
En historia del deporte argentino los seleccionados femeninos fueron opacados por la brillante luz de sus pares masculinos. Las Leonas, posiblemente, sean la excepción a la regla. Y esto sucede por una cuestión de resultados a lo largo de un tiempo prolongado o de identificación con el público. Para los despistados, este martes, la Selección Argentina de Tenis YPF iniciará en Guadalajara, México, su participación en la Billie Jean King Cup por quinta vez consecutiva y en la búsqueda de los Playoffs.
A pesar de no contar con la presencia de sus tres mejores raquetas en la actualidad, como lo son Nadia Podoroska, Lourdes Carlé y Solana Sierra, la capitana Mercedes Paz anunció la lista de convocadas con cuatro jugadoras que ya tienen experiencia en lo que es vestir la celeste y blanca: Julia Riera, Jazmín Ortenzi, Luisina Giovannini y Julieta Estable. Giovannini, una de las jugadoras con mayor proyección, habló con Infobae en la previa del inicio de la competencia por el Grupo Américas I.
Luisina nació el 8 de noviembre de 2006 en Coronel Moldes, un pueblo de casi 11 mil habitantes ubicado en el departamento de Río Cuarto. Su padre, Edgardo, fue campeón mundial en ciclismo y su madre, Estella Palacios, comparte la misma pasión. En tanto, su hermano José María también fue deportista: jugó al fútbol, entre otros equipos, en Talleres de Córdoba y en Lanús. “Me inculcaron el deporte desde un principio”, expresó.
Al igual que la mayoría de niños y niñas, Giovannini practicaba distintas disciplinas. Con el paso del tiempo, se aburrió y le urgió encontrar el que le genere adrenalina y emoción. Curiosamente, mientras deambulaba por el club, unas canchas de polvo de ladrillo cercanas al espacio de patín captaron su atención. “Le pregunté a mamá si podía probar otra cosa y me gustó”, contó.

Su formador fue Sergio Alejandro Juvé, en Toro Club de su ciudad natal. Si bien allí levantó su primera raqueta y se crió tenísticamente, a medida de que su juego fue creciendo se vio obligada a mudarse. Con tan solo 11 años, y con el apoyo de su padres, pasó de Coronel Moldes a Rosario. “Hay tres clubes con canchas de tenis. Al pueblo le sirve mucho. A mí no, porque no tenía con quien entrenar. Si me hubiera quedado, no sé si seguiría jugando”, explicó.
Lulú, como la suelen apodar sus seres queridos y en el ambiente del circuito, fue la número uno del país hasta la categoría Sub-16. A diferencia de otras colegas, no jugó en Sub-18 y evitó la etapa junior para centrarse únicamente en los torneos profesionales. “No fue fácil. Venía de no jugar casi nada, a jugar con las profesionales, que eran más grandes y tenían más experiencias. Pero el tener un buen nivel me ayudó a tener confianza en mí y a saber que me podía enfrentar con ese tipo de jugadoras”, explicó sobre ese cambio.
En cuanto al click mental para encarar el profesionalismo, contó: “Siempre trato de pensar de dónde vengo, el esfuerzo que hizo mi familia para que yo pueda jugar. Entonces eso supera todo y cuando pienso eso me da más ganas aún porque ellos hicieron un gran esfuerzo. Eso me da fuerza y creo que el click fue ahí”.
Asimismo, en 2023, Luisina estuvo seis meses en Francia, donde disputó el circuito profesional y ganó nueve torneos, ocho de manera consecutiva. “Como no jugaba junior me iba a esos torneos que, si bien daban plata, lo importante era sumar ritmo y partidos. Me ayudó mucho a sumar experiencia y a crecer más. Fue una de mis mejores temporadas”, cuenta como si fuera una experimentada tenista, pero apenas tiene 18 años.

Sobre el llamativo título que ganó en provincia de Buenos Aires en julio de 2024 con una lesión y revés a una mano: “Fue especial, pero a la vez raro. Se hicieron dos torneos seguidos en Luján. En el primero llego a la final. Me caí en el partido y tuve que abandonar. De la final me fui directo a la clínica. No aguantaba el dolor. Tenía un esguince en el dedo y no podía agarrar la raqueta. Al otro día arrancaba el otro y tenía que decidir. Yo quería jugarlo, aprovechar un torneo que se hace acá. Mi entrenadora me dijo: ‘Si te hace bien a vos, lo jugamos. Pero si te va a perjudicar y vamos a tener que estar paradas más tiempo es preferible no’. Yo estaba segura que iba a jugar. No podía mover el dedo, así que me hice una férula y jugué el revés a una mano”.
Meses después, previo a cumplir los 18 años, una regla de la Federación Internacional de Tenis (ITF) que prohíbe a los menores de edad disputar más de 16 torneos profesionales la marginó de la actividad por 30 días. “Pasó cuando tenía 17 años. Estuve un mes parada. Era justo cuando se hizo el W50 de Pilar y algunos torneos acá. Te da más bronca. Pero me sirvió para entrenar y hacer una mini-pretemporada”, dijo.
En cuanto a la cantidad de certámenes que se disputan en el país a diferencia de temporadas pasadas y de la ventaja que les da a las jugadoras, sostuvo: “Tener torneos es muy bueno. La Asociación Argentina de Tenis ayuda mucho. Para las chicas que recién nos estamos metiendo en el profesionalismo no tener que salir, no tener que viajar, achica los gastos”.
Giovannini jugó cinco torneos en lo que va de la temporada y en cuatro de ellos alcanzó, como mínimo, los cuartos de final. Además sumó dos títulos, en el W35 de Buenos Aires y en el M15 de Antalya, y actualmente se encuentra en el puesto 365º del ranking WTA, encaminada a la qualy de los Grand Slams para 2026. “Obviamente que uno los quiere jugar. Los resultados son los que dicen las cosas. Así que tranquila, yo sé que tengo que hacer mi trabajo. Pero es siempre un gran objetivo jugar un Grand Slam. Roland Garros es el que más me gusta”, reveló.

El Grupo Américas I de la Billie Jean King Cup, que se disputará desde este martes hasta el 12 de abril sobre las canchas de cemento del Mouratoglou Tennis Center, será la segunda experiencia de Luisina con el equipo nacional, tras su debut en esta misma instancia en 2024. “Estoy contenta y agradecida por la convocatoria. Esta vez el grupo es diferente pero me llevo muy bien con todas. La unión en el equipo es muy importante en este tipo de competencias”, sostuvo.
“No sabía si iba a ir. Cuando Mecha me dijo que iba no estaba en un momento tan bueno y eso me hizo muy bien, porque después de ahí tuve buenos resultados. Jugué el dobles con Juli (Estable) y los nervios siempre estaban. Mecha, como capitana, supo apoyarme desde afuera. A ella y a Flor (Labat) les agradecemos muchísimo porque son las que ayudan al tenis femenino. Para nosotras es muy importante”, agregó.
La oriunda de Coronel Moldes, de un estilo elegante marcado por su slice, casi extinto en el tenis actual, no dudó al ser consultada por sus ejemplos a seguir. “Me gustan dos que ya están retirados. Roger Federer y Ashleigh Barty. Mi juego es parecido al que hacía ella con slice”, cerró.