“Son unos animales”: el recuerdo de la final más violenta que protagonizaron Lanús y Atlético Mineiro, y terminó con Ruggeri preso

El choque por la final de la Copa Conmebol 1997 resultó en una batalla campal con jugadores arrestados y un técnico en el hospital

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Batalla campal Lanús vs Atlético Mineiro en la final de la Conmebol 1997

Lanús y Atlético Mineiro reavivan una rivalidad nacida en la historia reciente del fútbol sudamericano. La antesala de la final de la Copa Sudamericana 2025 pone en primer plano el recuerdo de la batalla campal ocurrida durante la final de ida de la Copa Conmebol 1997 entre ambos equipos.

El Granate, que venía de consagrarse campeón de la Copa Conmebol 1996 tras vencer a Santa Fe, buscaba en 1997 repetir el título continental. Contaba con figuras como Oscar Ruggeri, Ariel Ibagaza, Gustavo Siviero y Juan José Serrizuela, referentes de un plantel que ya había sumado experiencia internacional. La ida se jugó en la Fortaleza el 10 de diciembre de 1997. La expectativa por un nuevo trofeo contrastó con la dura realidad en la cancha: el Galo se impuso por 4-1 como visitante, dejando al equipo argentino en una situación comprometida para la revancha.

Lo sucedido después del pitazo final fue el puntapié inicial para una verdadera batalla dentro del campo de juego. Oscar Ruggeri salió disparado en busca de Jorginho, capitán de los brasileños, luego de un cruce de palabras que incluyó provocaciones directas. “Varios jugadores de Mineiro nos cargaban en el segundo tiempo, diciéndonos ‘ole, ole’ cada vez que tocaban la pelota. Y el peor de todos fue el capitán, Jorginho, que un minuto antes del final me dijo ‘ole argentino hijo de p...’. Esto me hizo reaccionar mal”, contó el campeón del mundo en México 1986 tras el partido.

La reacción del referente argentino encendió la mecha cuando Jorginho optó por refugiarse en el banco de suplentes. Por el lado argentino, Ariel López lo interceptó, se sumó a la discusión y a partir de allí se desató la barbarie. Jugadores, auxiliares y cuerpos técnicos de ambas delegaciones se sumaron a una batalla de golpes de puño y patadas que se extendió a los alrededores del campo de juego. El ambiente tenso contagió a algunos espectadores, uno de los cuales cruzó la zona protegida para atacar directamente con un golpe a Emerson Leao, técnico del Mineiro.

Leao sufrió un fuerte golpe en el maxilar izquierdo y debió ser trasladado al Hospital Vecinal Narciso López para recibir atención médica. Al salir, el entrenador brasileño expresó su malestar: “Los jugadores de Lanús son unos animales. Si fuesen hombres, me habrían pegado de frente. Además no se dan cuenta de que todavía tienen que ir a Brasil. Esto era sólo un partido de fútbol. En la cancha demostramos legítimamente que somos superiores”.

El incidente no terminó allí. Luego del partido, los involucrados acudieron a la Comisaría 1° de Lanús para prestar declaración, dado que la policía actuó de oficio. Gustavo Siviero, capitán del Granate, admitió que la provocación brasileña fue un factor: “Fuimos sobrados por los brasileños”. Aunque luego reconoció: “Estuvimos mal. Por eso quiero pedir disculpas públicamente”. Ariel Ibagaza no ocultó su fastidio. Negó contenerse y ante la consulta por el golpe recibido por Leao, sentenció: “Está bien. Si se estaban burlando de nosotros, se lo merecía”.

El saldo fue un partido para el olvido tanto en términos deportivos como disciplinarios. Lanús había perdido en el marcador y en la compostura frente a un adversario que desde la primera final impuso condiciones. El segundo encuentro, jugado en Belo Horizonte, sirvió para ratificar la superioridad del conjunto brasileño. El equipo dirigido por Emerson Leao selló el título con un empate 1-1, ampliando el global a 5-1 y encendiendo la celebración local. El entrenador brasileño volvió a la escena para recibir la copa y dejar un comentario: “En la cancha fuimos mejores”.

Las formaciones de Lanús 1-4 Atlético Mineiro:

Lanús: Pedro Rómoli; Juan José Serrizuela, Gustavo Siviero, Oscar Ruggeri, Mariano Fernández; Juan Fernández Dalessio, Daniel Cravero, Sebastián Clotet; Ariel Ibagaza; Hernán Raíces y Ariel López. DT: Oscar Garré.

Ingresaron: Leonardo Más por Mariano Fernández, Walter Coyette por Sebastián Clotet y Marcelo Trimarchi por Hernán Raíces.

Atlético Mineiro: Taffarell; Bruno, Sandro, Sandro Blumb, Dedé; Doriva, Edgar, Hermani; Jorginho; Marques y Valdir. DT: Emerson Leao.

Ingresaron: Roberto por Edgar, Almir por Marques y Cairo por Valdir.

Ruggeri recuerda la batalla campal con Mineiro y cómo terminó preso

Años más tarde, en diálogo con el programa Sin Cassette, que se emitía por TyC Sports, Ruggeri rememoró lo acontecido en la Fortaleza. “Fuimos en cana después. Piñas por todos lados. A Leao le pegaron una trompada, y él piensa que fui yo. Le rompieron toda la cara. Entra un tipo y le pega al lado mío, le rompieron la cara”, comenzó su relato. El marcador central luego terminó durmiendo en una comisaría producto de la gresca contra el conjunto brasileño: “Cuando voy a salir del vestuario había 20 policías. Me venían a buscar porque estaba detenido”.

“Entro a una salita, y al lado estaban todos los de Mineiro. Nos separa una reja. Me fui a las 3.30 de la mañana. Luego de que nos largan me llega una citación porque habían hecho una denuncia. Estábamos el Chupa, Siviero e Ibagaza. El abogado vino y nos dice ‘ustedes se estaban defendiendo’. Todos teníamos que entrar con el juez y decir eso. Cuando entré el juez, serio. Me pregunta qué pasó y le digo que se armó un lío de fútbol, pero no ocurrió nada. Me dice cómo que no, si hay denuncias de todo tipo”, manifestó el Cabezón. “Me pone las imágenes y me pide que le explique. Estaba con Siviero dándole a uno en el banco”, remató.

No fue aquel el único capítulo entre Lanús y Atlético Mineiro en finales internacionales. El destino los volvió a colocar frente a frente en la Recopa Sudamericana 2014, donde se repitió el dolor para el cuadro argentino. El Mineiro de Ronaldinho derrotó al Lanús dirigido por Guillermo Barros Schelotto. El global fue 5-3 en favor de los brasileños, tras un frenético y vibrante partido de vuelta en el que dos autogoles de la visita en el alargue sentenciaron la serie en contra de los del sur bonaerense.

La rivalidad entre Lanús y Atlético Mineiro quedó definida por aquellos partidos de clima tenso y finales amargas para el conjunto argentino. Ninguna de las finales disputadas ante el representativo de Belo Horizonte terminó con festejo para los granates. En esta nueva final continental, la historia ofrece un nuevo duelo que buscará redefinir el destino de ambos clubes.

Aquella vieja herida futbolística vuelve a escena, esta vez bajo el formato de final única en La Nueva Olla, en Asunción, Paraguay. Lanús buscará que “la tercera sea la vencida” ante un rival que todavía le provoca escozor y así bordar su octava estrella en el escudo.