
Pese a las reiteradas advertencias al Gobierno, las terminales automotrices lograron cerrar mayo sin parar la producción, pero lo que pueda suceder en los próximos meses pende de un hilo. La falta de dólares y la problemática que tiene una treintena de autopartistas para pagar sus importaciones puso al sector en una situación crítica.
“En mayo tenemos que tener este tema resuelto”, había dicho el directivo de una empresa semanas atrás. El mes terminó y la solución todavía se está discutiendo entre el Banco Central, el Ministerio de Producción y la industria.
De todas formas, tras varias reuniones entre las partes y varias propuestas en el medio, la última conocida el viernes pasado, y que sería la definitiva, consiste en lo siguiente: como no habrá marcha atrás de la Resolución 7466 (que estableció límites al acceso de los dólares oficiales para los productos que tienen licencia automática), las terminales serán las que tengan que garantizarse su producción. ¿De qué modo? Aumentando su stock de deuda con el exterior y otorgando ese crédito a sus proveedores. Es decir que la empresa deberá dilatar pagos para otorgarle a sus proveedores la posibilidad de pagar la compra de sus piezas. De esa forma, la terminal se garantizaría la disponibilidad de partes y, por ende, la continuidad de su proceso productivo.
“Tenés que generarte un crédito y eso podés hacerlo aumentando tu stock de deuda. Por ejemplo, si debés 100 al exterior por compra de bienes y necesitás USD 10 millones para cederle a tus proveedores, tu deuda tiene que subir USD 10 millones. Entonces, presentás una Declaración Jurada donde decís que postergás los pagos de determinados embarques hasta alcanzar el monto que necesites ceder a tus proveedores”, explicó una fuente del sector.
Desde el BCRA, en tanto, confirmaron que se trabaja en esa posibilidad, pero remarcaron que aún “se está analizando técnicamente”. Sería voluntario y cada empresa debería generarse su propio crédito. Las empresas están consultando con sus casas matrices y, en principio, todas avanzarían por este camino, ya que “no existe otra alternativa. Es eso o parar la producción”, dijeron en dos terminales. De todos modos, hay muchas dudas respecto de su implementación.

¿Cómo será el mecanismo de control? ¿Cómo sabrá la compañía que el proveedor que le pide crédito para pagar sus importaciones no está comprando también para venderle a otras terminales? “Vamos a tener que tener algún reaseguro; algún control que pueda ser a través de las SIMIS. El proveedor va a tener que pasarnos las SIMI”, planteó una fuente del sector. Y agregó, respecto de la posibilidad de aumentar la exposición financiera: “Cada una va a hacer lo que pueda hacer. Todo va a depender de cuánto sea ese aumento de deuda y en la situación en la que estén los proveedores. Nosotros podemos aumentar un poco, pero tampoco de forma infinita”. En otra terminal agregaron un dato no menor: “Podés posponer deuda en la medida en que tengas deuda. Y la aprobación de SIMIS -autorización para importar- viene lenta”.
El sector comenzó a trabajar con el BCRA más concretamente en una salida al problema que los aqueja a partir de la última carta enviada al presidente de la entidad, Miguel Pesce, el 25 de abril. En esa misiva, que incluyó el listado de las autopartistas que ya se están consumiendo sus stocks al no poder hacer más compras al exterior, la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) había manifestado: “Como lo anticipáramos tanto en las reuniones mantenidas como en las dos notas presentadas con fecha 14 de Marzo y 7 de Abril, confirmamos que varias empresas autopartistas nos han informado que a partir de los primeros días del mes de mayo no podrán continuar abasteciendo a las empresas terminales al no haber sido aceptado por parte de sus proveedores del exterior los cambios en las condiciones comerciales que tenían previamente a la comunicación A 7466″, detallaron las entidades.
Finalmente, ningún proveedor dejó de abastecer a las terminales durante mayo. Pero lo que queda claro es que los tiempos ya son cada vez más escasos y, de no haber una solución, las paradas de plantas son inminentes. “Algunas empresas están muy preocupadas, pero ningún proveedor hoy te dice que mañana te deja de entregar. Hasta que sucede. La última solución planteada por el BCRA se habló en la reunión que mantuvo Adefa con el organismo el viernes y ayer -por este lunes- se discutió con todas las empresas. No es la panacea, pero hoy no existe otra posibilidad”, dijo otra fuente de la industria.
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