En medio de un clima de tensión de sectores industriales con el gobierno de Javier Milei por la pérdida de competitividad y la apertura importadora, Federico Sturzenegger visitó este martes la sede porteña de la Unión Industrial Argentina (UIA), en donde se comprometió a analizar las propuestas de los empresarios para la desburocratización de normativas que afectan el funcionamiento de las empresas argentinas, pero siempre que no impliquen pérdida de recaudación. El funcionario fue tajante sobre la posibilidad de rebajar impuestos cuando contestó que “es un tema de Luis Caputo” y que será posible en la medida en que se consiga el ansiado superávit fiscal.
Sturzenegger fue recibido cerca de las 10 de la mañana por el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y el Comité Ejecutivo de la entidad. Los miembros de la casa fabril tienen en claro que deben esperar para conseguir un guiño en su histórico reclamo de reducir la presión impositiva, pero destacaron la estabilización económica en este primer año de gestión, a la vez que pidieron avanzar sobre algunas desregulaciones que disminuyan el costo argentino.
“Entendemos el contexto y por eso pedimos avanzar en la simplificación del esquema tributario”, explicó Infobae un miembro de la entidad.
Es en ese marco que, mientras tanto, los industriales le presentaron al funcionario propuestas para aliviar la carga que pesa sobre las compañías con los saldos a favor en tributos municipales, provinciales y nacionales; hubo tiempo para hablar también sobre mejoras en la eficiencia del puerto, otros costos logísticos y mejorar el funcionamiento del sistema de riesgos de trabajo para reducir la litigiosidad.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado recibirá las sugerencias de la casa fabril por escrito y analizará caso por caso cuánto se puede avanzar en cada una de ellas. Lo acompañaron durante la reunión con la toma de notas el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña, y el secretario de Simplificación del Estado, Martín Rossi.
Lo cierto es que después de que no asistiera ningún funcionario de primera línea a la Conferencia Anual de la UIA -solo se hizo presente el ex secretario coordinador de Industria y Producción Juan Pazo (flamante titular de ARCA)-, Funes de Rioja aguarda su reunión con Caputo. El ministro de Economía iba a recibir a los dirigentes fabriles la semana pasada, pero debió postergar ese encuentro por viajes a Brasil y Uruguay. Es ahí donde los empresarios esperan poner sobre la mesa su “agenda de competitividad” que de todos modos, saben, deberá esperar hasta entrado el 2025.
La entidad solicitará al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que el Poder Ejecutivo incluya en sesiones extraordinarias el proyecto de ley para acelerar las inversiones y el empleo en todos los segmentos empresarios, conocido como “mini RIGI” en alusión al régimen de incentivos para iniciativas de más de USD 200 millones que impulsó Milei.
Cuenta única tributaria
Por lo pronto, desde la UIA plantearon hoy a Sturzenegger la importancia de contar con una cuenta única tributaria para que la industria no financie al fisco con los saldos a favor, como, aseguran, ocurre a nivel nacional y provincial. Además pidieron que los saldos impositivos se puedan utilizar para pagar cargas tributarias, mejorar y simplificar los regímenes de información para que las industrias que son agentes de retención reduzcan costos. “Con esto solo pedimos que no nos cobren de más”.
La casa fabril además presentó al ministro datos sobre la situación que viven las empresas respecto a los saldos a favor. La última encuesta de la entidad sobre 107 casos arrojó que dos de cada 3 empresas tienen saldos a favor equivalentes a más de un mes de sus obligaciones de IVA. El 41% de los consultados tienen saldos a favor en al menos un impuesto nacional, fundamentalmente en regímenes de recaudación que exceden las obligaciones de las firmas.
A nivel provincial, se observó que el saldo a favor de Ingresos Brutos acumulado por las industrias que participaron de la muestra es de $526 millones en 2024. El 40% del saldo es originado donde las empresas no tienen establecimientos, por mecanismos de retención más allá de sus territorios que tienen algunas de las jurisdicciones. “Para la mayoría de las empresas, el recupero requiere entre 1 y 12 meses, mientras que un 14% considera que el saldo es irrecuperable”, consignó el relevamiento.
La presión de los municipios también es significativa: las empresas industriales enfrentan 7,4 pagos de tasas municipales. En casi el 20% de los municipios abonan dos tasas o más. La mayoría de las tasas municipales, indicaron, generan una doble imposición, no tienen contraprestación y no tienen proporcionalidad con el servicio otorgado.