Los bancos de inversión Morgan Stanley y Bank of America publicaron informes de research en los que analizaron el escenario macroeconómico de Argentina y sus perspectivas para el mercado financiero en 2025. Ambos se mostraron optimistas respecto a la posibilidad de que el país logre un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y avance en un proceso de flexibilización gradual de los controles cambiarios. Y más allá de riesgos, recomiendan invertir en activos argentinos.
El reporte de Morgan Stanley indicó que la cuenta corriente del país mostró señales de deterioro en la segunda mitad de 2024, pero sostuvo que un superávit en la cuenta financiera permitiría compensar este déficit. La entidad proyectó un desembolso inicial de USD 5.000 millones del FMI en 2025, como parte de un programa que podría alcanzar los USD 20.000 millones, sujeto a ciertas condiciones fiscales y monetarias.
Según el análisis, la eliminación de restricciones cambiarias será progresiva y dependerá de la acumulación de reservas internacionales. Morgan Stanley estimó que el Banco Central podría aumentar sus reservas netas en USD 7.000 millones durante el año, lo que daría margen para una mayor flexibilización del acceso al mercado de cambios.
Por su parte, Bank of America recomendó una sobreponderación en bonos soberanos argentinos (es decir, recomendación de compra), argumentando que el programa económico en curso generó una mejora en los indicadores financieros. Destacó que la estrategia de ajuste fiscal permitió reducir el riesgo país y mejorar el acceso a financiamiento externo.
El análisis de Bank of America coincidió con la expectativa de un acuerdo con el FMI en el primer semestre del año, con desembolsos que podrían fortalecer la posición del Banco Central, aunque estimó la inyección inicial en un rango que va de los USD 5.000 a USD 10.000 millones. El informe también planteó que el Gobierno podría regresar al mercado internacional de bonos con una emisión inicial de USD 3.000 millones a mitad de año, lo que facilitaría el pago de vencimientos.
Acumulación de reservas y estrategia de salida del cepo
Morgan Stanley analizó en detalle la relación entre la política cambiaria y la acumulación de reservas. Según sus proyecciones, la cuenta financiera del país podría generar un superávit de USD 9.800 millones este año, impulsado por desembolsos de organismos multilaterales, financiamiento corporativo y compras de divisas del sector privado.
Uno de los factores clave identificados por la entidad es la eliminación del mecanismo de “blend” en las exportaciones agrícolas, que permitía liquidar una parte de las divisas en el mercado paralelo. La corrección de esta distorsión mejoraría los ingresos de dólares al sistema financiero formal y facilitaría el cumplimiento de las metas del FMI. Aunque los analistas del bancos de inversión no llegan tan lejos como para dar por hecho el fin de ese tipo de cambio que mezcla dólar oficial con dólar financiero.
En el escenario base planteado por Morgan Stanley, la salida del cepo cambiario se dará de manera escalonada. La entidad proyectó que el Gobierno avanzará en la normalización del pago de importaciones y en la flexibilización del acceso al dólar financiero, pero mantendrá restricciones sobre la compra de divisas por parte de individuos y empresas hasta que las reservas alcancen un nivel adecuado.
Además, el informe señaló que la fortaleza del tipo de cambio real es un desafío para la competitividad del sector exportador. La apreciación del peso frente al dólar en términos reales redujo el saldo positivo de la balanza comercial y generó un aumento del déficit en la cuenta corriente. Sin embargo, Morgan Stanley consideró que este proceso puede ser compensado por la mejora en los flujos financieros.
Expectativa sobre el acuerdo con el FMI y acceso al crédito internacional
Bank of America (Bofa) destacó que el éxito del programa económico en marcha dependerá de la capacidad del Gobierno para negociar un nuevo acuerdo con el FMI que permita refinanciar los pagos de deuda y mejorar la sostenibilidad fiscal. En este sentido, la entidad afirmó que un programa con desembolsos front-loaded, es decir, concentrados en la primera parte del acuerdo, daría mayor previsibilidad a los mercados.
El informe señaló que el Gobierno buscará reducir la prima de riesgo antes de regresar al mercado de bonos, en una coincidencia con el análisis de Morgan Stanley. Con un programa fiscal más sólido y una reducción del déficit primario, la reapertura del acceso al crédito externo podría consolidarse en el segundo semestre del año, sostuvo el Bofa.
Desde Morgan Stanley, también se enfatizó que la relación con el FMI es determinante para la evolución del riesgo país. Si el Gobierno logra avanzar en un nuevo programa con metas fiscales y monetarias creíbles, los bonos soberanos podrían continuar con su tendencia alcista y permitir una mejora en las condiciones de financiamiento.
Las especulaciones del mercado respecto a cómo será el acuerdo con el FMI tienen, cabe aclarar, poco crédito de parte del Gobierno. “Nada de lo que se está diciendo sobre el acuerdo con el Fondo es correcto. Difícil errarle en todo, ¡pero lo están logrando!”, ironizó hoy el ministro de Economía, Luis Caputo.
Las recomendaciones de inversión
Los informes de Morgan Stanley y Bank of America coincidieron en que el panorama financiero argentino presenta oportunidades de inversión, pero con distintos niveles de riesgo según el tipo de activo.
Bank of America mantuvo su recomendación de sobreponderar bonos soberanos y sugirió posiciones en los títulos de Argentina 2030 y 2038, que todavía presentan rendimientos elevados en relación con otros países emergentes.
El 2024 en OFF. Claves de un año decisivo
eBook
Gratis
“Mantenemos nuestra recomendación de sobreponderar bonos soberanos argentinos, particularmente los títulos ARGENT 2030 y 2038, debido a su potencial de apreciación”, sugirió el reporte-
Morgan Stanley, en tanto, indicó que los bonos en dólares siguen siendo atractivos en un escenario donde se mantenga el acceso a financiamiento externo. En su informe, resaltó que las empresas energéticas y exportadoras podrían beneficiarse de una reducción gradual de los controles cambiarios.
El banco de inversión también destacó que, en el mediano plazo -2 a 3 años-, Argentina podría volver a ser incluida en los índices de mercados emergentes de MSCI, lo que impulsaría el atractivo de sus acciones para fondos de inversión internacionales.
“El regreso de Argentina a los índices de mercados emergentes de MSCI en los próximos años podría impulsar la demanda de acciones locales y reducir la prima de riesgo”, aventuraron los analistas.
Riesgos y desafíos para el programa económico
Los informes de Morgan Stanley y Bank of America identificaron varios riesgos que podrían afectar la estabilidad económica y financiera de Argentina en 2025.
Entre los principales factores de incertidumbre, destacaron la posibilidad de retrasos en la negociación con el FMI, lo que podría generar tensiones en el mercado de deuda.
Además, advirtieron que un débil nivel de reservas internacionales podría dificultar la salida ordenada del cepo cambiario. Morgan Stanley también señaló que un contexto de apreciación real del peso podría perjudicar la competitividad de las exportaciones, mientras que Bank of America alertó sobre el impacto de posibles shocks externos en el acceso a financiamiento relacionados también con la apreciación cambiaria.