“Son poderosos… y saben mucho. Se mueven bien en todo sentido. Si toman la decisión, en un año tienen la licencia”.
El que habla es un “pez gordo” del mundo financiero local que cree que Mercado Libre podría convertirse en un banco cuando quiera y, sobre todo, mucho más rápido que cualquiera que lo intente en la Argentina. En un año, o menos.
La confirmación llegó a fines del año pasado y la adelantó Infobae: el banco de Meli, tal la sigla con la que la empresa cotiza en el Nasdaq, está a la vuelta de la esquina.
Ese será el próximo gran negocio local de la empresa que fundó hace 25 años Marcos Galperin, el hombre más rico del país, con una fortuna familiar de USD 8.000 millones, según Forbes.
Hace mucho que Mercado Libre, una compañía valuada en más de USD 100.000 millones, dejó de ser “solo” un gigante del comercio electrónico, que vendió más de 400 millones de productos sólo en el tercer trimestre del año pasado. Es mucho más que eso. En medio de una verdadera integración vertical –con servicios muy potentes y rentables, como logística, créditos y seguros–, Mercado Pago, su fintech, ya es más grande que la empresa madre y, de la mano de los pagos digitales, será el timón de Mercado Banco.
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Todo en medio de dos factores clave: una verdadera “guerra” que lleva adelante con las entidades financieras tradicionales, con fuertes acusaciones y denuncias cruzadas; y el evidente alineamiento político de Galperin con la figura y la gestión de Javier Milei. Si bien Argentina es el tercer país en tamaño para la empresa y Galperin se fue a vivir a Uruguay cuando Alberto Fernández ganó la presidencia, en 2019, está más que claro que sigue con mucho detalle la actualidad local. Sólo basta ver sus casi siempre polémicas posiciones en las redes sociales. No son pocos los que piensan que la empresa, que ya tiene licencia bancaria en Brasil y está en proceso de obtenerla en México, aprovechará el clima político favorable para empezar a concretar su próximo gran proyecto.
¿Cuándo pasará eso realmente? Los bancos tradicionales se preparan para que todo se empiece a mover este año. En Mercado Libre juegan al misterio. “Por ahora no hay definiciones”, dicen. Aseguran que están “mirando las oportunidades del sector” y que “no los corre nadie”. “¿Cuáles serían esas “oportunidades”, aprovechar el momento político, esperar a que se acomode del todo la macro?”, preguntó este medio. “No comments”, respondieron desde la empresa.
Lo cierto es que la alta gerencia de Mercado Libre tiene frecuentes reuniones en el Banco Central que comanda Santiago Bausili. Hay buena relación con el regulador, mucho mejor que la que hubo en gestiones anteriores. Pero por el momento no se cursó el pedido oficial de licencia bancaria.
Es que en el headquarters del barrio porteño de Saavedra aún parece no haber definiciones sobre si Mercado Banco va a nacer con el trámite tradicional de solicitud ante el BCRA, o si comprarán una sociedad que ya tenga el permiso otorgado por el regulador (que igualmente requiere del visto bueno del BCRA). Por caso, uno de sus competidores, Ualá, avanzó comprando Wilobank, en 2021, en Argentina -una operación que aprobó el BCRA durante el gobierno anterior- y ya está full operativo en la app, y ese año hizo lo propio en México, donde compró el ABC.
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“Mercado Pago es un negocio cuya propia evolución es crecer. En el país y la región, sistemáticamente, se evalúa cómo hacerlo y se ve si la figura regulatoria que tiene es la más adecuada para desarrollar el negocio. Acá, por el momento, no hay una definición sobre el camino a seguir”, dicen en la empresa, sin dar muchos más datos. Y muestran sus números: en 9 meses ya hay más de 500.000 personas que cobran prestaciones sociales de Anses por la plataforma, crecieron más de 70% en créditos el año pasado y más de 16 millones de personas tiene cuentas remuneradas e invierten a través de su fondo común de inversión (FCI).
“Comprarlo o hacerlo lleva el mismo tiempo, pero no somos del todo buenos comprando, es más difícil la integración”, aseguraron el año pasado, cuando parecía pesar más la primera opción. Experiencias traumáticas con adquisiciones de empresas en otros países cimentaron esa idea. Como sea, Mercado Banco no será nunca una entidad tradicional, de sucursales y ventanillas. Apuntan a un modelo 100% fintech orientado a los servicios, las aplicaciones móviles y la complementariedad con los ejes centrales de su negocio.
