
En muchas ocasiones las compañías aéreas lanzan pasajes en descuento con precios muy bajos para atraer viajeros. Sin embargo, el valor expresado en las promociones hace muy difícil determinar cuál va a ser el precio final a pagar .
Las aerolíneas suelen realizar campañas de venta por tiempo limitado, como ofertas de temporada baja y en eventos tales como el Cyber Monday y Black Friday. En general, son para destinos nacionales pero pueden encontrarse en algunos vuelos internacionales.
También, es común observar promociones en vuelos con baja demanda o en nuevas rutas que las empresas buscan posicionar en el mercado. Por ejemplo, meses atrás, Aerolíneas Argentinas había empezado a realizar vuelos nocturnos con tarifas “Súper Promo”.
A su vez, varias líneas aéreas ofrecen precios reducidos para determinados grupos, como jubilados, estudiantes, personas con discapacidad o acompañantes.

Pero los pasajeros deben tener en cuenta que las promociones se aplican sobre la tarifa base o aérea, es decir, antes de tasas e impuestos. Por este motivo, cuando se encuentra un boleto en descuento hay que considerar que no es lo que finalmente se terminará abonando.
Entonces, en los vuelos al exterior habrá que sumar el Impuesto Dirección Nacional de Turismo, Tasa de Inmigración, Tasa de Seguridad, percepción a cuenta del impuesto a las Ganancias del 30%, Tasa de Seguridad de Aviación (PSA) y la Tasa Aeroportuaria, que es lo que más peso tiene dentro del valor final.
Para los vuelos domésticos, a la tarifa base se añade el IVA, cargos provinciales, Tasa de Seguridad, recargos por combustibles, Tasa Aeroportuaria (Argentina) y Tasa de Seguridad de Aviación (PSA).
Así, a modo de ejemplo, un pasaje a Bariloche desde Buenos Aires que una aerolínea lowcost ofrece a $14.950, termina costando $24.421,99.
Es importante mencionar que las promociones se suelen calcular por tramo, lo que refiere a cada segmento individual de un vuelo comprendido entre dos aeropuertos. En un itinerario Buenos Aires–Córdoba–Salta, hay dos tramos, por ejemplo. La tarifa es el costo asignado a cada uno de esos segmentos del viaje.
En tanto, las ofertas también están sujetas a fechas de viajes y horarios específicos. En algunos casos, se impiden las cancelaciones o cambios sin penalidad. Además, las aerolíneas de bajo costo no suelen incluir equipaje de mano (carry on) o facturado (valija a despachar), lo que implicará un adicional en caso de querer viajar con algo más que lo puesto.
Es por todo lo dicho que los usuarios necesitan prestar atención a los términos y condiciones de los pasajes en descuento antes de comprar para conocer de antemano cuál es el precio final y cómo compara con otros precios sin las mentadas promociones.

Más allá de los eventos promocionales de las empresas, hay algunos trucos para adquirir tickets aéreos más accesibles.
En ese sentido, una recomendación es viajar en horarios poco populares, evitar temporadas altas y fechas festivas y elegir los días menos concurridos, que son los miércoles y sábados, según los expertos de Sky Vertigo.
Otra estrategia recomendada para conseguir vuelos baratos es configurar alertas de precios. Esta técnica permite al viajero recibir notificaciones cuando el costo de un vuelo específico baja, facilitando la compra de boletos a precios reducidos.
Plataformas como Google Flights, Skyscanner y Kayak permiten a los usuarios introducir su destino y fecha de viaje, y luego monitorean el precio del vuelo, enviando alertas cada vez que hay una variación en la tarifa.
También es clave la anticipación de varias semanas o incluso meses en la reserva ya que las aerolíneas tienden a ofrecer mejores precios.
No obstante, hay que tener en cuenta que las ofertas de último minuto pueden aparecer ocasionalmente, especialmente si las líneas aéreas buscan llenar asientos vacíos a pocos días de la salida.
Otra manera efectiva de ahorrar es considerar aeropuertos alternativos. A veces, volar desde o hacia uno más pequeño o menos concurrido puede traducirse en tarifas más bajas.
Una práctica que suele pasar inadvertida es la influencia que pueden tener las cookies y el historial de navegación en los precios de los pasajes aéreos. Los sitios web de aerolíneas y agencias de viaje emplean cookies para registrar las búsquedas realizadas por los usuarios. Cuando se consulta reiteradamente una misma ruta o destino, el sistema puede interpretar un alto interés y, en función de ese comportamiento, ajustar al alza el valor.
Para reducir este efecto y obtener tarifas más económicas, es útil realizar las búsquedas en modo incógnito o eliminar las cookies del navegador previamente.