
Cuando se comienza a hablar de devaluación y aparecen interlocutores para un debate, es porque el mercado se volvió incrédulo y está abierto a cualquier especulación.
Por eso, el informe del Bank of America que auguró un dólar a $1.400 a fin de año contra el de $1.207 que figura en el presupuesto, armó un debate que se trasladó al mercado de futuros donde el dólar a fin de año subió 0,66% a $1.290, casi 7% sobre el que debería tener si se sigue el ritmo de devaluación de 1% mensual.
EconViews, la consultora de Miguel Kiguel advirtió que los “futuros están por encima del crawling. La devaluación implícita en los contratos futuros promedia 1,7% mensual entre marzo y setiembre y sube a 2,5% mensual entre octubre y diciembre. Como resultado, la diferencia contra el oficial con crawling al 1% en diciembre llega a 9,8%”.
La estimación del banco tuvo defensores y opositores. Para algunos es el resultado de armar dólar sintético y apostar a la tasa de interés, otros veían una postura normal porque las empresas quieren cubrirse. Los que negaban el precio al alza, ponían como ejemplo la inmovilidad de los bonos dollar linked que ajustan por devaluación.
El trader Esteban Monte señaló que el informe de Bank of America es la reiteración del que publicó en enero. “No entiendo porque agarran el mayor tipo de cambio y no los otros. Parece que generara rechazo publicar que HSBC proyecta un tipo de cambio de $1.270 o que JP Morgan lo ve en $1.300 para fin de año”, señaló el trader.
El tema es que los inversores están parados en un escenario sin soportes por la inestabilidad política que genera Estados Unidos y la que crece en la Argentina tras el escándalo de $LIBRA y el nombramiento por decreto del juez Ariel Lijo.
Ayer, por caso, Donald Trump le advirtió a la Unión Europea que con el gabinete tomaron una decisión que harán pública en el corto plazo de subir todos los aranceles al 25%: “Seamos sinceros, la Unión Europea se creó para fastidiar a Estados Unidos. Ese es su propósito y lo lograron, pero ahora soy el Presidente”.
En la amenaza está incluido el castigo al subsidio al agro europeo que afecta también a la Argentina. También recordó que los aranceles a las importaciones mexicanas y canadienses regirán desde el 2 de abril.
Brasil no escapó a la lista de países que pueden padecer sus represalias. El embajador norteamericano en Brasilia emitió un fuerte comunicado que entre líneas se puede leer como una defensa a Elon Musk. “El respeto a la soberanía es una vía de doble sentido con todos los socios de Estados Unidos, incluido Brasil. Bloquear el acceso a la información e imponer multas a empresas con sede en Estados Unidos por negarse a censurar personas que viven en Estados Unidos es incompatible con los valores democráticos, incluida la libertad de expresión”.

El comunicado derrumbó a la Bolsa de San Pablo que perdió casi 1%, mientras el real se devaluó a 5,81 contra el dólar. El jueves pasado estaba en 5,70. El ETF que representa las acciones y bonos brasileños perdió 1,6%. Brasil, como se ve, ha dejado de ser destino de inversores incluidos los argentinos que apostaron a las acciones y bonos de Brasil cuando comenzó el derrumbe de los activos argentinos.
Este clima de inestabilidad global hizo que el oro alcance un récord de USD 2.933 por onza, que suban los bonos del Tesoro norteamericano y bajaran su rendimiento a 4,25% nivel que tenían el 16 de diciembre pasado.
Para los analistas, este movimiento recién empieza. El Bitcoin no se salvó y perdió 4% de su valor en la medianoche cotizaba a poco más de USD 84.964.
El panorama para los inversores argentinos es similar al del resto del mundo. La política interfiere con la economía. Los aranceles son la oposición a la libertad de mercados. Por eso, los buenos números fiscales y de crecimiento, no pudieron contrarrestar las últimas decisiones de Javier Milei. El mercado respondió y en una de sus respuestas hizo ver su temor a las decisiones políticas.
En la Bolsa, las acciones relacionadas con Telecom, que acaba de ser comprada por Telefónica, tuvieron bajas importantes. Tanto Telecom como CableVisión perdieron 4,8%. En el mercado hay temor de que esta adquisición sea anulada o condicionada por medidas antimonopólicas. El dictamen de la Hidrovía es un antecedente que pesó en las decisiones de invertir.
Lo cierto es que el índice Merval de las acciones líderes terminó con una caída de 0,3% en pesos y 1,3% en dólares.
El riesgo país, que parecía que iba a seguir subiendo se mantuvo neutro porque los bonos soberanos, pasada la mitad de la rueda, equilibraron la caída y el riesgo país subió una unidad a 749 puntos básicos.
Los dólares financieros tuvieron escaso movimiento y el MEP se mantuvo sin cambios en $1.211,56, mientras el contado con liquidación (CCL) subió $11,28 (+1%) a $1.220. El “blue” bajó $10 a $1.230 millones.
En el Mercado Libre de Cambios el Banco Central compró USD 111 millones y acumula USD 1.763 millones en el mes. Las reservas subieron 33 millones a USD 28.712 millones.
El resultado de la licitación de Bonos del Tesoro se dio antes del cierre de los mercados y no movió el amperímetro de los inversores a pesar de que el Gobierno cumplió las metas. Vencían $2,7 billones y se recibieron ofertas por $5 billones de las que se adjudicaron $4,4 billones a una tasa efectiva mensual de 2,6%.
Los bonos más buscados fueron los que vencen en marzo (el plazo más corto) y junio 2025 (el plazo más largo). Entre los dos reunieron $2,7 billones que representan 60% de lo adjudicado.
En la licitación anterior explicaron, como un logro, que no pudieron cubrir los vencimientos del Tesoro por el llamado “Punto AnKer” que indica que los bancos restringieron su oferta porque necesitan los pesos para los créditos al sector privado que es más rentable y refleja la reactivación de la economía.
Esa experiencia, tal vez provocó que en esta licitación los plazos fueran exageradamente cortos y la tasa de interés inesperadamente alta.
El agro tampoco tuvo buenas noticias. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que “el mercado de Chicago continuó con su rally bajista. Los futuros de trigo cayeron por el ajuste de posiciones de fin de mes y la expectativa de mayor siembra de maíz en Estados Unidos, en un contexto de mejores perspectivas para los cultivos de invierno en Rusia. El maíz también retrocedió ante previsiones de una mayor área sembrada y las lluvias en Argentina y Brasil, que aliviaron preocupaciones productivas. Finalmente, la soja siguió la tendencia general, afectada por las tensiones comerciales de Estados Unidos, el avance de la cosecha en Brasil y las mejoras climáticas en Sudamérica”.
Para hoy se espera otra rueda en acciones donde lo más importante serán los balances bancarios. Los bonos soberanos seguirán a merced de la inestabilidad global.