
El mercado inmobiliario evoluciona con una demanda creciente de viviendas funcionales que respondan a criterios de eficiencia energética, sustentabilidad y diseño flexible. Los compradores buscan propiedades que maximicen el confort y la tecnología.
La arquitectura moderna ha transformado la manera en que se conciben los espacios, con un enfoque en la integración con el exterior y el uso optimizado de los ambientes, una tendencia que se acentuó en los últimos dos años.
A diferencia de décadas anteriores, donde predominaban las construcciones compartimentadas, la tendencia actual apunta a viviendas con distribución abierta, mayor luminosidad natural y materiales innovadores que reduzcan costos de mantenimiento y mejoren el aislamiento térmico y acústico. Además, deben adaptarse a los cambios en los hábitos de vida y a la posibilidad del trabajo remoto, con espacios versátiles y eficientes.
La demanda por propiedades con amenities, espacios verdes y soluciones tecnológicas aumentó
Con un mercado en recuperación, la demanda por propiedades con amenities, espacios verdes y soluciones tecnológicas aumentó. Esto obliga a los desarrolladores a replantear estándares de construcción, integrar conceptos y considerar la revalorización futura de los inmuebles.
Espacios funcionales e integrados
Las viviendas modernas priorizan una conexión fluida con su entorno. Germán Lorenzo, gerente comercial de MilAires, el desarrollo de Ecipsa en Villa Devoto, contó que la calidad de vida es el eje central de los proyectos actuales.
“Creamos espacios amplios y flexibles, integrados con áreas verdes y amenities exclusivas. Más de la mitad del terreno está destinado a estos espacios, en busca de promover el deporte, la convivencia y el contacto con la naturaleza”, destacó.

La distribución de los ambientes también evolucionó. La iluminación natural adquiere un rol protagónico, con grandes ventanales que conectan el interior con terrazas y jardines. Los espacios son flexibles y buscan optimizar el uso de cada metro cuadrado. “La separación entre zonas sociales y privadas mejora la funcionalidad y el confort”, explicó Lorenzo.
Además, los proyectos incorporan espacios como coworking, workspaces privados (áreas de trabajo individuales o compartidas dentro de un edificio residencial) y sectores de recreación que antes no eran prioritarios.

Espacios verdes, áreas de descanso y una planificación eficiente del entorno residencial también ganan protagonismo en los nuevos desarrollos.
Materiales y tecnología
Lucas Gómez Araujo y Brian Kuperman, de BE Desarrollos, contaron a Infobae que los materiales modernos deben ser duraderos, de bajo mantenimiento y sustentables. “Actualmente utilizamos ladrillos de hormigón celular, que reducen el consumo energético en climatización, y sistemas de aguas grises, que permiten reutilizar el agua de duchas y lavamanos para inodoros, lo que logra un ahorro del 20%”, explicaron.
En la misma línea, los paneles solares se convirtieron en un elemento clave para reducir el consumo eléctrico en áreas comunes y luces de emergencia. “La sustentabilidad ya no es un concepto accesorio, sino una necesidad”, afirmó Gómez Araujo.

En el desarrollo Lumena, ubicado en Parque Patricios, también se incorporó tecnología de conectividad con Internet 24/7 en todos los espacios, incluidas las unidades funcionales.
Kuperman detalló: “Apostamos por una infraestructura que permita un servicio sin cortes, y utilizar energía solar para su abastecimiento”.
Además, los avances en domótica y automatización amplían las posibilidades de eficiencia en el hogar.

Sistemas inteligentes de iluminación, termostatos programables y cerraduras electrónicas son algunas de las innovaciones que redefinen la experiencia de habitar una vivienda moderna.
Lo que no puede faltar
Las viviendas modernas que se construirán entre 2025 y 2027 deberán contar con espacios amplios, flexibles y adaptables a distintos usos. “La integración de ambientes es una tendencia que crece. Las cocinas abiertas con islas que separan el espacio social del privado son cada vez más comunes”, explicó Gómez Araujo.
El diseño paisajístico también adquirió mayor relevancia. “No solo cumple un rol estético, sino que promueve la conexión con la naturaleza y genera áreas de relax”, indicó Lorenzo.
Además, los desarrollos actuales incluyen espacios de recreación, deporte y socialización dentro del complejo, lo que responde a la necesidad de reducir desplazamientos y optimizar el tiempo.
El diseño de espacios con aislamiento térmico y acústico, la automatización de la iluminación y la climatización inteligente son elementos que redefinen el mercado (Schvartz)
Javier Schvartz, de Kuan Desarrollos Inmobiliarios, aseguró que la eficiencia energética y la tecnología integrada son aspectos fundamentales en la vivienda moderna. “El diseño de espacios con aislamiento térmico y acústico, la automatización de la iluminación y la climatización inteligente son elementos que redefinen el mercado”, afirmó.
A esto se suma la tendencia hacia viviendas modulares, que permiten adaptarse a las necesidades cambiantes de los propietarios.

