Polémica en el mundo del vino: una auditoría de la Sigen revela irregularidades en el manejo de un fondo fiduciario orientado al sector

Se trata de $300 millones que fueron otorgado en concepto de subsidios a 147 bodegas para el mejoramiento de su infraestructura enoturística

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Desde Sigen advirtieron que el
Desde Sigen advirtieron que el programa carecía de informes técnicos y económicos-financieros detallados sobre la viabilidad de los proyectos aprobados

Un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) sobre la administración del Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro) puso bajo la lupa el manejo de recursos destinados a programas de desarrollo en el sector vitivinícola. En particular, la auditoría destaca irregularidades en la asignación y control de Aportes No Reembolsables (ANR) otorgados a bodegas a través de un plan de fomento al enoturismo gestionado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).

El Fondagro, creado en 2016 bajo la gestión de Mauricio Macri y disuelto en 2024 por el gobierno de Javier Milei, tenía como objetivo financiar proyectos del sector agroindustrial. Sin embargo, la revisión de la Sigen sobre el período 2022-2023 evidenció diversas falencias en la gestión de los recursos, que en su mayoría se otorgaban en forma de subsidios.

Uno de los programas observados fue el plan de enoturismo, que distribuyó $300 millones entre 147 bodegas para fortalecer su infraestructura turística. Según el informe de la Sigen, los fondos fueron entregados en dos tramos de $150 millones, sin que se garantizara un control riguroso sobre su ejecución. En este sentido, se detectó que el expediente administrativo carecía de requisitos básicos como correlatividad y orden temporal, lo que dificultaba su integridad. Además, la documentación no incluía informes técnicos ni económicos-financieros detallados sobre la viabilidad de los proyectos aprobados.

Asimismo, la auditoría destacó que, tras recibir el primer desembolso en abril de 2023, la Coviar solicitó otros $300 millones adicionales en julio de 2024, argumentando que la primera parte del programa fue un éxito. La Sigen resaltó que esta solicitud se realizó sin que se hubiera rendido cuentas del primer tramo. Si bien la ampliación fue aprobada, los fondos finalmente no se asignaron.

El programa de fomento estuvo
El programa de fomento estuvo destinado al mejoramiento de la infraestructura turística de las bodegas

El informe también advierte sobre el destino de los recursos. Se identificó que parte de los fondos otorgados por el Fondagro fueron invertidos en instrumentos financieros, como Fondos Comunes de Inversión, en algunos casos sin autorización expresa. Asimismo, en cuatro bodegas específicas -ubicadas en Entre Ríos, Jujuy, Salta y Río Negro- se constató que los proyectos presentaban incumplimientos en sus objetivos iniciales, con inversiones no ejecutadas o alteradas por problemas económicos.

Desde la Coviar aclararon que no fueron auditados directamente por la Sigen y que las observaciones corresponden al Fondagro y al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que administraba los recursos. En declaraciones públicas, Carlos Fiochetta, gerente general de la entidad, explicó que la Coviar actuaba como ejecutora del programa en colaboración con la Secretaría de Turismo de la Nación, mientras que la asignación de fondos era determinada en conjunto con un comité evaluador.

La explicación de Coviar

Aunque la auditoría del Sigen fue sobre Fondagro, no sobre Coviar, fue la Corporación Vitivinícola Argentina la encargada de poner paños fríos en el asunto y aclarar la situación.

“El Fondo de Desarrollo de Turismo del Vino tuvo cuatro actores: Fondagro, que financió el programa; BICE Fideicomisos, que era el administrador de los fondos; Coviar como ejecutor de los mismos, y la Secretaría de Turismo de la Nación, que coordinaba el armado”, introdujo Carlos Fiochetta.

Coviar intervino en una operatoria por $300 millones con el Fondagro y para recibir el beneficio cada bodega participante debía contratar como garantía un seguro de caución.

“No tuvimos relación con la Sigen porque toda la vinculación administrativa fue con BICE Fideicomisos, que nos dio por aprobada la rendición del programa en diciembre de 2023″, señaló Fiochetta.

“En Coviar no tenemos registro de una requisitoria del BICE sobre las cuatro bodegas señaladas (de un universo de 149 beneficiadas), pero ahondamos en cada caso a partir del informe de la Sigen”, continuó el gerente de la entidad.

La Corporación Vitivinícola Argentina pidió
La Corporación Vitivinícola Argentina pidió un desembolso de $300 millones adicionales para una segunda fase del programa

Sobre el caso de Bodega Los Aromitos (Entre Ríos), explicaron que el establecimiento envió una nota explicando la demora en la concreción final de su proyecto, argumentando entre otras razones que “…el proceso inflacionario incidió en los costos de los materiales y de mano de obra, que serán mayores a los previstos en el proyecto inicial”. Asimismo, la bodega finalizó su proyecto en febrero de 2024.

“Acerca de Bodega Don Milagro (Jujuy), el establecimiento presentó toda la información y documentación en una sola rendición, ya que erogó con los aportes del programa y con fondos propios la totalidad del proyecto y cuando recibió el segundo desembolso ya había concluido su proyecto”, sostuvo Ficohetta.

“Para Bodega Trina (Rio Negro), la aclaración fue la misma que en el caso anterior, mientras que Bodega Don Celedono (Salta) rindió solo el primer desembolso por lo que oportunamente se le solicitó rendición por el segundo desembolso el cual fue presentado con posterioridad”, remarcó el directivo de la Corporación.

Por último, acerca de las facturas que no pudieron ser identificadas, la Coviar explicó que una transferencia a Construir Hermanos SA corresponde a pagos de alojamiento de técnicos del Fondo de Desarrollo de Enoturismo (FDE), directivos y funcionarios que presentaron los resultados del FDE.

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