A raíz de una columna en Infobae del gobernador bonaerense en respuesta a los argumentos expuestos por el presidente de la Nación acerca de la política cambiaria y el valor de equilibrio del dólar, Javier Milei y Axel Kicillof volvieron a trenzarse en una discusión de contenido tanto político como económico.
En la columna publicada este sábado, titulada “¿Dólar atrasado o precios adelantados?”, Kicillof había afirmado que debido a la actual política económica, y en particular la del dólar, “nada producido en Argentina es rentable, el negocio pasa por importar y timbear. El resultado es un país primarizado”,
Quién respondió inicialmente al gobernador bonaerense fue el diputado nacional por la provincia y economista José Luis Espert, principal vocero del oficialismo en temas económicos en el Congreso, quien acusó a Kicillof de ignorante y comunista.
“Creí que a mis 63 años ya lo había visto todo en la economía argentina. Pero no. De pronto apareció un comunista como @kicillofok hablando de precios relativos, o sea del mercado. Es para el Guinness de los récords. En su nota en INFOBAE Kicillof dice que los precios de las cosas en Argentina son más caras que en el exterior. Chocolate por la noticia. Obvio que es así por culpa del proteccionismo industrial que él defiende y que el gobierno del Presidente @jmilei está desmantelando y además por los impuestos salvajes que él cobra en PBA mientras que el Presidente los baja a nivel federal”, comenzó un posteo en la red X, en el que extendió sus críticas a los señalamientos del gobernador bonarense y ex ministro de Economía de Cristina Kirchner a quien finalmente trató de “pigmeo mental” y le recomendó “agarrar los (buenos) libros y dejar toda esa mierda stalinista de Aldo Ferrer y Marcelo Diamand que le pudrió la cabeza”.
Milei no tardó en repostear la réplica de Espert, con el siguiente comentario:
“TREMENDA MASTERCLAS del PROFE @jlespert al bruto mayúsculo que destruye todo lo que toca. Algo así como el Rey Midas (quien convertía en oro todo lo que tocaba) al revés. Por eso, al enano soviético lo llamaré: Rey SADIM (inversión de la secuencia de letras de MIDAS, el rey que, según el mito griego, todo lo que tocaba lo convertía en oro), ya que todo lo que toca lo convierte en excremento”.
Kicillof no se quedó atrás y contraatacó por la misma red social, con otro largo posteo.
“Presidente: lo que usted llama “masterclass” no es más que una respuesta precaria y absolutamente vacía que no consigue responder ninguno de los argumentos y objeciones que expuse en mi nota sobre la insostenible y dañina política económica que está llevando adelante. Dadas las dificultades de comprensión que manifiestan ambos, y la mezcla de pereza intelectual y fanatismo ideológico que también exhiben, voy a ser aún más claro: la política económica que usted festeja como exitosa está pulverizando jubilaciones, salarios, empleo, a la industria y la producción nacional. Está generando más desigualdad social, más violencia y, sobre todo, está rifando el futuro de los argentinos”.
Inseguridad
El gobernador aprovechó para cargarle allí al gobierno nacional los graves problemas de seguridad de la provincia que gobierna desde hace poco más de cinco años y reveló que le propuso al presidente “una reunión para abordar un tema muy serio y concreto, pero no me respondió. Aprovecho su atención para exigir nuevamente que le devuelva a los bonaerenses los 750 mil millones de pesos que les quitó y que estaban destinados a la incorporación de más agentes, más patrulleros, pertrechos, tecnología y al fortalecimiento de una protección tan necesaria. Sobre el tema Seguridad, y dado que usted comenzó prematuramente la campaña electoral, espero realmente que su Gobierno deje de abandonar a los bonaerenses, espero que se involucre con seriedad y responsabilidad en un problema tan complejo, tan doloroso y contra el que estamos luchando sin descanso hace 5 años. Pero, sobre todo, le propongo que deje de hacer marketing con el dolor y la tragedia; sé muy bien que algunas frases pueden generar muchos clicks pero también sé que esa demagogia no lleva soluciones ni alivio a ningún hogar, a ningún barrio, ni tampoco lleva consuelo a ninguna familia”.
