
“A menos que exportes más, siempre estarás en problemas. Si Argentina sigue endeudándose y usa ese dinero para sostener el tipo de cambio, generará más déficit, lo que provocará otra crisis financiera. Esto se ha repetido una y otra vez”, advierte Ha-Joon Chang, economista surcoreano y referente en desarrollo industrial a nivel mundial. A su lado, el colombiano José Antonio Ocampo refuerza la idea: “El problema no es solo el acceso a recursos, sino cómo se utilizan. Si no se destinan al desarrollo productivo, el país seguirá atrapado en la misma dinámica de crisis recurrentes”.
Mientras Argentina negocia su acuerdo número 23 con el FMI, en medio de un programa de ajuste fiscal severo y una inflación en descenso, estos dos prestigiosos economistas visitaron Buenos Aires en el marco del Programa para Futuros Líderes (FLP), organizado por Fundar y el instituto Diálogo para el Liderazgo del Desarrollo (DLD) de SOAS-University of London, co-dirigido por Chang. Durante su estadía, conversaron con Infobae sobre los desafíos que enfrenta la gestión de Javier Milei, la falta de una política de desarrollo y el impacto global de las medidas proteccionistas de Donald Trump.
Ha-Joon Chang es investigador y profesor en la SOAS University of London, además de co-director del Centre for Sustainable Structural Transformation (CSST). Especialista en desarrollo económico, comercio e industrialización, ha publicado libros clave como Pateando la escalera (Kicking Away the Ladder) y 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo (23 Things They Don’t Tell You About Capitalism). Sus escritos han sido traducidos a 45 idiomas y han vendido más de 2,5 millones de copias en todo el mundo. Chang ha asesorado a múltiples gobiernos y organismos internacionales, incluido el Comité de Políticas de Desarrollo de la ONU.

En su paso por Buenos Aires, el economista surcoreano se reunió con la ex presidenta Cristina Kirchner. “Conversamos más de una hora, fue muy interesante. Traté de persuadirla sobre la necesidad de construir una nueva coalición política enfocada en el desarrollo productivo, pero con nuevas figuras”, relató Chang en diálogo con este medio.
Por su parte, José Antonio Ocampo es profesor en la Universidad de Columbia y ha ocupado cargos de relevancia internacional, como ministro de Hacienda de Colombia, director del Banco de la República y secretario ejecutivo de la CEPAL. También fue subsecretario general de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales. Con una prolífica producción académica, ha investigado en profundidad la macroeconomía, el desarrollo y la historia económica de América Latina.
Ambos expertos abordaron los temas más relevantes del debate económico argentino. Desde el fuerte ajuste implementado por Milei hasta la ausencia de una política industrial que fomente el crecimiento a largo plazo. También analizaron la política arancelaria de Donald Trump y su impacto en el comercio global, y evaluaron el potencial de Vaca Muerta como motor de crecimiento si sus ingresos se utilizan estratégicamente.
A continuación, el diálogo completo con Ha-Joon Chang y José Antonio Ocampo.
El balance de Milei a un año y medio de gestión
—A un año y medio de gobierno de Javier Milei, ¿cómo evalúa su gestión, considerando su enfoque pro mercado, el ajuste fiscal y la baja de la inflación?
—H-JC: Milei ha tenido algo de suerte. Antes de asumir, una sequía afectó gravemente la agricultura, pero el sector se recuperó y eso le dio un respiro. Está jugando un juego delicado: aplicó reformas pro mercado, pero mantuvo los controles cambiarios. Si realmente siguiera el modelo liberal, no debería existir el “cepo”. Necesita divisas y está negociando con el FMI. Si los fondos llegan sin condiciones, es probable que los use para sostener el tipo de cambio, lo que podría traer problemas en pocos meses.