Espacios reconfigurables, ampliaciones escalonadas y mobiliario multifuncional son algunas de las soluciones más valoradas por los compradores actuales.
Precios y financiación
El valor del metro cuadrado en proyectos de alta calidad como MilAires parte desde USD 3.700 en unidades de dos y tres ambientes, con proyecciones que superan USD 4.000 para 2027. “El emprendimiento se valorizó constantemente”, aseguró Lorenzo.
Tras alcanzar niveles históricos, los costos de construcción se estabilizaron, aunque en la ciudad de Buenos Aires no bajan de USD 1.600 por m2.

El acceso al financiamiento privado es un factor clave en el mercado actual. En el caso de BE Desarrollos, se ofrecen planes de hasta 50 cuotas en pesos, y se permite la posesión de la unidad con solo el 30% de anticipo y pagos mensuales equivalentes al valor de un alquiler. “Esto permite que las familias puedan mudarse sin esperar a completar el pago total de la propiedad”, explicó Kuperman.
Las unidades parten desde USD 80.000, con metrajes que van desde 52 m2 hasta 103 m2.
Gómez Araujo agregó: “Apostamos a la zona sur de CABA (el nuevo Código Urbanístico porteño aspira a que esta área de la ciudad se expanda), que cuenta con buena conectividad y espacios verdes, y donde el valor del m2 aún tiene margen de crecimiento”.
Qué materiales se usan más
En los dormitorios, la tendencia es la incorporación de materiales térmicos y acústicos que mejoran la calidad del descanso. Las carpinterías de PVC con doble vidriado hermético y los revestimientos de madera natural o vinílica son cada vez más utilizados para aportar aislamiento y calidez.
Además, los placares modulares con puertas corredizas y sistemas de iluminación LED integrada optimizan el espacio y mejoran la experiencia de uso.

En los livings, el concepto de espacios amplios y conectados con el exterior sigue en crecimiento. Las aberturas de grandes dimensiones con marcos de aluminio negro o anodizado y vidrios de baja emisividad permiten mayor entrada de luz sin perder eficiencia térmica.
Los pisos de porcelanato símil madera reemplazan progresivamente a los materiales tradicionales, ya que ofrecen resistencia, fácil mantenimiento y continuidad visual con otros ambientes
Los pisos de porcelanato símil madera reemplazan progresivamente a los materiales tradicionales, ya que ofrecen resistencia, fácil mantenimiento y continuidad visual con otros ambientes. También se imponen paredes revestidas en piedra natural o placas decorativas en tonos neutros que aportan textura y sofisticación.
En los baños, los materiales elegidos priorizan la durabilidad y la facilidad de limpieza. Las mesadas de cuarzo o mármol sintético ganan terreno sobre el granito por su resistencia a la humedad y su bajo mantenimiento.

Las griferías negras o doradas con tecnología de ahorro de agua marcan tendencia, mientras que las mamparas de vidrio templado desplazaron a las cortinas tradicionales, mejoran la estética y funcionalidad del espacio. En cuanto a los revestimientos, las placas de gran formato en tonos claros generan amplitud y continuidad visual.
Los espacios exteriores también evolucionaron. Los jardines buscan integrar vegetación con elementos sustentables, como pisos drenantes y sistemas de riego automatizado.
Los jardines buscan integrar vegetación con elementos sustentables, como pisos drenantes y sistemas de riego automatizado
En los balcones, las barandas de vidrio laminado permiten una mayor conexión con el entorno, mientras que las cubiertas de deck sintético reemplazan a la madera tradicional por su mayor durabilidad.
Modificaciones en el diseño
El diseño de las viviendas evolucionó en los últimos dos años. La tendencia apunta a ambientes integrados y multifuncionales. “Los dormitorios en suite y los espacios de guardado se volvieron esenciales, al igual que las cocinas integradas al living”, destacó Kuperman.
En materiales, Schvartz mencionó innovaciones como los vidrios fotovoltaicos, que generan energía a partir de la luz solar, y los ladrillos bioplásticos (fabricados con plástico reciclado, que son una alternativa sostenible a los ladrillos tradicionales de arcilla o cemento), que reducen la huella ambiental.

“También se utilizan sistemas de monitoreo con drones para optimizar las obras y reducir desperdicios”, agregó.
Las construcciones modulares y la impresión 3D ganan terreno, permiten reducir costos y tiempos de ejecución. Los compradores valoran cada vez más la eficiencia energética y la automatización.
Javier Schvartz concluyó: “La iluminación inteligente, los sensores de temperatura y los sistemas de seguridad avanzados se convirtieron en estándares del mercado”.