionales, en caso de concretar acuerdos próximamente, podrían representar una inyección decisiva. Los montos y la secuencia de desembolsos todavía forman parte de las incógnitas de un programa al que le falta aún la luz verde final del directorio. Trascendidos que no son validables por fuentes oficiales hablan de un acuerdo con el FMI con un tamaño de USD 20.000 millones.

Si ese fuese el monto total, como unos USD 14.000 millones estarían destinados para el repago de vencimientos de capital de los próximos cuatro años -tal como estableció el DNU- los desembolsos adicionales, es decir la deuda nueva, rondaría así los USD 6.000 millones, para canjear Letras Intransferibles a cambio de refuerzo de reservas en el BCRA

En paralelo a las gestiones ante la plana mayor del Fondo Monetario, que incluyeron este martes una instancia de debate informal en el directorio sobre el nuevo programa, el Gobierno aceleró los contactos con otros organismos internacionales, que podría aportar otra suma de divisas netas para reforzar al Banco Central, una cifra que en los despachos oficiales no revelan, pero que en el mercado estiman en torno de los USD 5.000 millones.

Intervenciones del Banco Central, medido
Intervenciones del Banco Central, medido por Romano Group

Luego, existen también una serie de herramientas en los escritorios de los despachos del equipo económico que aparecen como alternativas a mano pero que, aseguran, no están en el horizonte de corto plazo. Uno de ellos es la ampliación del préstamo Repo, que el Banco Central anunció en los primeros días de enero por USD 1.000 millones con un consorcio de cinco bancos internacionales para reforzar las reservas líquidas que la autoridad monetaria puede utilizar para pagar deuda o intervenir en el mercado.

En ese momento ya había trascendido que a lo largo del año podría repetir operaciones similares para buscar más financiamiento, aunque esperaraban un riesgo país todavía menor, de modo que el interés caiga por debajo del 8,8% anual que terminó por convalidar en el acuerdo con las cinco entidades. “Si amerita, no vamos a dudar en usarlo”, mencionó una fuente oficial.

Con ese mismo estatus de herramienta a disposición pero no de aplicación inminente aparece también la posibilidad de un Bopreal 4. Esto sería una cuarta serie de ese bono en dólares emitido por el BCRA, en este caso con un destino puntual. Una posible fuente de presión sobre el mercado de cambios en caso iniciar un desarme del cepo, es el de la cantidad de dividendos y utilidades de empresas multinacionales que las filiales locales no pudieron girar a sus casas matrices.

En mayo pasado, el Banco Central ya había abierto una ventana para darle salida a parte de ese stock acumulado al permitir que empresas que busquen girar utilidades al exterior lo hagan a través del bono Bopreal que emitió la autoridad monetaria para bajar la deuda importadora. En aquel momento el mercado especulaba con que había una demanda grande de bancos para sumarse a esa operatoria.

El Fondo Monetario, en la octava y última revisión técnica, mencionó al tema, al que le dio relevancia, y estimó que tras la operación con Bopreales quedaron unos USD 4.000 millones pendientes de giro. “El monto de utilidades acumuladas en estos años de cepo que esperan su turno para ser remitidas al exterior no es menor: superaría los USD 6.000 millones a fin de este año”, analizó recientemente un informe de la consultora Epyca. EcoGo, tenía una estimación que rondaba entre esa cifra y los USD 7.000 millones.