La Rioja volvió a incumplir un pago de deuda tras permanecer un año en default

La provincia enfrenta dificultades económicas y sigue negociando con acreedores para reestructurar su deuda, mientras un fallo judicial en EEUU le ordenó pagar daños y perjuicios

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Ricardo Quintela, gobernador de La
Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja

La provincia argentina de La Rioja vuelve a estar en el centro de la atención internacional por su incumplimiento de pago de deuda. Este lunes, la administración de Ricardo Quintela informó oficialmente que no podrá afrontar el vencimiento de los bonos internacionales correspondientes al Bono Verde emitido en 2017. Este bono tiene como destino la financiación de la Parque Eólico Arauco y su vencimiento está fijado para 2028. El incumplimiento se produce dentro de un contexto de default que la provincia atraviesa desde hace más de un año, un periodo en el que las autoridades provinciales han intentado negociar una reestructuración de la deuda con los bonistas.

El gobierno de La Rioja, en un comunicado dirigido a los mercados, explicó que el incumplimiento corresponde al pago de capital e intereses de los bonos cuyo servicio debía ejecutarse este 24 de febrero. “La provincia se encuentra en proceso de negociación con los acreedores para la reestructuración de su deuda”, se indicó en la nota oficial. A su vez, desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la provincia se comprometieron a mantener informados a los inversores sobre cualquier novedad relacionada con las negociaciones.

La emisión de estos bonos, que originalmente tenía un vencimiento en 2027, fue reestructurada en 2021 tras la situación de cesación de pagos en la que cayó la provincia en 2020. El Bono Verde tiene un rendimiento anual del 8,5% y un valor total de 318,4 millones de dólares. Este incumplimiento marca un nuevo capítulo dentro de la prolongada crisis financiera de La Rioja.

El contexto de la crisis económica

La situación económica de la provincia de La Rioja ha sido descrita por sus autoridades como parte de un escenario de “desafíos económicos sin precedentes”, lo que ha sido utilizado para justificar la imposibilidad de cumplir con las obligaciones de deuda. La inflación elevada, la devaluación del peso y el ajuste fiscal que comenzó a finales de 2023 bajo la administración de Javier Milei han tenido un impacto directo en las finanzas provinciales.

A raíz de estos problemas económicos, La Rioja se convirtió en la única provincia del país en entrar en default de sus obligaciones financieras con acreedores internacionales. A pesar de las especulaciones de que otras provincias podrían enfrentar situaciones similares debido a los recortes en las transferencias de fondos por parte de la Nación, La Rioja se mantiene como la única en mora.

Este año, el gobierno de Quintela se enfrenta a nuevas dificultades en su intento de renegociar los términos de la deuda. A pesar de que las conversaciones con los tenedores de bonos nunca se cortaron, aún no se ha llegado a un acuerdo definitivo. Las autoridades provinciales han reiterado su intención de lograr una reestructuración favorable, que contemple una baja en los intereses y una reprogramación de los plazos de pago. Sin embargo, las negociaciones continúan siendo complejas y no se vislumbra un acuerdo cercano.

Demandas y fallos judiciales

La situación de default de La Rioja no se limita a las conversaciones con los acreedores. En 2024, la provincia fue demandada en los tribunales de Nueva York por los tenedores de bonos, quienes reclamaron el cumplimiento de los pagos de intereses y capital. En agosto de 2024, los acreedores demandaron un juicio sumario en el Distrito Sur de Nueva York.

El caso de La Rioja fue particularmente polémico, dado que la provincia utilizó la mayoría de los ingresos provenientes de los bonos verdes para financiar la construcción del Parque Eólico Arauco, a través de la empresa provincial Parque Eólico Arauco S.A. Posteriormente, La Rioja vendió el 100% de una de sus subsidiarias, Vientos de Arauco Renovables, a Pampa Energía S.A. por 171 millones de dólares. A pesar de este ingreso, la provincia no cumplió con el pago de sus obligaciones, lo que generó el rechazo de los bonistas.

A raíz de estos incumplimientos, en septiembre de 2024, la justicia de Estados Unidos dictó un fallo que obligó a La Rioja a pagar a los bonistas casi 40 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. Este fallo también estableció que la provincia debía abonar intereses diarios por cada día de retraso en los pagos. La sentencia fue dictada por la jueza Jessica Clarke, quien consideró que la actitud del gobierno provincial ante sus compromisos había causado un daño directo a los inversores.

Las implicancias del default

La reestructuración de la deuda de La Rioja tiene un impacto directo sobre la imagen financiera de la provincia a nivel global. Para los bonistas, el incumplimiento de los pagos refleja una falta de compromiso con los acuerdos previos. Las entidades que representan a los acreedores de La Rioja, como Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan LLP, han señalado que el “desprecio temerario” por parte del gobierno de Quintela a sus obligaciones financieras perjudica a la población de la provincia. Además, sostienen que esta situación desincentiva la inversión y obstaculiza la creación de empleo, lo que agrava aún más las dificultades económicas de La Rioja.

A pesar de estas críticas, las autoridades provinciales han señalado que los ingresos de la provincia no son suficientes para cubrir sus compromisos financieros. Además, La Rioja reclama a la Nación un monto superior a 700 millones de dólares, lo que ha complicado aún más su capacidad para cumplir con los pagos. La provincia continúa luchando por obtener mayores recursos que le permitan atender sus obligaciones y reactivar su economía.

El futuro de la negociaciónEl panorama de La Rioja sigue siendo incierto. Con el default aún vigente y sin un acuerdo definitivo con los acreedores, la provincia se enfrenta a una situación financiera compleja. Las autoridades provinciales han asegurado que seguirán negociando con los bonistas en busca de una solución. No obstante, la justicia internacional ya ha intervenido en el conflicto, y los efectos del incumplimiento de pago podrían continuar afectando la economía de la provincia, ya que los acreedores buscan recuperar su inversión a través de vías legales.

Mientras tanto, el gobierno de Quintela continúa reclamando el apoyo de la Nación para enfrentar los problemas económicos que atraviesa La Rioja. A pesar de los esfuerzos de la administración provincial, la falta de recursos y la incapacidad de cumplir con los compromisos financieros siguen siendo un obstáculo clave para superar la crisis que enfrenta la provincia.