—J-AO: El ajuste fiscal fue masivo y, junto con la política monetaria, ayudó a reducir la inflación, aunque sigue siendo alta en comparación con otros países. Sin embargo, la recuperación económica es moderada y hay problemas sociales graves: la pobreza sigue alta y los recortes en pensiones fueron muy duros. El gran interrogante es si el gobierno logrará reducir la inflación de manera sostenida sin afectar el crecimiento.
Competitividad y política industrial
—¿Cómo puede Argentina desarrollar su economía y ser más competitiva sin recurrir a una devaluación?
—H-JC: Argentina y otros países en desarrollo no pueden resolver sus problemas de balanza de pagos si no aumentan su capacidad exportadora. Se necesita inversión en sectores estratégicos. Hoy en día, muchos países optan por devaluar para ganar competitividad. Pero esta estrategia solo funciona si se mantiene en el tiempo y se complementa con políticas productivas.
—J-AO: No veo que la política industrial esté en la agenda del gobierno. Por eso, la discusión gira tanto en torno al tipo de cambio. La gran incógnita es cómo evolucionará esta situación sin un plan de desarrollo productivo.
—¿Qué riesgos trae la ausencia de una política industrial y la apreciación del peso?
—H-JC: A menos que exportes más, siempre estarás en problemas. Si Argentina sigue endeudándose para sostener el tipo de cambio, solo generará más déficit y otra crisis financiera. El país necesita un consenso nacional sobre la importancia de desarrollar su capacidad exportadora, ya sea en manufacturas, en la industria petrolera o en la agricultura de alto valor agregado. Sin un plan a largo plazo, el ciclo de crisis se repetirá.
Cristina Kirchner y el futuro político
—En el ámbito político, se reunió con Cristina Kirchner el martes. ¿Se hizo alguna autocrítica sobre su rol y el del peronismo?
—H-JC: Conversamos más de una hora, fue muy interesante. Traté de persuadirla sobre la necesidad de construir una nueva coalición política enfocada en el desarrollo productivo, con nuevas figuras. No se opuso a la idea, tal vez lo está considerando.
—J-AO: Argentina necesita un liderazgo de centro, fuerte y moderado.

—¿Cómo podrían afectar los aranceles del gobierno de Donald Trump a Argentina?
—H-JC: Al menos Trump no está atacando a Argentina del mismo modo que a México. Su estrategia de imponer aranceles busca atraer inversión extranjera, pero reconstruir la industria llevará más tiempo del que dura su mandato. Para que un sector industrial tenga éxito, necesita más que una fábrica: requiere trabajadores capacitados, infraestructura y centros de investigación. Sin ese ecosistema, incluso si las empresas extranjeras invierten en EE.UU., la productividad no será la misma.
—J-AO: El mayor problema es la guerra comercial que está generando. Si esto provoca un colapso del comercio mundial, las consecuencias serán graves. Por eso, Argentina debe fortalecer sus relaciones con China y el Mercosur. Salirse del bloque sería un error.
—¿Le conviene a Argentina firmar un tratado de libre comercio con EEUU?
—J-AO: Debería ser un acuerdo dentro del Mercosur, no uno bilateral. La esencia del bloque es negociar en conjunto.
—H-JC: Si realmente crees en el libre comercio, deberías aplicarlo con todos, no solo con un país. Firmar un acuerdo con EE.UU. implicaría discriminar importaciones de China, Europa o Corea. Eso no es libre comercio, aunque el tratado lleve ese nombre.
Energía y Vaca Muerta
—El gobierno apuesta por la paridad de exportación, pero Argentina es un país productor de energía. ¿Qué lecciones pueden tomarse de los países más desarrollados?
—H-JC: Hoy en día, la energía solar y eólica son las más baratas. El mundo se está moviendo en esa dirección y Argentina tiene un gran potencial, especialmente en energía eólica.
—Pero el mayor potencial está en Vaca Muerta, en la industria del petróleo y gas.
—H-JC: Es una opción, pero los combustibles fósiles eventualmente se agotarán. El desafío es cómo utilizar los ingresos de estos recursos: si solo sirven para financiar consumo e importaciones, en 20 años no quedará nada.
—J-AO: Argentina debe seguir explotando Vaca Muerta, pero también aprovechar su potencial en energía renovable. La clave es que los ingresos del petróleo y gas se destinen a desarrollar la capacidad productiva del país.

—El Gobierno insiste en que “esta vez será diferente”. ¿Cree que realmente lo será?
—J-AO: Las políticas son distintas a las del pasado. El ajuste fiscal es un cambio enorme. La gran pregunta es qué tipo de política fiscal quiere el país en el futuro. Se debe definir qué rol debe jugar el Estado y cuánto debe gastar.
—Pero tener superávit fiscal es algo positivo, ¿no?
—J-AO: Sí, pero se lograron recortes drásticos en infraestructura y en transferencias a las provincias. Eso puede tener efectos negativos en el mediano plazo.
—H-JC: Si recortas en infraestructura, jubilaciones e investigación y desarrollo, el impacto será negativo a largo plazo. El ajuste fiscal debe hacerse de la manera correcta.
—El acceso a fondos frescos, ¿puede ayudar a Argentina a salir de los controles de capital?
—J-AO: Depende de cómo se usen los fondos. Si se destinan a reformar el sistema cambiario y eliminar el tipo de cambio dual, pueden ser útiles. Pero si solo sirven para sostener el esquema actual, no habrá un cambio real.
—H-JC: Lo importante no es cuánto dinero obtiene Argentina, sino en qué lo usa. Si lo invierte en investigación, industria y productividad agrícola, el panorama será distinto. Pero si solo lo usa para estabilizar la moneda, el problema volverá a aparecer.