El Ejecutivo avanza con una transformación en el sistema vial. Se prevé la eliminación de las cabinas de cobro y la incorporación de nuevas tecnologías para agilizar el tránsito. También se analiza el rol del sector privado en la gestión de los corredores nacionales.
El Gobierno Nacional conducido por Javier Milei confirmó una reforma integral en el esquema de peajes de las rutas del país. La iniciativa busca reemplazar las cabinas tradicionales por un sistema de cobro digital sin barreras, con el objetivo de mejorar la fluidez del tránsito y reducir tiempos de espera. La medida fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien señaló que el cambio busca eliminar los embotellamientos y modernizar la infraestructura vial.
La transformación se inscribe dentro del plan de desregulación y simplificación administrativa impulsado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. Además de la eliminación de las cabinas, el esquema prevé una mayor participación del sector privado en la gestión de los corredores nacionales, lo que podría implicar modificaciones en el modelo de concesiones.
Implementación del sistema sin barreras
El nuevo sistema de peajes sin barreras utilizará tecnología de identificación automática para registrar el paso de los vehículos. Según explicó Adorni, el mecanismo permitirá que los conductores transiten sin detenerse, agilizando el flujo vehicular y reduciendo las demoras. “El objetivo es simplificar la circulación en las rutas nacionales y eliminar las esperas innecesarias”, afirmó el funcionario.
El Gobierno trabaja en la implementación de un sistema similar al utilizado en Uruguay, donde cada automóvil lleva adherido un identificador electrónico vinculado a un medio de pago. En la Ciudad de Buenos Aires, el modelo de TelePase ya opera con un esquema similar en autopistas, permitiendo el cobro automático sin necesidad de que los vehículos se detengan.
En el caso de las rutas nacionales, la transición hacia el nuevo modelo requerirá inversiones en infraestructura y adaptación tecnológica. Si bien aún no se definió la fecha exacta de implementación, fuentes oficiales aseguraron que la intención es avanzar en las próximas semanas.
Participación del sector privado
Otro eje central del plan es la privatización parcial de la red vial. Actualmente, la empresa estatal Corredores Viales administra más de 6.000 kilómetros de rutas, pero el Gobierno busca transferir parte de la gestión al sector privado. Esta decisión responde al deterioro de varias autopistas y la falta de actualización en las tarifas de peaje, lo que, según el Ejecutivo, limita la capacidad de inversión en mantenimiento y obras.
“La participación privada permitirá mejorar la infraestructura y garantizar el mantenimiento adecuado de las rutas”, sostuvieron fuentes oficiales. El nuevo esquema contempla que las concesionarias inviertan en nuevas obras a cambio de la explotación de los corredores, lo que podría implicar un ajuste en los valores de los peajes.
El Gobierno también analiza el impacto que esta medida tendrá en el empleo. La eliminación de las cabinas de cobro afectará a trabajadores del sector, aunque aún no se detalló cómo se manejará la transición. En Santa Fe, por ejemplo, se denunció la posible pérdida de puestos de trabajo en el Puente Rosario-Victoria, cuya concesión finaliza el 9 de abril.
Beneficios ambientales y operativos
El sistema de peajes sin barreras no solo busca mejorar el tránsito, sino también reducir el impacto ambiental. Según el Gobierno, la eliminación de las paradas obligatorias en los peajes disminuirá la contaminación generada por los embotellamientos. Los vehículos podrán mantener una velocidad constante, reduciendo las emisiones de gases.
Además, el modelo digital facilitará el control del pago de peajes. En el actual sistema, algunos conductores evaden el pago utilizando carriles exclusivos para vehículos pesados o aprovechando las barreras levantadas en horarios nocturnos. Con el sistema de identificación automática, el cobro será más eficiente y evitará evasiones.
Peajes sin barrera en la Ciudad de Buenos Aires
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el sistema de TelePase ya funciona en varias autopistas con un modelo de cobro sin barreras. La tecnología permite registrar el paso de los vehículos a través de un dispositivo adherido al parabrisas, vinculado a una cuenta bancaria o tarjeta de crédito.
En este contexto, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, anunció recientemente que los vehículos eléctricos y híbridos estarán exentos del pago de peajes en la ciudad. La medida busca incentivar el uso de automóviles menos contaminantes y fomentar la movilidad sustentable.
“Queremos reconocer a quienes optan por vehículos ecológicos y generar incentivos para reducir la contaminación”, explicó Macri. Según el esquema, los autos eléctricos no pagarán peaje, mientras que los híbridos abonarán solo el 50% del valor. El beneficio tendrá una duración inicial de un año, con posibilidad de renovación según los resultados.
Para acceder a la exención, los propietarios deben estar adheridos al sistema TelePase y realizar un trámite presencial en las oficinas de AUSA. La condición principal es que la cédula verde del vehículo especifique su motorización eléctrica o híbrida.
Perspectivas del nuevo sistema de peajes
La implementación del sistema sin barreras en las rutas nacionales dependerá de la adhesión de las provincias. Dado que la gestión vial es una competencia compartida entre Nación y jurisdicciones locales, los gobiernos provinciales deberán decidir si adoptan la nueva modalidad o mantienen el esquema actual.
“Nosotros vamos a dar el paraguas jurídico para que cada provincia decida”, afirmó Sturzenegger. El ministro sostuvo que el modelo permitirá “más libertad” en la administración de los peajes y que los ciudadanos podrán evaluar qué gobernadores optan por sumarse al cambio.
El detalle de la normativa se conocerá una vez que el decreto sea publicado en el Boletín Oficial. Según el Gobierno, la transformación del sistema vial busca mejorar la eficiencia del tránsito y reducir costos operativos. Sin embargo, su implementación dependerá de las inversiones necesarias y la adaptación de la infraestructura existente.