Mientras, tanto, la empresa registró la marca “Mercado Banco” ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) y detalló una larga de las actividades financieras a las que dedicará.
Guerra de titanes
En paralelo, sigue su curso la “guerra” con los bancos. En marzo del año pasado, Modo, la billetera virtual de los principales bancos, públicos y privados, acusó a Mercado Libre por comportamientos anticompetitivos exclusorios y abuso de su posición dominante “en perjuicio de múltiples actores del mercado, incluidos competidores, comercios y consumidores”.
Meses después, llegó la réplica de Galperin: acusó también ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) a Modo por “cartelización”.
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Así, en despachos oficiales, se cursan ambas demandas cruzadas entre los dos titanes. El encono es total: está en juego, nada más y nada menos, que una porción más que apetecible de la industria bancaria local, un sector que tiene depósitos de más de $65 billones. Las billeteras virtuales, en tanto, no paran de crecer, manejan un volumen de 3,5 billones de pesos.
Los bancos sospechan que la “buena onda” entre Galperin y Milei les puede jugar en contra. Además, advierten que las denuncias, que lleva adelante la secretaría de Comercio, están “algo frenadas”. Señalan cuestiones administrativas, como la autorización para que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia sea el propio tribunal que defina el caso, entre otras. “Hubo rotación de funcionarios y parece que nadie quiere firmar una resolución que le termine costando el cargo. Las lapiceras están guardadas”, aseguraron desde un banco.
En el sector financiero están convencidos de que es inminente el desembarco de Mercado Banco. Con todo, ya ven a Mercado Pago como una amenaza para el sector, una empresa que les quita negocio ahora, no en el futuro. Así, se esperanzan con que, ya convertido en un banco, el gigante de Galperin se verá obligado a competir con las mismas reglas que ellos. Es que ese, justamente, es uno de los grandes reclamos del sector tradicional: aseguran que, con la pátina de ser el “nuevo”, Mercado Pago se convirtió en un experto en gambetear el corset regulatorio. “Van a poder dar servicios que ahora no dan… o que los dan igual, pero al menos tendrán licencia. Intermediación financiera hacen, en algunos niveles, aunque digan que no. No digo que ‘curren’: hacen las cosas bien, pero los controlan muy poco. Eso es un hecho”, argumentaron.
Galperin ya paga planes sociales y quiere hacer lo mismo con jubilaciones y sueldos, algo que por el momento el Gobierno no habilitó. Los bancos cruzan los dedos para que eso no ocurra solo una vez que llegue la licencia. Sería un golpe importante. Con todo, la buena relación con el Gobierno y los aires desreguladores podría hacer que esos servicios se habiliten antes. “La gran ventaja de Meli para cuando sea banco es que ya arranca grande. Va a ser una competencia dura. Son más ágiles que la mayoría de nosotros, por más que invirtamos para aggiornarnos. Igual, con las mismas reglas de verdad, la competencia va a ser otra cosa”, afirmaron en la alta gerencia de un banco de los grandes.
Galperin quedó envuelto en una polémica luego de que se supo que Mercado Libre accede a exenciones impositivas por unos USD 200 millones por año por estar dentro del régimen de economía del conocimiento. Si bien algunos cuestionan el encuadramiento de un gigante como Meli en ese régimen, la empresa es una de las impulsoras del esquema a la que le corresponde el beneficio, según está establecido. Muchas críticas llegan porque, eventualmente, podrían renunciar a ellos (o destinarlos a fondos altruistas) y, sobre todo, por las continuas diatribas de su fundador en contra del “estatismo”.
Como sea, Galperin va por los bancos. Es una batalla que quiere dar desde siempre; desde que estudiaba finanzas en Wharton, en EEUU, seguramente. “Es ridículo, no tiene ningún sentido que los bancos te cobren lo que te cobran. No hay un Amazon, un Google o un Facebook en el mundo financiero. Ni en la educación ni en la salud… todavía. Son industrias enormes, totalmente reguladas y la regulación, al final, lo que hace es proteger a los jugadores establecidos”, dijo años atrás, cuando su foco era horizontalizar el comercio electrónico, pero ya se asomaba a lo que iba a venir. Vinieron los pagos virtuales y ahora será tiempo de ser un banco. Sin traje ni corbata, seguramente, pero banco al fin.