
Uno de los electrodomésticos que se han vuelto indispensables en la cocina es el microondas, debido a su rapidez y comodidad para calentar alimentos. Aunque su consumo energético es menor que el de otros métodos de cocción, su uso frecuente puede representar un gasto considerable si no se optimiza su funcionamiento.
Cuánta energía consume el microondas
El consumo de un microondas depende de múltiples factores, como su potencia, el tiempo de uso y la función seleccionada. Para calcular su gasto energético, se emplea la siguiente fórmula: Consumo (kWh) = (Potencia (W) x Tiempo de uso (h)) / 1000.
Por ejemplo, un microondas de 800 vatios utilizado 15 minutos al día consumirá aproximadamente 6 kWh al mes, mientras que un modelo de 1000 W con un uso de 10 minutos diarios gastará 4,8 kWh mensuales.
Sin embargo, un factor poco considerado es el consumo en stand-by. Aunque esté apagado, si permanece enchufado a la corriente, puede generar un gasto adicional de 13 a 14 kWh mensuales, lo que equivale a un costo anual de aproximadamente 16.920 pesos argentinos con una tarifa de aproximadamente 940 pesos, según la multinacional energética y petroquímica española, Repsol.
Otro punto a tener en cuenta es la eficiencia energética del aparato. Algunos modelos incluyen tecnología inverter, que permite regular la potencia de manera más precisa y reducir el consumo de energía. Además, los microondas con modos de ahorro de energía pueden minimizar el gasto cuando no están en uso.

Cómo optimizar el uso del microondas para no consumir tanta energía
Reducir el consumo del microondas no implica dejar de usarlo, sino hacerlo de manera más eficiente. Algunas estrategias recomendadas por expertos incluyen:
- Desenchufarlo cuando no está en uso: el consumo fantasma puede representar hasta 11 % del gasto energético de un hogar, por lo que desconectarlo al terminar de usarlo ayuda a ahorrar, tal como recomendó la empresa Naturgy.
- Seleccionar la potencia adecuada: no siempre es necesario utilizar la máxima potencia. Optar por niveles medios para tareas como descongelar o recalentar puede reducir el gasto sin afectar la eficiencia.
- Evitar abrir la puerta antes de que termine el tiempo programado: interrumpir el proceso de calentamiento provoca una pérdida de calor, lo que obliga al microondas a trabajar más para recuperar la temperatura.
- Usar recipientes adecuados: los envases de vidrio o cerámica conservan mejor el calor y reducen el tiempo de cocción en comparación con los de plástico.
- Calentar en volumen: es más eficiente calentar una mayor cantidad de comida en una sola sesión que hacerlo en varias tandas pequeñas.
- Aprovechar el calor residual: apagar el microondas unos segundos antes de que termine el tiempo programado permite que el calor acumulado continúe calentando los alimentos sin gastar energía adicional.
Siguiendo estas recomendaciones, el impacto del microondas en la factura de luz puede reducirse de manera significativa sin afectar su funcionalidad en la cocina.

La lista de los electrodomésticos que más energía consumen
El microondas es solo uno de los electrodomésticos que influyen en el gasto energético del hogar. Según un informe de Edesur, estos son los siete dispositivos con mayor consumo:
- Heladera con freezer: al estar encendida las 24 horas, es el electrodoméstico que más energía demanda, con un consumo de 68 kWh mensuales.
- Aire acondicionado: si se utiliza tres veces por semana, el gasto alcanza 65,33 kWh al mes, pero puede ser mucho mayor con un uso más frecuente.
- Secador de pelo: aunque su tiempo de uso es corto, 50 minutos diarios pueden sumar 22 kWh al mes.
- Televisor LED: un hogar con dos televisores encendidos cinco horas al día registra un consumo de 28,35 kWh mensuales.
- Lámparas LED: aunque más eficientes que las bombillas tradicionales, diez lámparas LED encendidas cuatro horas diarias generan un gasto de 13,86 kWh al mes.
- Plancha: se recomienda agrupar la ropa y planchar menos veces por semana, ya que su gasto es de 13,50 kWh mensuales cuando se usa dos veces por semana.
- Microondas: dependiendo del modelo y la frecuencia de uso, su consumo es de aproximadamente 10,08 kWh mensuales, pero puede optimizarse con un uso eficiente.

Para evitar un incremento excesivo en la factura eléctrica, los especialistas sugieren optar por electrodomésticos con Etiqueta de Eficiencia Energética y ajustar los hábitos de consumo. Equipos con clasificación A++ o superior pueden marcar una diferencia considerable en la reducción del gasto energético.