Mientras se observan largas filas de vehículos que se dirigen a Chile a hacer tours de compras, turistas españolas que visitaron la Argentina se mostraron sorprendidas por los exorbitantes precios de la ropa en comparación con los valores que se manejan en su país.
“Es para denunciar. ¿Dónde está el papel de la denuncia?”, dijo una de ellas mientras miraba una falda de Zara a 80 euros, una campera de jean a 175 euros, 80 euros un cinturón, y 140 un vestido sencillo. “Es que estoy muy impresionada. Estoy en shock. No puedo asumirlo. No hay nada que pueda pagar aquí”, aseguraban. Entre risas, comparaban un perfume de dicha marca con uno de Chanel.
La diferencia con los precios españoles les resultó abismal: un mismo pantalón que en Madrid puede costar entre 7 y 10 euros, en la Argentina se vende a más del triple. “Vale 80 euros y en rebajas, 40″, calcularon.
Cabe mencionar que en noviembre el rubro del Índice de Precios al Consumidor (IPC) “prendas de vestir y calzado se incrementó 113%, mientras que la inflación alcanzó 166% en el mismo período.
No son las primeras turistas que se asombran con los precios de los mismos productos importados: semanas atrás también se hizo viral en la red social Tik Tok un video de una turista inglesa que se mostró fuertemente sorprendida por los precios de las prendas, en este caso, llevados a libras esterlinas, la moneda de su país. Y también menciona la calidad de las prendas, que no siempre justifica el costo elevado. “Swiftly out” (rápidamente afuera), dice una de las turistas, mientras mostraba en el video que se estaban retirando del local.
Al mirar un vestido blanco, ven que su precio en pesos es $175.000, lo que representan 135,14 libras. Luego van por una remera básica blanca, que cuesta casi $30.000 (23,15 libras); y finalmente un jean, que en pesos roza los $100.000 y que en libras esterlinas equivalen a 77,15. La última prenda que muestran es una blusa rosa a un valor de $89.990, es decir, casi 70 libras.
Es que la indumentaria en la Argentina es la más cara de la región y al parecer, ahora es más costosa que en Europa. Según un informe de Fundar, en el que se recopilaron 390.000 precios on line en 33 prendas de vestir a nivel local e internacional, en términos absolutos una canasta de prendas del canal on line del país al tipo de cambio oficial resultó 35% más costosa que en el resto de la región en abril y 16% más cara si se toma en cuenta la cotización del dólar MEP. Se comparó contra Perú, Uruguay, México, Chile, Colombia y Brasil.
De acuerdo a un estudio de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), estas diferencias ocurren por varias razones:
- Impuestos elevados: de acuerdo con el informe, el 50% del precio de una remera corresponde a impuestos. Esto incluye tributos nacionales, provinciales y municipales que impactan en toda la cadena productiva, desde la fabricación hasta la venta.
- Mercado informal: el sector textil argentino presenta una de las tasas más altas de informalidad, con un 65% del empleo en negro. Este fenómeno permite a los vendedores informales operar con costos significativamente más bajos que los locales que cumplen con las normativas fiscales y laborales.
- Barreras a la importación: las restricciones arancelarias elevan los costos de las prendas importadas, lo que reduce la competencia en el mercado local y permite que los precios internos se mantengan altos.
- Segmentación del mercado: los puntos de venta en Argentina están claramente divididos en segmentos como Avellaneda, La Salada, locales de barrio y shoppings, cada uno con condiciones comerciales y laborales muy diferentes. Esto genera una amplia disparidad de precios y calidad.
Por su parte, desde la industria local aseguran que los precios no se deben a la producción sino que a otros costos. Tomás Karagozian, CEO de TN Platex, respondió a críticas en redes sociales y afirmó: “La producción no tiene nada que ver, lo caro es comercializar más los impuestos internos. Por eso las mismas prendas de Marruecos valen la mitad en Brasil que tiene los mismos aranceles”.
Desde la Fundación Pro Tejer, en tanto, destacaron que sólo el 8% del precio de una remera marca premium vendida en un shopping corresponde a la industria manufacturera textil e indumentaria. “El 80% del precio que abona el consumidor final por esa remera en un shopping está vinculado a costos que nada tienen que ver con la producción nacional, el diseño y la rentabilidad de la industria y de la marca en esa remera”, explicaron.