
En el Día de la Mujer, el mercado inmobiliario de la Argentina refleja el creciente protagonismo femenino al momento de definir operaciones de alquiler o compra. Según datos de Zonaprop, el 68% de las personas que buscan propiedades en su plataforma son mujeres. De ese total, el 54% orienta su búsqueda al alquiler, mientras que el 46% lo hace a propiedades en venta.
La inclinación hacia el alquiler responde a múltiples factores, desde las dificultades para acceder a créditos hipotecarios hasta la búsqueda de mayor flexibilidad ante cambios laborales o familiares.
Sin embargo, el interés por la compra sigue vigente, impulsado por quienes consideran la propiedad como un resguardo de valor frente a la inflación.
Brecha salarial y acceso al crédito
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres al momento de acceder a una propiedad es la brecha salarial. Según el INDEC, durante el primer trimestre de 2024 las mujeres ganaron en promedio 27% menos que los hombres. Esta diferencia implica, por ejemplo, trabajar 8 días y 10 horas más al mes para alcanzar el mismo nivel de ingreso.
Esa desigualdad salarial afecta de manera directa la posibilidad de ahorrar para la compra de una vivienda o reunir los requisitos para acceder a un crédito hipotecario. Sabrina Castelli, CEO de Mujer Financiera, explicó que muchas mujeres sienten desconfianza o inseguridad al momento de tomar decisiones de inversión, en parte por una menor educación financiera, pero también por el temor a asumir riesgos en un contexto económico volátil”.
La decisión entre alquilar o comprar
Asumir un crédito hipotecario representa un compromiso financiero a largo plazo, con cuotas ajustadas por inflación —en la mayoría de los casos, a través de créditos UVA—.
Castelli señaló que, si bien el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyecta una inflación de 25,9% para 2025, no hay garantías sobre cuál será la evolución de los precios en los próximos años.
Esa incertidumbre lleva a varias mujeres a priorizar la opción de alquilar, mientras evalúan con cautela las condiciones de un eventual crédito. Entre los factores clave que recomiendan analizar, Castelli mencionó el Costo Financiero Total (CFT), que incluye no solo la tasa de interés, sino también comisiones, seguros e impuestos.
A esto se suman otros gastos asociados a la compra, como los costos de escrituración y honorarios inmobiliarios. En algunos casos, la relación con el banco también puede marcar diferencias: las entidades suelen ofrecer mejores condiciones a clientes que cobran sus salarios allí, lo que puede inclinar la balanza en favor de ciertos bancos.
Perfil de búsqueda y rol en la decisión
Desde el sector inmobiliario confirmaron que las mujeres no solo lideran las búsquedas, sino que tienen un perfil muy específico al momento de elegir una propiedad. Gabriela Roig, de la inmobiliaria Roig Parasol Propiedades, señaló que “las mujeres saben lo que quieren, distinguen la calidad y aplican un filtro muy exigente antes de definir”.
En el caso de las parejas, la mujer suele ser quien lleva adelante la selección inicial y analiza en detalle aspectos “como la seguridad, la ubicación, la cercanía a escuelas o universidades y la funcionalidad de los espacios”, amplió Roig.
Desde el sector destacan que esta evaluación no es únicamente estética: incluye aspectos prácticos como el tamaño de los dormitorios, la distribución del espacio de guardado y el monto de las expensas.
Vanesa Ibarra, de Salguero Propiedades, observó una tendencia cada vez más marcada de mujeres que buscan propiedades en forma independiente. En muchos casos, se trata de profesionales jóvenes que priorizan su autonomía, mujeres separadas que inician una nueva etapa o madres que buscan estabilidad para sus hijos.

Ese cambio de perfil también modifica la oferta del mercado. Según Ibarra, las desarrolladoras incorporaron amenities pensados para este segmento: espacios de coworking, seguridad las 24 horas, accesos cercanos a transporte público y áreas comunes adaptadas a las necesidades de familias monoparentales.
Buenas negociadoras y cierre de operaciones
Si bien en muchos casos la mujer lidera la búsqueda y selección, la etapa de negociación solía quedar históricamente en manos de los hombres. Sin embargo, esto también está en etapa de cambio. Cada vez más mujeres participan activamente en las negociaciones, analizan costos, piden descuentos y buscan obtener las mejores condiciones posibles.
“Hay de todo”, dijo Ibarra. “Si bien es cierto que muchas mujeres priorizan lo funcional y lo práctico —cuántos dormitorios tiene, dónde queda el lavadero o cuánto se paga de expensas—, también hay muy buenas negociadoras que no dudan en pelear el precio como cualquier inversor experimentado”.
Ese rol más activo se complementa con una visión integral que no solo pone el foco en el valor económico de la propiedad, sino en cómo se adapta al proyecto de vida de cada mujer. En el caso de familias con hijos, la cercanía a colegios y la seguridad del entorno son factores determinantes.

En otros casos, el acceso rápido al trabajo o la posibilidad de contar con espacios de trabajo en casa son prioridades clave.
Herramientas y oportunidades
Aunque las barreras de acceso siguen presentes, las especialistas destacan que el crecimiento de la educación financiera y la aparición de nuevas herramientas de inversión específicas para mujeres —como los programas de ahorro con perspectiva de género o las líneas de crédito orientadas a emprendedoras— comenzaron a cerrar la brecha.
“El protagonismo creciente de las mujeres en el mercado inmobiliario no es solo una tendencia comercial, sino parte de un proceso de transformación social”, sostuvo Roig.
Con cada vez más independencia económica y una mayor participación en la toma de decisiones financieras, las mujeres reconfiguran el mercado y redefinen las prioridades al momento de elegir dónde y cómo vivir.