Las razones que explican el repunte del dólar tras meses de calma

La cercanía de un acuerdo con el Fondo plantea la posibilidad de una modificación del esquema cambiario que siguió el Gobierno hasta ahora. El incentivo a desarmar el carry trade y el riesgo de que el BCRA acelere la venta de reservas

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La incertidumbre sobre el futuro
La incertidumbre sobre el futuro del dólar impulsó movimientos de cobertura, lo que explica el salto de los últimos días en las distintas cotizaciones “libres” del dólar (Foto: Shutterstock)

El ministro de Economía, Luis Caputo, se abstuvo de dar precisiones sobre el desembolso que podría obtener Argentina del Fondo Monetario Internacional (FMI) y no descartó que el eventual nuevo acuerdo implique una modificación de la política cambiaria hacia un régimen más flexible, en línea con lo que el Gobierno prometió en el pasado.

Esa incertidumbre impulsó movimientos de cobertura, lo que explica el salto de los últimos días en las distintas cotizaciones “libres” del dólar, que superaron los $1.300 durante algunos momentos de este miércoles, con una brecha cambiaria por encima del 20%. Este escenario se dio en conjunto con la caída de los bonos, la suba del riesgo país y un recorte en las acciones. El Banco Central aceleró la venta de reservas, que en términos netos son negativas en unos USD 4.500 millones, según estimaciones privadas, mientras que el contexto global también se tornó adverso.

¿Qué está pasando? “A la espera del voto del DNU en Diputados, el mercado se puso nervioso por el contenido del acuerdo con el FMI y los cambios que pueden venir en materia cambiaria y monetaria”, respondió la consultora 1816 en su último informe.

Caputo no muestra las cartas
Caputo no muestra las cartas del nuevo acuerdo con el FMI

El trabajo plantea que en los 15 meses de la gestión de Javier Milei el Gobierno controló tanto el tipo de cambio oficial como el financiero con dos herramientas cuyo futuro está en duda: los ajustes diarios del precio del dólar oficial -crawling peg-, ahora al 1% mensual, y las intervenciones directas e indirectas con reservas en el CCL/MEP bajo el esquema de dólar blend y la “compra de pesos” por parte de la autoridad monetaria.

Durante este período, el BCRA compró unos USD 25.000 millones, pero las reservas netas no mejoraron. Según 1816, esto se debe a que el sector público utilizó esos dólares para desendeudarse en moneda extranjera, cancelando obligaciones con bonistas y con el propio FMI, sin acceso a financiamiento externo.

Las dudas sobre el futuro de la política cambiaria derivaron en un fuerte crecimiento de la demanda de cobertura, lo que disparó las tasas de los contratos de dólar futuro, ante la expectativa de que los cambios en el esquema cambiario lleguen en el corto plazo. “Esto denota que el mercado comenzó a descontar la posibilidad de un salto discreto en el tipo de cambio, más que una aceleración del crawling peg bajo el marco del nuevo acuerdo”, explicó Portfolio Personal Inversiones (PPI).

Para PPI, el hecho de que las tasas implícitas de los futuros hayan quedado por encima de la que pagan los activos en pesos genera incentivos para desarmar la dinámica previa del mercado de cambios, que consistía en vender dólares para posicionarse en pesos. El famoso carry trade. Ese proceso era clave para mantener la estabilidad cambiaria. La suba de los tipos de cambio también borró en pocos meses de rendimiento de los plazos fijos y se registraron salidas de fondos que estaban en cuentas money market.

Los incentivos a desarmar el
Los incentivos a desarmar el carry trade ponen en riesgo las reservas del BCRA

“Tanto los exportadores como los importadores tienen incentivos a desarmar su carry trade contra el oficial, lo que podría trabar la liquidación de divisas y aumentar la demanda de dólares en el mercado de cambios. Desde la perspectiva de los flujos financieros, desaparecen los incentivos para la toma de préstamos en dólares, y en consecuencia, los créditos en pesos se vuelven más atractivos ante la incertidumbre sobre el esquema cambiario. Es decir, la cuenta financiera pasaría de ofrecer dólares en el MULC a demandarlos, bajo este nuevo escenario de tasas”, advirtió PPI.

En ese contexto hay incentivos para que el BCRA tenga que acelerar el ritmo de ventas, luego de desprenderse de USD 745 millones en las últimas tres ruedas, el nivel más alto desde diciembre. “Difícilmente esta situación mejore mucho en las próximas ruedas si las tasas de los futuros continúan tan por encima de la de las LECAPs, alentando de esta manera la compra de spot y venta de futuros para tomar tasas más altas por parte de las entidades financieras”, dijo Outlier.

La reacción del mercado

La incertidumbre sobre el esquema cambiario también se vio reflejada en la entrevista que Caputo brindó en A24, donde sus declaraciones generaron más confusión, alimentando la demanda de cobertura cambiaria y contribuyendo a la presión alcista sobre el dólar financiero según Outlier.

La semana pasada Caputo dijo en una entrevista con LN+ que ya estaban definidos el programa y el monto que formaban parte del acuerdo con el FMI con el staff técnico del organismo. El ministro de Economía aclaró este martes en A24 que falta aún que el Directorio “le ponga el gancho”. En ambas ocasiones no negó que vaya a haber un cambio en el régimen cambiario y aseguró que no habrá una devaluación.

La devaluación mensual implícita en las posiciones a 1 meses vista (abril), que venía convergiendo a la baja por la expectativa de que el Gobierno sostendría su política cambiaria hasta las elecciones, trepó a niveles del 6% mensual ayer según repasó LCG. Con el incentivo a salir de posiciones en pesos el BCRA vendió USD 474 el viernes, USD 56 M y USD 215 M ayer.

“En paralelo, la brecha cambiaria subió 5 puntos este martes, a 22% (tanto contra el MEP como contra el CCL) y el riesgo país cerró en 787 pbs, 60 pbs por encima del jueves último. Pero en este escenario, parece que el BCRA hizo poco para frenar la escalada. Quizás esto obedezca también al proceso de negociaciones con el FMI, organismo que suele ser reluctante (y cada vez más, a partir de la experiencia con Argentina) a avalar pérdidas de reservas para sostener un valor del dólar que se percibe atrasado”, concluyó LCG.