El Gobierno no aumentará el impuesto a los combustibles en febrero para limitar la suba de la nafta y el gasoil

La medida busca contener el impacto de los valores del crudo en los surtidores, en un contexto de precios internacionales elevados. Las petroleras siguen de cerca la evolución del mercado y analizan los efectos sobre su rentabilidad

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El precio del petróleo Brent
El precio del petróleo Brent alcanzó los USD 81 por barril, aunque luego perdió terreno (Maximiliano Luna)

El Gobierno Nacional decidió que el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) no sufrirán aumentos durante febrero. La medida tiene el objetivo de limitar el impacto del valor del crudo en el precio del combustible en el mercado local. De todas formas, con la llegada de febrero habrá aumentos en los surtidores: el congelamiento de impuestos limita las subas pero no las evita.

El precio del petróleo Brent comenzó el año en USD 75 por barril y escaló hasta los USD 81, con un aumento del 6% en cinco días y del 10% en un mes, según datos recientes. A pesar de que en los últimos días perdió terreno, el valor se mantiene en niveles elevados.

Las petroleras siguen con atención los movimientos del mercado para definir los próximos ajustes en el valor de la nafta y el gasoil. Desde YPF, principal actor del sector, señalaron que analizarán el impacto del promedio de enero antes de tomar decisiones.

El congelamiento del impuesto permitió que el último aumento aplicado por YPF en enero fuera de 1,75% en promedio, por debajo del incremento mensual del tipo de cambio oficial (que hasta este mes se mantuvo en el 2%) y de las expectativas de inflación. Otras empresas del sector también evalúan el impacto de las variaciones recientes en su rentabilidad.

En el mercado advierten que la política de alineación con los valores internacionales de los combustibles implica ajustes tanto al alza como a la baja. La evolución del dólar, el costo operativo en pesos y la inflación son factores que inciden en la determinación de los próximos precios en los surtidores.

Las petroleras analizan el impacto
Las petroleras analizan el impacto del contexto internacional en la rentabilidad y los precios locales (Reuters)

El mercado de combustibles en Argentina se encuentra en un equilibrio inestable debido a la volatilidad del precio internacional del petróleo y a la incidencia de factores locales como el ajuste del tipo de cambio y la inflación. La suspensión del ICL e IDC en febrero busca moderar el impacto de estas variables, aunque las petroleras siguen de cerca la evolución del crudo y otros costos operativos.

En este contexto, la gestión de Javier Milei permitió que las compañías aplicaran aumentos progresivos para llevar los valores internos en línea con los internacionales. Desde diciembre, los ajustes mensuales acercaron los precios de la nafta y el gasoil a la paridad de importación, con variaciones que siguieron el comportamiento del barril de Brent y la evolución del dólar.

Los movimientos del crudo Brent, utilizado como referencia en el mercado argentino, impactaron en los surtidores en los últimos meses. En octubre, su valor trepó a USD 81 tras los ataques entre Israel e Irán, generando un aumento en los combustibles. Posteriormente, los precios descendieron, lo que llevó a YPF a aplicar una rebaja del 1% en la nafta y del 2% en el gasoil, la primera en seis años. Sin embargo, en noviembre, diciembre y enero se retomaron los incrementos.

Estrategia de las petroleras y factores en juego

Las petroleras locales mantienen la atención en el mercado global y en la política de precios del Gobierno. En YPF, el presidente Horacio Marín había propuesto un esquema en el que los aumentos o bajas de los surtidores estuvieran ligados directamente a la cotización del petróleo. Sin embargo, otras variables como el deslizamiento del tipo de cambio, la actualización de impuestos y la inflación en pesos también inciden en las decisiones del sector.

Desde otras compañías destacaron que el ajuste en los valores de la nafta y el gasoil no puede depender exclusivamente de la baja o suba del petróleo. Indicaron que los costos operativos de la industria crecieron debido a la inflación y que el deslizamiento cambiario sigue impactando en las estructuras de precios.

El tipo de cambio oficial se mantiene en un esquema de ajuste del 2% mensual hasta hoy, aunque el Banco Central ya anunció que va a reducir ese porcentaje al 1% en febrero. Este movimiento podría aliviar en parte la presión sobre los costos en dólares del sector, aunque la inflación en pesos sigue siendo un factor clave en la determinación de precios.

Impacto en el consumidor y perspectivas del mercado

El congelamiento de impuestos en febrero funciona como una herramienta para evitar un traslado inmediato y lineal del costo internacional del crudo al precio de la nafta y el gasoil. Sin embargo, la posibilidad de futuros aumentos dependerá de la evolución del mercado internacional, de la política cambiaria y de la inflación local.

Los consumidores enfrentaron fuertes incrementos en los combustibles en los últimos meses, lo que impactó en los costos de transporte y en la estructura de precios de distintos sectores de la economía. Si bien la medida del Gobierno busca mitigar nuevas subas, el mercado sigue condicionado por la tendencia de los valores globales y las decisiones de las petroleras.

El escenario sigue siendo incierto y las definiciones sobre los próximos ajustes dependerán de múltiples factores. En las próximas semanas, las empresas del sector analizarán la evolución del precio del Brent, los costos internos y la dinámica cambiaria antes de definir su estrategia para marzo.

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