El FMI aseguró que no será vinculante la decisión del Congreso para firmar el nuevo acuerdo con Argentina y enviar fondos extras

Julie Kozack, vocera del organismo, explicó en conferencia de prensa que aunque valoran el apoyo político y social la eventual sanción de una ley convalidando los términos del programa económico “es una cuestión de derecho interno” que no influye en la decisión del board

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Javier Milei y Kristalina Georgieva
Javier Milei y Kristalina Georgieva durante su ultimo encuentro en la sede del FMI, (Washington, Estados Unidos)

(Desde Washington, Estados Unidos) El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró hoy que Argentina podrá acceder a los desembolsos extras que se asignen en el futuro acuerdo, pese a un eventual rechazó del programa en el Congreso o a la imposibilidad de su tratamiento en las cámaras del Parlamento.

“Asegurar el apoyo del Congreso es una decisión de las autoridades tal como lo establece la legislación interna argentina. Y al mismo tiempo, por supuesto, como acabo de señalar, un amplio apoyo político y social puede mejorar la implementación del programa. Las preguntas relacionadas con el proceso específico para lograr o buscar el apoyo del Congreso deben dirigirse realmente a las autoridades argentinas porque es una cuestión de derecho interno”, explicó Julie Kozack, directora de comunicación del FMI.

Y completó: “Desde nuestro lado, como señalé, las negociaciones continúan de manera constructiva. En términos del proceso desde el lado del FMI, una vez que se completen las negociaciones, como con cualquier programa del FMI o programa propuesto, el acuerdo final, los documentos requerirán la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI.

Julie Kozack, directora de comunicación
Julie Kozack, directora de comunicación del Fondo Monetario Internacional (FMI), un durante una conferencia de prensa en Washington, (Estados Unidos)

Las declaraciones de Kozack despejan la única duda política que se tenía en Balcarce 50. Ahora quedó absolutamente claro que la Casa Rosada tendrá las partidas extras -sin importar su monto definitivo- cuando el directorio del FMI apruebe el denominado Staff Level Agreement (SLA).

Javier Milei tiene una ventaja política en la negociación con el FMI: es apoyado por Donald Trump, que controla al organismo multilateral de crédito a través de la Secretaria del Tesoro. Un día después del encuentro de Milei con Trump, Scott Bessent -secretario del Tesoro- abrió las puertas de su despacho para recibir a Luis Caputo, que estaba en DC acompañando al presidente.

Fue un hecho inédito. Nunca el secretario del Tesoro se reunió el domingo con un ministro de Economía argentino, y menos todavía cuando la Casa Blanca preparaba su guerra de aranceles contra México, Canadá y China para frenar la inmigración indocumentada y el tráfico de fentanilo.

Caputo describió a Bessent su plan de ajuste económico y el programa que está negociando con el staff del Fondo y Georgieva. Bessent hizo las preguntas rigor, y el cónclave permitió confirmar que la Casa Blanca apoya al gobierno de La Libertad Avanza.

Javier Milei y Donald Trump
Javier Milei y Donald Trump junto a Karina Milei, Gerardo Werthein, Luis Caputo y Mike Waltz, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, tras la reunión de ambos mandatarios en la cumbre de la CPAC

Pero el respaldo de Trump no alcanza para aplacar ciertos cuestionamientos técnicos del FMI a la propuesta de Argentina, ni sirve para lograr que las cámaras legislativas aprueben el desembolso extra que se concederá para fortalecer las reservas del Banco Central y -eventualmente- abrir el cepo financiero.

En la burocracia del FMI, la Argentina es considerada el rayo de la muerte. Funcionarios muy influyentes y con alto nivel académico ahora dan clases en las universidades de Estados Unidos o toman sol en Miami recordando los bifes de lomo que comían en Las Cañitas, cuando bajaban a Buenos Aires para negociar con las administraciones de Mauricio Macri y Alberto Fernández.

Desde esta perspectiva, Georgieva y su staff aún son reluctantes a aceptar determinadas premisas que plantea Argentina. La directora gerente quiere cubrir las espaldas de sus asesores, y batalla con Caputo asumiendo que el secretario del Tesoro un día de marzo llamará para decir que la función terminó.

Javier Milei en la apertura
Javier Milei en la apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso, adonde anunció que enviará el futuro programa con el FMI

Al concluir la discusión técnica con el FMI, se conocerá el Staff Level Agreement (SLA), que explica qué acordó la Casa Rosada para recibir el desembolso extra. Ese Staff Level Agreement se eleva al directorio del Fondo, que es controlado por Estados Unidos y habitualmente se toma dos semanas para aprobar.

Mientras el Staff Level Agreement esté a consideración del board, habrá un fuerte debate parlamentario acerca de su alcance y sus contenidos. Está vigente la Ley Guzmán, que establece el tratamiento obligatorio de las futuras deudas que asume el Poder Ejecutivo con organismos multilaterales.

“Dada la importancia estratégica que tiene este acuerdo para la Argentina, quiero anunciarles que en los próximos días le pediré al Congreso que apoye al Gobierno en este nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, dijo el Presidente hace cinco días.

Y agregó: “Este nuevo acuerdo nos brindará las herramientas para allanar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente para todos nuestros ciudadanos y para poder atraer mayores inversiones que se traduzcan en menor inflación, mayor crecimiento y nivel de empleo, con las consecuentes mejores salarios que implican menor cantidad de pobres e indigentes”.

Milei y Caputo antes de
Milei y Caputo antes de viajar a la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos

Hasta anoche. Balcarce 50 tenía intenciones de enviar al Congreso un pedido de aprobación del acuerdo del FMI sin aportar los detalles técnicos. Esa decisión política encierra una contradicción hermenéutica: la Ley Guzmán fue aprobada para que los legisladores conocieran los términos específicos del endeudamiento -metas y obligaciones-, y a continuación emitieran su dictamen político.

Si el Poder Ejecutivo no remite la autorización con el texto del Staff Level Agreement, se estaría violando el espíritu de la norma redactada por el exministro de Economía. Milei y Caputo pueden alegar que la ley taxativamente no exige el acompañamiento del SLA, pero es obvio que para dar un consentimiento se debe conocer que se consiente.

Y al margen de las discusiones políticas, legales y académicas, el Gobierno necesita mayorías simples en Diputados y Senado, que serán difíciles de obtener en la actual coyuntura de la Argentina.

De todas maneras, la portavoz Kozack fue explícita: la aprobación del futuro acuerdo depende -únicamente- de la decisión del board del FMI.

Y esa decisión está en manos de Trump, que considera a Milei su aliado estratégico en América Latina.