En la industria automotriz se dice que por su historia y tradición, Argentina es una especie de “Planeta pick-up” o un país “pickapero”. Y no hay mejor prueba para confirmarlo que la cantidad de camionetas que se fabrican en las plantas locales y que se ampliará en los próximos dos años.
Actualmente hay cinco marcas que producen pick-up medianas, es decir las que tienen chasis y motor turbodiésel, una capacidad de carga cercana a los 1.000 kg y una oferta de versiones que van desde la cabina simple o el chasis, hasta las potentes V6 doble cabina que tienen un equipamiento de confort similar al de los SUV de alta gama del mercado.
Por ser considerados vehículos diseñados para el trabajo, se los considera comerciales livianos, y esa condición les permite no ser alcanzados por los impuestos internos. Pero además, por las mismas razones no pagan el 100% del IVA sino la mitad, es decir un 10,5%, y en muchas jurisdicciones del país tienen un régimen especial respecto al impuesto automotor, patente, que les permite pagar menos de la mitad de lo que correspondería de acuerdo a su precio.
Las recientes medidas impositivas del gobierno, eliminando el impuesto PAIS y la primera escala del impuesto interno, no tuvo mayor impacto en las camionetas. En el primer caso era un impuesto que se aplicaba sólo a las autopartes e insumos importados con los que se fabrican las pick-up, que si bien pueden llegar al 50% en el peor de los casos, el promedio de la industria automotriz de este tipo de vehículos está entre el 30% y el 40%. El impuesto interno, en cambio, no cambió en nada los precios, por la razón anteriormente explicada.
Es por eso que las camionetas podrían considerarse la mejor referencia del comportamiento de precios del mercado automotor argentino. Sus aumentos dependen de los costos y la política que todas las terminales tengan para posicionarse frente a la competencia.
Normalmente se menciona que las más equipadas tienen precios muy elevados, cercanos a los $70.000.000. Pero dentro del universo de camionetas, están las versiones que se utilizan realmente para el trabajo duro y pesado y no tanto para actividades recreativas y de esparcimiento.
Son las pick-up de tracción simple, las denominadas 4x2, que tienen tracción en las ruedas traseras y en las que hay un equipamiento más básico, tienen llantas de chapa, la caja de carga sin revestimiento, no traen barra de San Antonio y la llave suele ser de tambor y no de presencia entre otras cosas. Son camionetas pensadas para quién trabaja con un vehículo utilitario y necesita ser eficiente entre el precio que paga y el rendimiento comercial que obtiene.
En este rubro, Toyota produce una versión de Hilux 4x2 sólo con chasis, es decir que tiene cabina simple y no tiene caja de caga sino sólo los largueros, y también una versión de caja larga y cabina con una solo hilera de asientos. Estos son los dos modelos más baratos del mercado de pick-up con precios de $32.434.000 y $34.976.000 respectivamente. En cambio, la versión más accesible de Hilux 4x2 con cabina doble tiene un precio más elevado que la sitúa por detrás de otros competidores.
Es ahí donde entra General Motors, que es la única terminal automotriz argentina que trae importada su camioneta de una tonelada. La popular Chevrolet S-10 se fabrica en Brasil y acaba de ser rediseñada y reconfigurada con 5 versiones, aunque sólo una con tracción simple. Se trata de la S-10 CD que tiene el poderoso motor 2.8 litros, capaz de entregar una potencia de 207 CV, pero que sólo se ofrece con opción de caja manual de 6 velocidades. Su precio es de $38.315.900.
Renault produce su pick-up compartiendo plataforma y tren motriz con Nissan en su histórica planta cordobesa de Santa Isabel. La Renault Alaskan de tracción simple se llama Confort, tiene un motor 2.3 de 160 CV y el precio es $38.320.000. Para tener caja automática se debe saltar dos categorías hasta llegar a la versión llamada Intens, que tiene el motor 2.3 con doble turbo de 190 CV, pero su precio es de $44.980.000.
Justamente después viene Nissan, que ofrece su pick-up mediana en una versión de acceso a la gama con tracción simple denominada Frontier S. Tiene el motor 2.3 litros turbodiésel de 160 CV y caja manual en $39.205.700. Sin embargo, existe la versión de caja automática con el mismo motor en versión Biturbo de 190 CV que tiene un precio de $41.629.400.
Entonces aparece la versión de Toyota Hilux 4x2 de doble cabina, que se ofrece con caja manual en $39.413.000 y con caja automática en $40.596.000. Ambas versiones tienen el motor motor turbodiésel de 2.4 litros y 150 CV en la especificación DX de equipamiento, el más básico.
Ford será la próxima terminal que ofrezca una versión cabina simple de su pick-up mediana, aunque todavía no tiene fecha de presentación ni precio sugerido. Así, la versión de acceso con tracción simple es la Ranger XL, que tiene el motor 2.0 litros de 170 CV con caja manual en $41.298.000. No hay versión XL con caja automática, y la primera que la incorpora es la XLT, con otro nivel de equipamiento, motor Biturbo de 210 CV y un precio muy superior de $54.606.500.
Finalmente, Volkswagen tiene una nueva gama de su camioneta Amarok. Las versiones de tracción simple más accesibles son las Trendline, equipadas con el motor turbodiésel de 2.0 litros que entrega 140 CV y un precio de $42.620.050. Al igual que Ford, no tiene una versión Trendline con caja automática. Esa opción aparece con las Comfortline, que también tiene el motor de dos litros pero con 180 CV de potencia y un precio de venta de $51.623.900.
