El Gobierno definirá un sistema automático de actualización mensual para las boletas de luz y de gas natural que comenzaría a aplicarse en 2025, según anticipan a Infobae fuentes oficiales. Se trata de un cambio sustancial respecto a los aumentos discrecionales que se aplicaron a partir de 2024, después de años de congelamiento, y con los que se buscó apuntalar la desaceleración de la inflación.
El nuevo esquema de ajustes surgirá de la revisión tarifaria con distribuidoras y transportistas que iniciará en febrero, con la idea de establecer un sendero para los próximos cinco años. De ese proceso surgirán además los nuevos cuadros tarifarios y las inversiones que deberán realizar las compañías para mejorar el servicio.
La intención oficial es que las boletas no se atrasen en términos reales y, por lo tanto, los ingresos de las empresas se mantengan constantes y previsibles. Los usuarios tendrán todos los meses incrementos nominales en sus facturas.
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) iniciaron en los últimos días los llamados a Audiencias Públicas para iniciar la Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT). En el caso del Enre tendrá incidencia sobre los cuadros tarifarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) bajo la concesión de Edesur y Edenor, mientras que en otras jurisdicciones se hará cargo del proceso en cada provincia.
La instrucción del ministro de Economía, Luis Caputo, a la secretaria de Energía, María Tettamanti, es que el aumento en las remuneraciones que otorguen a las transportistas y distribuidoras deberán implicar subas por debajo del 10% para los usuarios finales en todo el año, incremento que además podría ser fraccionado en cuotas mensuales para aliviar el impacto de los consumidores. Esa será la premisa para las RQT con el sector eléctrico y también con el del gas natural.
Las empresas reconocen que los incrementos otorgados durante 2024 fueron claves para recomponer sus balances, pero solicitaron al Gobierno que se implemente un sistema de actualización mensual de sus tarifas para garantizar las inversiones necesarias para mejorar los servicios. En el Ministerio de Economía destacan que el orden macroeconómico y la baja del riesgo país también serán un driver para que las firmas sean sujetos de crédito.
El Gobierno había establecido en abril del año pasado fórmulas polinómicas de actualización mensual de tarifas en base a la evolución de la inflación minorista, de la mayorista y de los salarios. Sin embargo ese esquema no llegó a aplicarse en busca de apuntalar la desaceleración del Índice de Precios Minoristas (IPC) del Indec y desde ese momento los incrementos no contemplaron el sistema establecido pero además fueron discrecionales.
Las definiciones de nuevos cuadros tarifarios y de un sistema de ajuste mensual son pasos claves para la normalización del sistema energético que impulsa Energía, fundamentalmente para el mercado eléctrico. La intención oficial es que hacia adelante las empresas puedan celebrar libremente contratos de compra y venta de energía. Un esquema similar al de los 90′ que trae algunas diferencias dentro de la gestión libertaria y que plantea dudas sobre el futuro de los subsidios en las tarifas.
Las tarifas finales que pagan los usuarios tienen cuatro componentes: el costo de la energía, el transporte, la distribución y, sobre eso, los impuestos (nacionales, provinciales y municipales). Los subsidios del Estado se aplican únicamente al costo de la energía, mientras que el transporte y la distribución no están subsidiados. Cada hogar percibe o no descuentos en ese ítem según su categoría dentro de la segmentación de subsidios: ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3).
El primer año de Javier Milei terminó con más de 800.000 hogares que dejaron de recibir subvenciones en sus tarifas y una reducción equivalente a USD 3.000 millones en el gasto de subsidios. María Tettamanti también trabaja en implementar desde mediados de 2025 un nuevo esquema de subvenciones. La premisa es que existan solo dos tipos de usuarios bajo un sistema similar al de la tarifa social que se aplicó durante la gestión de Mauricio Macri: usuarios que reciben subsidio y aquellos que no.