¿Vaca Muerta dependiente?: el superávit energético superó al saldo comercial total de Argentina

Si no hubiera sido por la productividad y el impulso exportador de esa formación geológica, el resultado del comercio exterior del país en enero ya habría sido negativo. Paradójicamente, en ese mismo mes la Argentina importó gas de Chile

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Una importante operación en Vaca
Una importante operación en Vaca Muerta (Foto: Shutterstock)

Un estudio del economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó en base a datos del último informe del Indec sobre comercio exterior, que en enero el superávit de la balanza energética fue de USD 678 millones, el más alto para un dato mensual en muchos años.

A su vez, el Indec informó que en el mismo mes el saldo comercial total fue de USD 142 millones, una caída del 82% respecto del saldo del mismo mes de 2024, lo que se explica fundamentalmente por el aumento de las importaciones, que habían colapsado en enero de 2024 y aumentaron fuertemente en enero de 2025, debido a la recuperación del nivel de actividad.

Así las cosas, si se excluye el sector energético, en enero el balance comercial de la Argentina fue negativo en unos USD 538 millones.

Por cierto, el dato puede estar influenciado por el hecho de que, al haber sido enero el primer mes completo sin vigencia del “impuesto PAIS”, el dato de importaciones esté recargado por la postergación de compras de los meses previos. En cualquier caso, las cifras muestran que en materia de generación de divisas la economía atraviesa una fase de fuerte dependencia de la exportación de energía y, en particular, de Vaca Muerta, origen del grueso de las exportaciones de petróleo y –en menor medida– de gas natural, que sostienen el superávit comercial.

Esta suerte de Vaca Muerta dependencia se expresa no solo en el aporte de dólares, sino también en la recaudación impositiva nacional y, en el caso de las provincias, en el ingreso de regalías hidrocarburíferas. Al respecto, un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) precisa que en 2024 estas explicaron el 12,6% de la recaudación total de las provincias productoras, proporción que en el caso de Neuquén fue del 31% (casi uno de cada tres pesos), en Chubut del 20% y en Santa Cruz del 18 por ciento.

El superávit energético iría en
El superávit energético iría en aumento año a año, pero su magnitud dependerá de obras de infraestructura aún pendientes

El estudio de Argañaraz precisa, por su parte, que el superávit energético de enero aumentó 64% respecto de enero de 2024. Un gráfico del estudio muestra la curva de la balanza energética en cada año desde 2017, la forma que tuvo la de 2024, de un superávit de casi USD 5.700 millones y el punto más alto del que parte desde enero de este año.

La propia secretaría de Energía de la Nación precisó, en base a los datos del Indec, que en el primer mes del año las exportaciones energéticas crecieron 23,7%, impulsadas por Vaca Muerta. Y agregó que Chile y EEUU lideraron las compras de crudo y gas argentinos, con aumentos interanuales del 35,9% y 54,2% respectivamente. De hecho, como destacó Sebastian Rondeau, analista del Bank of America (BofA) en el reciente “Argentina Day” organizado por esa entidad, las exportaciones de combustibles y energía pasaron de ser el 4% de las exportaciones argentinas en 2016 al 12% en 2024.

Términos de intercambio

El informe sobre el “Intercambio Comercial Argentino” que el Indec difundió el martes explica además que la balanza comercial total fue positiva gracias a la mejora de los “Términos de Intercambio” (la relación de precios entre los bienes que exporta e importa el país) el último año. “Si hubieran prevalecido los precios de enero de 2024, el saldo comercial habría mostrado un déficit de USD 249 millones. Bajo este supuesto, y debido al descenso del índice de precios de las importaciones (-9,0%), que fue mayor al índice de precios de las exportaciones (-2,9%), el país registró una ganancia en los términos de intercambio de USD 405 millones. Esto implica que, en términos reales, el país recibió más bienes por cada unidad exportada debido a una mejora relativa en los precios de las exportaciones frente a los de las importaciones”, dice un pasaje del documento oficial.

Aún así, la dinámica comercial reciente sugiere que el superávit se borraría pronto, como muestra la elaboración gráfica (ver abajo) de la consultora Criteria, que muestra exportaciones e importaciones como dos líneas ya muy cercanas y prontas a cruzarse.

El gráfico de un informe
El gráfico de un informe de la consultora Criteria

El saldo energético que en enero hizo posible mantener el superávit comercial del país se dio, además, a pesar de una paradoja: en medio de los récords productivos de Vaca Muerta, el mes pasado la Argentina importó gas de Chile a casi el triple del precio del gas local.

“Es un contrasentido que la Argentina, teniendo Vaca Muerta, deba importar gas desde Chile, que no produce gas. Ocurrió porque el suministro desde Bolivia cayó a niveles mínimos y la reversión del Gasoducto del Norte aún no se completó, por problemas en las obras en La Carlota”, dijo a Infobae el ingeniero Emilio Apud, exsecretario de Energía y exdirector de YPF.

Se dio así que la Argentina le compró gas a Chile a más de USD 10 el millón de BTU, cuando el gas de Vaca Muerta cuesta USD 3,5 el millón de BTU. Ante la urgencia de abastecer al Noroeste Argentino, explicó Apud, se recurrió a los gasoductos construidos en 1997 para exportar gas a Chile, que habían quedado inutilizados por la decisión de Néstor Kirchner de cortar el suministro en 2004, pero para importar el fluido. Desde entonces, Chile reemplazó ese gas con gas natural licuado (GNL), importado a un costo mucho mayor.

Presos del clima

Ahora, ante la ola de calor y la mayor demanda de gas para alimentar la planta de generación eléctrica General Güemes, en Salta, el GNL que Chile compra en el mercado internacional, le llega vía barcos metaneros y regasifica en su planta de Mejillones, sirvió para salvar el faltante de gas en el NOA. Algo que, según Apud, podría repetirse hasta el fin del verano, dependiendo del clima y eventuales “olas de calor”. La reversión del Gasoducto del Norte había sido completada, pero no está del todo operativa por problemas con una de las válvulas, algo que –dijo- está en proceso de solución.

El gas es clave para
El gas es clave para mantener el ritmo de las centrales termoeléctricas REUTERS/Louiza Vradi

El caso muestra también las deficiencias de la infraestructura energética. La red actual de gasoductos no es suficiente para llevar el gas a todo el país y limita también el potencial exportador de Vaca Muerta.

“El superávit de energía logrado en los últimos meses de 2024 permitió a nuestro país salir del déficit energético crónico y recuperar la centralidad en el mercado de los hidrocarburos”, dijo Juan Bosch, presidente de Saesa y especialista en comercialización de Gas Natural (GN) y electricidad. “La balanza comercial de GN aportó bastante en 2024, y tiene mucho más para dar. Comenzó a revertirse la tendencia con la mayor producción local de GN y el rápido crecimiento de las exportaciones de petróleo. Las expectativas para el futuro son muy auspiciosas. La finalización de obras de infraestructura y una mayor apertura y transparencia del mercado, serán claves para afianzar al Gas Argentino como fuente de energía competitiva y sostenible para el desarrollo del país y la región”, dijo el titular de Saesa.

Los especialistas proyectan que la balanza energética sería este año de USD 8.000 millones y podría llegar en la próxima década a USD 30.000 millones. Pero para eso, además de seguir aumentando la producción de hidrocarburos, se necesitan grandes inversiones en oleoductos, gasoductos, puertos y estaciones de licuefacción de gas. Vaca Muerta ayuda, pero también hay que ayudarla.

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