
En la madrugada de este jueves, los gremios que representan a los trabajadores aceiteros lanzaron un nuevo paro nacional, que paralizó los puertos de salida de las principales exportaciones argentinas. La medida, impulsada por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo, fue anunciada como respuesta a una serie de incidentes ocurridos en las instalaciones de la empresa Explora SA, en Puerto San Martín, provincia de Santa Fe.
El conflicto se desató luego de que, en la noche del miércoles, trabajadores de la empresa se manifestaron exigiendo la reincorporación de empleados despedidos, un reclamo que estuvo marcado por la intervención de la Prefectura Naval Argentina. Según los gremios, los efectivos de la Prefectura actuaron con violencia, reprimiendo a los manifestantes con una fuerza desmesurada. La situación generó una serie de tensiones y acusaciones entre los sindicatos y las autoridades, lo que derivó en el lanzamiento de la huelga en toda la región.
El origen del conflicto
El conflicto en Explora SA comenzó cuando los trabajadores de la planta realizaron una retención de tareas debido a la falta de pago del bono anual correspondiente a 2024. Ante esta medida, la empresa despidió a cuatro empleados, lo que agudizó la crisis laboral en la zona. Los sindicatos denunciaron que la empresa se negó a cumplir con la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, lo que generó una mayor indignación entre los trabajadores.
Además de los despidos, el conflicto en Explora también involucra temas más amplios relacionados con la paritaria del sector y el incumplimiento de acuerdos previos, lo que llevó a la convocatoria de un paro en la región. La Cámara de la Industria Aceitera de la Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), principales entidades empresariales del sector, se manifestaron en contra de la huelga, argumentando que el conflicto en Explora es ajeno a la industria aceitera en su conjunto.
La reacción de los gremios
Los sindicatos aceiteros no tardaron en responder con contundencia a la intervención de las fuerzas de seguridad. En un comunicado conjunto, tanto la FTCIODyARA como el SOEA San Lorenzo indicaron que la represión de los trabajadores de Explora SA no quedaría sin respuesta. Aseguraron que la decisión de paralizar todos los puertos de la región de Rosario era una medida necesaria para responder a lo que consideraron un abuso por parte de las autoridades. “Estamos parando contra la represión del Estado Nacional contra nuestros compañeros obreros aceiteros”, señalaron.
La situación se complicó aún más cuando los gremios señalaron que el conflicto había escalado a un nivel crítico. En un contexto de creciente violencia, los sindicatos expresaron su temor de que las represalias del Estado pudieran seguir aumentando. De hecho, en las últimas horas, un trabajador y una manifestante fueron heridos tras otro episodio de represión en la ciudad de Buenos Aires, lo que alimentó la preocupación por la seguridad de los trabajadores en conflicto.
La postura de las cámaras empresariales
Por otro lado, las cámaras empresariales del sector aceitero tomaron una postura firmemente opuesta al paro. CIARA y CEC denunciaron que el paro en Rosario era ilegal, especialmente teniendo en cuenta que desde la noche anterior ya había sido dictada una conciliación obligatoria que obligaba a suspender las medidas de fuerza. Desde el sector empresarial, se hizo un llamado a la sensatez, instando a los líderes sindicales a abandonar lo que consideraron objetivos políticos personales y regresar a la mesa de negociaciones.
Según las cámaras, el conflicto en Explora no involucraba a la industria aceitera en general y debería resolverse en el ámbito correspondiente. Además, las cámaras recordaron que, a pesar de los problemas planteados por los gremios, las empresas aceiteras habían garantizado que no habría pérdida de salario frente a la inflación del año en curso, lo que consideraron un esfuerzo por parte del sector para proteger los derechos de los trabajadores.
La respuesta del gobierno y la legalidad del paro
A medida que el conflicto se intensificaba, el Ministerio de Trabajo intervino en el asunto, convocando a los sindicatos y a las cámaras empresariales a una reunión para tratar la ilegalidad del paro. A las 7 de la mañana de este jueves, los representantes de las empresas aceiteras presentaron una solicitud formal ante la Secretaría de Trabajo solicitando la declaración de ilegalidad del paro. Según fuentes oficiales, ya se había convocado a los representantes sindicales para discutir la situación.
En tanto, los sindicatos de la región de Rosario continúan con su paro, al menos hasta el momento, sin que la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (FTCIODyARA) se haya sumado a la huelga. De hecho, para que el paro se convierta en una medida nacional, sería necesario que la Federación se uniera a la acción. Sin embargo, hasta el momento, eso no ha sucedido.
Consecuencias de la paralización
La paralización de los puertos y fábricas en Rosario tiene implicancias directas sobre las exportaciones de productos derivados de la soja, que constituyen una de las principales fuentes de divisas para el país. Rosario, como principal puerto agroexportador de Argentina, representa el centro neurálgico de las exportaciones de aceite de soja y harina de soja, productos de alta demanda en los mercados internacionales. La paralización de la actividad en este sector podría tener repercusiones significativas no solo en la economía local, sino también a nivel nacional.
A pesar de que la huelga inicialmente no fue nacional, los efectos de la paralización podrían extenderse rápidamente si otros sindicatos se suman a la medida de fuerza. Por el momento, los gremios aceiteros de San Lorenzo siguen liderando la acción, mientras que las negociaciones entre las partes se mantienen en un punto muerto.