
Mientras se esperan detalles del nuevo acuerdo con el FMI, el diario británico Financial Times publicó un artículo en el que puso el foco sobre el aumento de las importaciones y la apreciación del peso en Argentina para contener la inflación, resaltando la presión que ejerce la estrategia sobre las “escasas” reservas del Banco Central.
El medio destacó que a medida que Argentina sale de una recesión que había deprimido las importaciones y el presidente Javier Milei avanza en la apertura de una economía tradicionalmente proteccionista, el comercio exterior creció 30% en los últimos seis meses frente al semestre anterior, según el Indec.

“Pastas italianas, pan brasileño y manteca uruguaya son cada vez más visibles en las góndolas de los supermercados, tras un aumento de casi el doble en las importaciones de alimentos durante los dos primeros meses de 2025 en comparación con el año anterior. Las compras de paneles solares se multiplicaron por diez y los productores rurales cuadruplicaron las adquisiciones de tractores en el exterior”, indicó el Financial Times.
“La estrategia de fortalecer el peso y reducir las restricciones a las importaciones ha contribuido a moderar la inflación, pero no está exenta de riesgos. Al aumentar el gasto en dólares y no lograr recomponer reservas, el país se vuelve más vulnerable a un shock externo o una fuerte devaluación que podría revertir los avances del Gobierno en el control de precios”, añadió.
La nota explicó que la situación incrementó la presión sobre el Presidente para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita recuperar reservas, algo que, según afirmó, se concretaría en abril.
“La apreciación del peso se ha convertido en un tema políticamente sensible en Argentina. Milei ha calificado como ‘econo-chantas’ a los analistas que advierten sobre los riesgos de un tipo de cambio atrasado. Varios comerciantes evitaron hablar en público sobre el vínculo entre el peso y el aumento de las importaciones, por temor a represalias del Gobierno o del sector industrial”, señaló el periódico.

“Las importaciones provenientes de China son las que más crecieron: se duplicaron en febrero respecto del mismo mes de 2024, mientras empresarios argentinos viajaron a ese país en busca de proveedores. También se dispararon las compras externas a través de plataformas como Alibaba, previamente restringidas”, añadió.
“Hay gente llenando los depósitos de carga de los aeropuertos de Buenos Aires con cajas”, dijo al Financial Times Rubén Minond, dueño de Tienda Bike, una empresa que incrementó las compras de luces y bolsos de bicicleta en China y planea comenzar a importar bicicletas por contenedor. “Estoy comprando más afuera que en el país, porque cuesta menos y es muchísimo más fácil que antes”, agregó.
El diario aseguró en su artículo que el nivel actual de importaciones, que alcanzó los 5.900 millones de dólares en febrero, no es inédito en Argentina, donde el comercio exterior ha registrado variaciones abruptas durante la última década. Sin embargo, “el ritmo de crecimiento refleja el delicado equilibrio que Milei intenta mantener para lograr una estabilidad duradera”.
Así, “para afrontar el desafío de reducir una inflación severa y, al mismo tiempo, reactivar el crecimiento económico, el Gobierno ha recurrido a un estricto control cambiario”.
Sucede que tras una fuerte devaluación inicial en diciembre de 2023, el Ejecutivo permitió que el peso se deprecie solo 2% mensual, a pesar de que la inflación superaba ese nivel. Según la consultora GMA Capital, eso implicó una apreciación real del peso de 47%. El fortalecimiento del peso redujo las presiones inflacionarias, pero encareció los bienes locales en dólares frente a otros países y elevó el poder de compra de los argentinos en el exterior.
En paralelo al aumento de las importaciones, menciona el Financial Times, se observa un récord casi histórico de viajes al extranjero, impulsado por un peso fuerte que abarató las playas de Brasil y los centros comerciales de Chile. En enero, el gasto mensual en turismo alcanzó los 1.500 millones de dólares, el segundo más alto registrado.

“Como consecuencia, el país registra un déficit de cuenta corriente desde junio, y el superávit comercial cayó en febrero a 224 millones de dólares, tras haber superado los 1.000 millones mensuales durante gran parte de 2024″, explica.
“Sin superávit externo, Milei no puede acumular reservas en el Banco Central, que aún presenta un rojo cercano a los 6.000 millones de dólares si se excluyen pasivos. Pese a ello, el Gobierno mantiene el rumbo y avanza con recortes de aranceles y la eliminación de trabas aduaneras para cientos de productos”, asegura.
Desde la industria textil advierten que el aumento de las importaciones podría provocar despidos en un sector que emplea a casi una quinta parte de los trabajadores del país. Funcionarios del Gobierno responden que las fábricas se benefician con la importación más barata de insumos y que las empresas deben volverse más competitivas.
No obstante, el Ejecutivo prometió evitar una fuerte devaluación del peso, con elecciones legislativas mediante. Si cumple la promesa, “vamos a ver un crecimiento muy fuerte de las importaciones de bienes y un mayor déficit de cuenta corriente este año”, advirtió al medio británico Martín Rapetti, director ejecutivo del centro de estudios Equilibra.
“Este es un tipo de cambio real históricamente alto... y, en mi opinión, esa es la causa principal del aumento de las importaciones”, agregó.