En su largo posteo, Espert señaló: “Sobre el precio del Big Mac como indicador de atraso cambiario al que alude Kicillof hay que aclarar que uno no come la hamburguesa suspendido en el aire. Tampoco el Big Mac cae como maná del cielo. Esa hamburguesa se come en un lugar físico que podríamos llamar “restaurant”. Entonces en el fondo, cuando voy a comer un Big Mac, estoy yendo a un restaurant que tiene determinadas características que en Argentina hacen que el Big Mac sea caro”.
Por qué es caro el Big Mac en la Argentina
“Los que son caros en Argentina -prosiguió- son los bienes no transables como los salarios de los ñoquis de Kicillof en PBA medidos por los impuestos salvajes que Kicillof cobra para financiarlos y porque dentro de la composición del costo de la hamburguesa pesa mucho más el costo del capital que la hamburguesa en sí misma porque este es un país que se ha dedicado a destruir capital por casi un siglo. Por lo tanto, su retorno es alto y hasta que el proceso de competencia que está impulsando el gobierno fluya más, el sector no transable tendrá retornos altos y el Big Mac será caro. Pero no porque sea imposible vender carne en Argentina sino porque el costo del capital es alto y porque dementes como el gobernador de PBA no paran de subir impuestos”.
Sucede que en su columna en Infobae, Kicillof había mencionado como evidencia del “atraso cambiario” del que acusó al gobierno la reciente publicación del “Índice Big Mac” de la revista inglesa The Economist, según el cual el peso argentino es la moneda más sobrevaluada sobre una muestra de 57 países relevados, detrás del franco suizo.
En su fulminante réplica, Espert señaló, entre otras cosas “el Big Mac es un negocio de escala. Si tuve una desagracia en el sector no transable motivo por el cual me la pasé pidiendo devaluación, estuve continuamente rompiendo la señal de precios que hubiera indicado invertir en el sector no transable. Si en vez de tener, por ejemplo 50 restaurantes, tengo 2, el retorno del restaurant (no transable) obviamente será enorme. En definitiva, mirar al Big Mac como indicador de atraso cambiario no es adecuado porque en Argentina tiene mucho más componente de no transables que de transables”.
Espert también recordó que en una reciente nota en La Nación el propio Milei había señalado que “otro modo de ver la cuestión es mirando el PBI per capita a paridad del poder de compra (PPP), el cual surge de computar las cantidades producidas por la Argentina a los precios de EE.UU. Así, cuando el PBI per capita en dólares corrientes está por encima del de PPP habría atraso cambiario (y viceversa). Acorde al Banco Mundial, el PBI per cápita de la Argentina a PPP es de US$30.000, mientras que a dólares corrientes es de US$15.000, por ende, no sólo no hay atraso cambiario, sino que además el dólar podría caer hasta los $600. Es más, durante la convertibilidad el dólar era de unos $700 y sin equilibrio fiscal.”
Reclamo político
Más que técnica o económica, Kicillof disparó con argumentos políticos. “Necesitamos -le dijo al presidente- que asuma como presidente las funciones que le impone la Constitución y de las que usted está desertando: la provincia necesita más inversión en educación, salud y seguridad, necesita obras. Frene con la violencia verbal y reanude las obras. Hay un país entero que necesita de un gobierno nacional protector y presente, no de un tuitero”.
Tampoco se olvidó de la famosa hamburguesa, pero lo usó para referirse el actual nivel del consumo de carne en la Argentina.
Así lo expresó: “Finalmente, y con relación al índice de las hamburguesas del payaso (no me refiero al “Profe”) que tanto interés les despertó, le recuerdo algo que suele pasar por alto con sus abstracciones de manual de Microeconomía, a través de las cuales finge ser un experto: la realidad. Que usted se crea Doctor en Economía es una ilusión narcisista de la que no me interesa despertarlo; el problema son otras realidades que evade y otras fantasías que consume. Y, precisamente, la realidad de la que le hablo tiene que ver con las hamburguesas. El consumo de carne está en el nivel más bajo de los últimos 100 años, como la leche y la yerba mate que también están en mínimos históricos. ¿Sabe qué significa ese dato? Que mientras usted y su amigo Macri conversan comiendo milanesas, su gobierno está destruyendo la capacidad adquisitiva, la salud y hasta las costumbres del pueblo argentino”.