Baja de retenciones: la industria automotriz se ilusiona con lograr beneficios similares a los del campo

La baja parcial y temporal en las retenciones a la exportación del campo anunciada este jueves por el gobierno, vuelve a abrir la puerta para que la industria automotriz argentina espere una medida similar para los próximos meses sobre sus productos manufacturados, los automóviles, que se exportan a varios países de la región con preponderancia en Brasil, mercado al que en 2024 se enviaron 224.757 unidades, el 71% de las exportaciones totales del sector.

“No va a ser fácil sacar las retenciones a la exportación de autos si no se le bajan al campo. Es cierto que el campo es un commodities y nosotros exportamos productos manufacturados, pero si no bajan la retención al campo nuestra lucha va a ser más difícil de dar”, confesaron a fin de año pasado desde una fuente del sector a Infobae. Con la decisión del gobierno de este jueves 23 de enero, esa frase cobra protagonismo.

Durante 2024, los principales ejecutivos de las terminales automotrices hicieron fuerte hincapié en la necesidad de bajar la carga impositiva que tiene tanto fabricar como vender automóviles en Argentina, ya que en ambos casos resulta ser una de las variables que impacta en el costo final y que se traslada en precio, tanto con autos más caros para los consumidores del mercado doméstico y como para los países que importan vehículos desde Argentina.

Sin embargo, en un esquema industrial como el actual, en el que se exporta más de la mitad de la producción automotriz anual, la preocupación de los fabricantes está focalizada especialmente en los impuestos que pesan en la competitividad de los productos argentinos frente a sus competidores de otros países, ya que pone en riesgo la continuidad de los mercados actuales y la posibilidad de ampliar la nómina.

En 2024, Argentina exportó 314.735 unidades en total, de las cuales el 71,6% fueron a Brasil, el 11,3% a distintos países de América Central, el 4% a Perú y Chile, el 3,7% a Colombia, el 1,5% a Paraguay y el 1,1% a Uruguay. El total de las exportaciones representó el 62,1% de la producción de las plantas nacionales, lo que implica una suba de casi 10 puntos porcentuales en relación a 2023, cuando habían alcanzado el 53,3%.

Pero del mismo modo que las retenciones al campo se bajan parcialmente hasta junio, entendiendo entre otras cosas la estacionalidad por la época de la cosecha y la necesidad de recibir los dólares del sector, la industria automotriz también tiene una circunstancia particular que atender como es la devaluación de la moneda brasileña y su impacto directo en las exportaciones argentinas.

Pero adicionalmente, aunque Argentina exportó un 2% más autos que en 2023 a Brasil, el porcentaje que representó fue mucho menor. Mientras en 2023 representó el 62% de los autos importados en Brasil, en 2024 ese porcentaje bajó al 48%. La explicación está en el crecimiento de los autos chinos, que pasaron del 12 al 26% en un año. Así, en un escenario difícil para exportar autos a Brasil por la devaluación del real, el aumento de la oferta de marcas chinas será otro obstáculo para la industria argentina.

“El escenario es muy difícil. Va a costar venderle autos a Brasil porque van a ser más caros para ellos por la devaluación de su moneda. Pero es a lo que hay que adaptarse. El sector privado, siendo eficiente. Cosa que en una Argentina inflacionaria de siempre se perdió el concepto de eficiencia porque se priorizaba más la parte financiera. Hoy, con la parte financiera más estable, toma más preponderancia la eficiencia. Y entonces ahí sí hay que apagar la luz que no es necesaria, porque todo suma a la eficiencia. Eso sí, del otro lado, el sector público tiene que hacer reformas estructurales para que Argentina sea competitiva. La carga de impuestos que tenemos vinculada a la producción y a la exportación actual termina jugando en contra. Pagar derechos a la exportación es algo que no existe en ninguna parte del mundo”, dijo Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina a Infobae en una entrevista concedida a fin de 2024.

“La competitividad tiene que venir por eficiencia y reducción de impuestos. Hoy, Argentina exporta el 20% de impuestos, mientras que Brasil exporta el 11% y México exporta el 0% de impuestos. Ese es el próximo desafío”, coincidió Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina en su declaración durante un evento a fines de diciembre pasado.

Durante 2024, el trabajo conjunto del gobierno y la industria automotriz argentina consiguió bajar del 25% de impuestos que pesan sobre la producción, al 20% actual. Se hizo por vía de muchas medidas que directa o indirectamente incrementaban el costo de fabricación de autos.

La liberación irrestricta de las importaciones, la creación de los bonos Bopreal como herramienta opcional para cancelar deudas acumuladas con proveedores del exterior, la renovación de la exención de retenciones a las exportaciones incrementales, la reducción de 180 a 30 días de plazo de pago al exterior para importar insumos, autopartes y vehículos terminados, y la eliminación en dos etapas del impuesto PAIS, fueron los pasos que se dieron a medida que transcurrió el año y las reuniones entre las autoridades del Ministerio de Economía y los ejecutivos de las fábricas automotrices.

La expectativa para 2025 está puesta en seguir bajando ese 20% de carga de impuestos que tiene la producción al menos otros 5 puntos. La agenda de la industria tiene en el primer renglón de la lista la baja o eliminación total de las retenciones a la exportación.

Actualmente, a través de una herramienta conocida como exención a las exportaciones incrementales que se renueva todos los años, las automotrices pagan un 2,5% sobre los 137.000 primeros autos que exporta. Una vez superada esa cifra, el resto de las exportaciones no tienen retenciones. De las 314.735 unidades exportadas en 2024, fueron 177.000 vehículos los que no pagaron, sin embargo, llegar a las primeras 137.000 unidades requirió que todas las exportaciones fueran alcanzas por la retención entre los meses de enero y junio.