En un contexto de creciente incertidumbre y crisis sin precedentes para la flota fresquera de altura, el Astillero Naval Federico Contessi y Cía. S.A. llevó a cabo su botadura número 151 con la incorporación del buque pesquero “Marlene del Carmen”. Lejos de ser una celebración sin matices, el evento estuvo marcado por la preocupación y la inquietud de los actores del sector ante el crítico panorama económico que atraviesa la industria pesquera y naval.
El buque, que operará desde el puerto de Comodoro Rivadavia, Chubut, fue bautizado por la Sra. Karina Haydee Tascon, madrina de la embarcación, en presencia de autoridades y referentes del sector. Diseñado para reemplazar al veterano “María Rita”, esta nueva embarcación simboliza no sólo la modernización de la flota, sino la lucha desesperada de los armadores por sostener sus operaciones en medio de condiciones económicas cada vez más asfixiantes.
La Pesca Nacional a borde del colapso
En su discurso, Domingo Contessi, presidente del astillero, lanzó una fuerte advertencia: “La Pesca Argentina es una, pero no es toda igual. Y si bien la crisis afecta la rentabilidad de todos sus sectores, para algunos la situación ya es insostenible. La flota fresquera está al borde del colapso, con plantas procesadoras que cierran, barcos que operan a pérdida y una industria entera que lucha por sobrevivir”.
En tal sentido Contessi no dudó en referirse a las políticas que han agravado la situación de la pesca: “Se nos prometió que aquellos que tuvieran una micro eficiente podrían subsistir, pero en la pesca esto no se está cumpliendo. Los ingresos dependen de un tipo de cambio oficial manipulado mientras los costos están completamente liberados. No sólo no se redujeron los Derechos de Exportación (DEX), sino que se aumentaron impuestos (Derecho Único de Extracción) y se creó una nueva tasa exorbitante.”
El DUE es establecido semestralmente por el el Consejo Federal Pesquero. El organismo establece cuál es valor de la Unidad Pesquera (hoy es de $1.244. en función del precio del libro de combustible, el principal costo de operación de un buque pesquero, además de la tripulación) y el Gobierno determina cuántos UP debe pagar cada producto por tonelada extraída. Recientemente, se establecieron fuertes aumentos en la cantidad de UP a pagar por los pescadores. Los casos más relevantes, por su incidencia en el volumen de pesca, son los aumentos del DUE para la captura de calamar (509,38%), la Merluza Hubbsi (174,5%) y la Merluza “polaca” (171,6%). En el caso del langostino, la principal especie en materia de exportación, el aumento fue del 80,53%). Un poco más aumentaron los Derechos de Extracción de las dos especies más valiosas: la de la Merluza negra aumentó 158,9% y la de la Centolla 129,05 por ciento.
Desconocimiento y prejuicio
Pese a todo, Contessi insiste en la necesidad de diálogo y medidas urgentes: “Quiero creer que lo que nos está pasando no es fruto de un plan premeditado y que estamos siendo víctimas del “fuego amigo”, por desconocimiento y prejuicio. Por ello no podemos seguir callando. Tenemos que explicarle a la sociedad y a la clase política qué es la pesca y qué es la industria naval. Necesitamos recuperar competitividad y se puede hacer con medidas de desregulación, pero para ello debemos ser escuchados antes de que sea demasiado tarde”.
Y también remarcó: “No todo depende del Estado, por ello hoy vemos auspiciosamente que 6 cámaras pesqueras hayan sacado un documento conjunto donde no se quedan en la descripción de la crisis, sino que establecen una agenda de diálogo con todos los sectores. Si queremos que la rueda de la pesca fresquera siga girando todos deberemos ceder un poco para adaptarnos a esta nueva realidad”.
El presidente del Directorio del Astillero también mostró su preocupación por el futuro específico de la Industria Naval y del proceso de renovación de la flota pesquera, ya que además de la crisis de la pesca se suma otra amenaza latente con la posibilidad de que retorne la importación de barcos usados: “Hemos crecido haciendo productos de calidad internacional, financiándolos y compitiendo en inferioridad de condiciones con astilleros extranjeros que tienen economías estables, estructuras de crédito y subsidios. En el pasado, cuando solo sobrevivimos, fue porque se nos sometió a la competencia más desleal que existe: la del buque usado. Por ende esta industria lejos está de “cazar en el zoológico” se defendió siempre en la selva más extrema. Derogar o flexibilizar en este contexto la Res. 909/94 no solo sería dejarnos desnudos y sin armas en el medio de la selva, sería el tiro de gracia para la Industria Naval Argentina”.
Cabe destacar que el Astillero Naval Federico Contessi y Cía S.A incorporó en 2024 una nueva nave industrial de 85 metros de largo, 20 de ancho y 22 de altura, diseñada para construir buques de hasta 85 metros de eslora, duplicando su capacidad productiva y permitiendo así la construcción simultánea de hasta siete embarcaciones bajo techo. Estas inversiones reflejan el compromiso del astillero con el país y con la renovación de toda la flota pesquera nacional.