Ante la ola de calor y los cortes de luz, optimizar el consumo energético durante el verano se vuelve esencial para reducir hasta un 30% en la factura eléctrica, proteger los equipos y mitigar el impacto ambiental. El uso responsable de la energía no solo permite enfrentar mejor las altas temperaturas, sino que también ayuda a prevenir los cortes de luz derivados de la elevada demanda típica de esta temporada.
Desde ajustes en el uso del aire acondicionado hasta la instalación de sistemas de respaldo eléctrico, expertos recomiendan estrategias para mantener el hogar fresco y eficiente.
Medidas simples, permiten un ahorro significativo. Además, proteger los dispositivos con sistemas de alimentación ininterrumpida y aprovechar la ventilación natural son claves para afrontar posibles interrupciones en el suministro eléctrico.
Según explicó a Infobae Damián López Gentile, líder de transformación digital en Schneider Electric Argentina, hacer pequeños ajustes cotidianos puede resultar en ahorros importantes: “La eficiencia energética comienza con pequeños cambios: ajustar el aire acondicionado a 24°C, desconectar equipos en desuso y maximizar la luz natural”, declaró.
Asimismo, la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (Andima) subrayó la importancia de aislar térmicamente las viviendas para maximizar el ahorro energético.
El consultor técnico de la entidad, Federico García Zúñiga, señaló que esto permite “ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de gas y/o luz”. Agregó además que este tipo de mejoras no solo se limitan a construcciones nuevas, sino que también pueden implementarse en edificios o viviendas ya existentes.
Algunas de las medidas más efectivas incluyen:
● Desconectar equipos en desuso: Muchos dispositivos siguen consumiendo energía en modo de espera, lo que puede representar hasta un 10% del consumo eléctrico total.
● Aprovechar ventiladores de techo: Una alternativa económica y sostenible al aire acondicionado que reduce el consumo energético considerablemente.
Aspectos clave para reducir el consumo
Desde el sector coinciden en que las medidas económicas, como desconectar electrodomésticos en modo de espera y utilizar luces LED, son un buen punto de partida.
“Por ejemplo, la tecnología LED no solo reduce un 9% el consumo eléctrico promedio, sino que también es más duradera”, destacó García Zúñiga.
Además del uso consciente de tecnología doméstica, es fundamental incorporar electrodomésticos energéticamente eficientes. “Los aparatos clase A, A+ o con tecnología inverter no solo reducen el gasto energético, sino que también generan menor calor, lo que contribuye al confort en casa en días de altas temperaturas”, explicó López Gentile.
Cuidar el hogar
Por otra parte, en áreas y horas de mucho calor, Maximiliano Olmi, de Arquitecto por Hora, recomendó medidas sencillass como optimizar la ventilación nocturna, mantener ventanas y cortinas cerradas durante las horas de sol más intensas y utilizar ventiladores junto con recipientes con hielo para crear corrientes de aire fresco.
Olmi también apuntó que mojar suelos de cemento o cerámicos puede contribuir a disminuir la temperatura del ambiente.
Respaldo eléctrico: solución a los cortes de luz
Cuando los cortes eléctricos son inevitables, contar con sistemas de protección adecuados es vital tanto para mantener la comodidad como para proteger los electrodomésticos. Un buen ejemplo son los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (UPS, por sus siglas en inglés), que aseguran un flujo constante de energía.
Según precios estimados, un UPS doméstico básico, adecuado para garantizar el funcionamiento de computadoras o routers, puede costar entre $110.000 y 175.000 pesos. “Estos sistemas no solo proporcionan respaldo de energía durante cortes, sino que también estabilizan el voltaje para proteger dispositivos sensibles”, afirmó López Gentile.
Para aplicaciones más robustas, como edificios o residencias grandes, los costos tienden a incrementarse según la capacidad y autonomía requerida.
Un ejemplo avanzado es un modelo que posee una eficiencia del 99% y capacidad escalable hasta 5 MW.
También están los generadores eléctricos, que producen energía mediante un motor a combustible (gasolina, diésel o gas) para abastecer equipos y sistemas durante cortes prolongados. Parten desde $450.000 por equipo. Tarda algunos segundos en activarse, por lo que no es una solución inmediata como el UPS. Es adecuado para abastecer grandes cargas eléctricas o toda una vivienda.
Ambos sistemas pueden complementarse: el UPS cubre el tiempo hasta que el generador arranca y se estabiliza.
Proteger equipos ante fluctuaciones y apagones
Los apagones y las fluctuaciones de energía representan un desafío importante para la durabilidad de los dispositivos eléctricos. Ante este contexto, Schneider Electric y Andima coinciden en que instalar UPS y protectores de sobretensión ayuda a prevenir daños.
García Zúñiga subrayó también la importancia de hacer copias de seguridad de información relevante en discos externos o en la nube, para evitar la pérdida de datos.
Es recomendable evitar el uso intensivo de artefactos de alto consumo durante las horas pico. “Apagar equipos innecesarios, distanciar un refrigerador de paredes cercanas y reducir el uso de hornos eléctricos pueden contribuir a prolongar la vida útil de los dispositivos y evitar fallos por sobrecarga”, amplió Olmi.
Formas de ahorrar energía según ANDIMA
- Ahorro Clase C: Consiste en desenchufar los equipos eléctricos del hogar. Los aparatos en modo “espera” o stand-by pueden representar hasta un 20% del consumo total de energía en un hogar. Este hábito puede reducir significativamente el gasto energético sin costo adicional.
- Ahorro Clase B: Implica cambiar las lámparas tradicionales por luces LED y adquirir tecnología eficiente. Requiere una inversión inicial que se recupera con ahorros en las facturas de luz.
- Ahorro Clase A: Se logra mediante la aislación térmica eficiente en viviendas. Permite ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de gas y luz relacionadas con la climatización. Reduce la necesidad de calefacción o refrigeración prolongada. Es aplicable tanto en construcciones nuevas como en edificaciones existentes. Materiales como lana de vidrio, poliestireno expandido o poliuretano son opciones comunes para este tipo de aislación, cuyo diseño debe ser supervisado por especialistas.
Claves adicionales para optimizar el ahorro
- Equipos como TV y hornos microondas deben desconectarse cuando no están en uso para evitar consumos innecesarios.
- Aislar térmicamente una casa reduce la cantidad de artefactos necesarios para climatizar y disminuye el tiempo de uso de los mismos.
Recomendaciones finales
Olmi sugirió que adaptar pequeños hábitos puede ayudar a conservar el hogar más fresco.
Por ejemplo, “tener cortinas opacas cerradas, evitar lámparas incandescentes, y usar plantas para generar sombra son medidas sencillas pero efectivas”.
Expertos coinciden que prevenir es clave. Es fundamental mantener dispositivos cargados, reservar agua en recipientes para emergencias e incluso pensar en los animales callejeros, dejar agua fresca en áreas sombreadas.