Dólar, exportación y economías regionales: por qué al aceite de oliva le va mucho mejor que al arándano

Crece la preocupación por los altos costos en dólares para producir, derivado principalmente del esquema cambiario y agravado por los bajos precios internacionales

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Según el IERAL, con un
Según el IERAL, con un dólar oficial que no ha seguido el ritmo de la inflación, se ha ido deteriorando el poder de compra de los exportadores regionales

En el sector agro y agroindustrial argentino aumenta la preocupación por los altos costos en dólares para producir. La crisis en este sentido se observa en el poder de compra de los exportadores regionales, muy deteriorado. En gran medida, esto responde a la dinámica del tipo de cambio.

De esto derivan dos consecuencias relevantes. En primer lugar, una menor competitividad a la hora de exportar (agravada por la devaluación en otros países, como Brasil), y menores precios a pagar a los productores, la parte más vulnerable de las cadenas de valor, en periodos difíciles. A todo esto, se suma la posibilidad de bajos precios internacionales, lo cual acentúa aquella problemática, según señaló en un informe el Ieral de la Fundación Mediterránea.

Para dimensionar esta situación, el estudio mostró un indicador que refleja la evolución del poder de compra del exportador en Argentina. Este poder disminuye cuando caen los precios internacionales y/o cuando el dólar oficial rinde menos (los costos aumentan en mayor proporción).

Ese indicador es el precio de exportación de los principales productos regionales, pero en vez de expresarlos en dólares, se lo hizo en pesos, y se eliminó el componente inflacionario.

“A fines de 2023, con la fuerte devaluación, mejoró la situación de los exportadores. Sin embargo, con el tiempo, con un dólar oficial que no ha seguido el ritmo de la inflación, se ha ido deteriorando el poder de compra de los exportadores regionales, llegando a una situación similar a la de mediados de 2023″, indicó el informe, elaborado por Jorge Day.

La comparación de los precios actuales de los productos regionales, con sus respectivos promedios históricos de los últimos veinte años arroja que el aceite de oliva registró un aumento del 30%, la papa conservada, 17%; y el arroz 2%. En el otro extremo, los arándanos tuvieron una disminución del 67%, seguidos por las nueces (-61%), la ciruela seca (-55%), el ajo y los limones (-45%).

También, destacan las bajas en productos como las peras (-38%), el trigo (-34%), los porotos y el azúcar (-31%), las manzanas (-29%), soja (-28%) y papa, aceite de maní y naranjas (-27%), entre otros.

“Salvo excepciones, como el aceite de oliva y papas industrializada, el resto está por debajo de esos históricos. Muy notorio en productos que hace unos años eran novedad, como nueces y arándanos, que tuvieron muy buenos precios años atrás, y luego se han normalizado”, aseguró el informe.

Desafíos para 2025

En ese marco, el autor señaló que en línea con los pronósticos para 2025 “es altamente probable que se mantenga ese dólar bajo, es decir, los altos costos en dólares. Y si el plan actual sigue vigente, es una situación que puede durar varios años”.

En lo que refiere a las alternativas, y a sabiendas que faltan incorporar las cantidades al análisis, el interrogante es si éstas se pueden incrementar con mayor productividad, lo que se traduciría en menores costos unitarios. Esto se logra con inversiones, las cuales pueden ser posibles al haber más crédito bancario (partiendo de niveles muy bajos) y acceso a nuevas tecnologías.

Es altamente probable que se mantengan los altos costos en dólares. Si el plan actual sigue vigente, es una situación que puede durar varios años

“La pregunta es si esto permitirá incrementar significativamente la rentabilidad de los distintos sectores”, expresaron.

Por otra parte, en general, producir más es mejor, en especial en productos netamente exportadores, como los cereales, porque no cambian sus precios. En cambio, no lo sería tanto para aquellos que dependen fuertemente del mercado interno.

“Acorde a los pronósticos para
“Acorde a los pronósticos para este nuevo año, es altamente probable que se mantenga ese dólar bajo, es decir, los altos costos en dólares", aseguraron desde el IERAL

En esos casos, es usual que, ante una mayor cosecha, los precios pagados al productor disminuyan significativamente (uvas, frutas, entre otros). Es necesario hacer un trabajo para incrementar el porcentaje de la producción a destinar a los mercados externos, tarea que no es tan sencilla con un dólar relativamente barato.

“Desde la perspectiva de la política económica, es clara la necesidad de reducir los costos que enfrentan las empresas. Clarísimo en impuestos. La alta presión tributaria se podrá reducir en forma sustentable con niveles de gasto público más razonable, una tarea que tomará su tiempo. También se necesita hacer reformas en materia de aduanas y puertos, que impliquen menores costos para exportar”, concluyó el estudio.

Los pedidos de reducción de impuestos

En este sentido, recientemente el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, le pidió al Ejecutivo reducir los costos laborales en la Patagonia para incentivar la generación de empleo.

“Estamos haciendo gestiones ante el gobierno para que el 20% del adicional que se paga a los trabajadores sea un beneficio para ellos, no una carga para nosotros”, dijo el directivo.

Sucede que los trabajadores del sur del país cobran un 20% adicional que se suma a las remuneraciones básicas, conocido como “Zona desfavorable” o “adicional por zona austral”. Este, que varía según el convenio colectivo de trabajo, busca compensar el mayor costo de vida y las condiciones climáticas adversas de la región.

Caputo con la Mesa de
Caputo con la Mesa de Enlace. Nicolás Pino (a la izquierda del ministro), le pidió reducir los costos en la Patagonia

El reclamo de la entidad no se centra en el adicional que se paga, sino en las cargas tributarias mayores que deben pagar por él. Proponen que ese 20% quede libre de impuestos o libre disponibilidad, es decir, que se pueda utilizar para pagar otros tributos, tal como Ganancias.

Por su parte, sectores como la industria y el comercio también vienen manifestando su pedido de baja de impuestos.

Sintonía con el gobierno

La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expresó recientemente “su firme rechazo a la reciente suba de tributos provinciales y municipales, que engrosan una carga impositiva a todas luces desmesurada, perjudicando las posibilidades de crecimiento del país y la formalización de la actividad económica. La entidad en repetidas ocasiones ha señalado que Argentina existe una presión tributaria excesiva, muy por encima de las que históricamente registró el país y de las que se observan en la actualidad en naciones comparables”.

También, en un comunicado de la Unión Industrial Argentina (UIA) se afirmó: “El Grupo de los 6 (G6) pidió a las provincias y municipios que acompañen la agenda de competitividad de las empresas argentinas mediante la baja de la carga tributaria en las provincias, a través del cobro de ingresos brutos, y la revisión de las tasas municipales que se han convertido en un método de financiamiento local antes que en una contraprestación efectiva”.

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