La gestión de Didier Deschamps al frente de la selección de Francia atraviesa una etapa de transformación que alcanza detalles internos inéditos en su ciclo. El entrenador relató en una extensa entrevista con el diario Ouest-France cómo los códigos de convivencia y las libertades para los futbolistas cambiaron en los últimos tiempos, poniendo el foco en concesiones específicas que marcaron un giro respecto a su tradicional estilo de rigor.
Según describió durante la charla, la dinámica del vestuario de Francia ha evolucionado hacia una mayor flexibilidad. El técnico afirmó que la delegación “funciona bien cuando se da espacio” y explicó cómo adaptó su conducción a una generación que demanda más autonomía. “Los códigos han cambiado. Mi forma de hablar, por ejemplo, es diferente. He tenido charlas de 45 minutos, y eso es mucho tiempo. Hoy, mi autonomía es de 10 minutos. Así que voy directo al grano. Lo importante para mí es conocer, más allá de quiénes son los músicos, el aspecto humano, su carácter, su personalidad y su sensibilidad. Tienen intereses y gustos musicales diferentes".
Al ser consultado sobre si mantiene una relación emocional con sus jugadores, no dudó: “Sí, claro. En el ámbito profesional, las emociones no deberían influir. Pero soy un ser humano, aunque no deje traslucir casi nada y me puedan criticar por ello. Y también tengo mis propias emociones”.
Además, remarcó que demuestra más afecto a su plantel “porque lo necesitan más y le dedico más tiempo. Cuando un jugador llega por primera vez a la selección nacional, mi prioridad es hablar con él. Dura de 10 a 45 minutos. Y eso requiere mucha energía. Mi puerta está abierta, soy accesible. Pero no voy a hablar con ellos como lo hacíamos cuando era jugador. Antes, si jugabas diez minutos, jugabas diez minutos. Punto. Ahora, necesitan entender. Puedo dar explicaciones, pero no las justifico; no estoy aquí para eso. Lo que más ha cambiado es el entorno que rodea a los jugadores. Hoy, con un solo mensaje, tienen la capacidad de llegar a decenas de millones de personas. Tienen sus propios medios y hablan con personas a las que tú no puedes llegar. Y hay mucha gente a su alrededor".
Durante la entrevista, Deschamps manifestó: “Siempre les doy a los jugadores el derecho a cometer errores; les advierto. Después, no estoy ahí para prohibirles nada. Si tomamos el ejemplo de los celulares en el vestuario, ¿qué sentido tiene que me pelee si tienen la libertad de usarlos en el club? También me ayuda, porque cuando tienen un problema de salud en el club, me responden inmediatamente cuando les envío un mensaje. No les quitamos la libertad. Después, tenemos que establecer un marco. Para mí, está en el entorno de vida y de trabajo. Obviamente, tienden a querer ampliarlo”.
No obstante, afirmó que hay ciertos minutos en los que se mantiene inflexible. “Sobre la responsabilidad que tienen de llevar esta camiseta. Muchos temas son muy sensibles, y en nuestra sociedad es casi imposible encontrar un punto medio. Los presionamos para que tomen una postura mientras los criticamos por expresarse. Debemos estar atentos. Al fin y al cabo, me preocupan principalmente los criterios deportivos”, argumentó.
Estas concesiones recibieron la atención de otros medios. RMC Sport, en sintonía con la repercusión generada en Francia tras la publicación original de Ouest-France, calificó la nueva dinámica como “los pequeños privilegios” concedidos por el seleccionador nacional a su plantel de alta competencia. Estos gestos van desde el permiso para usar el celular sin horarios estrictos hasta el acceso a zonas de relajación o de recreación, y constituyen una ruptura respecto a los hábitos que reinaban cuando asumió a su cargo en 2012.
El campeón mundial en 1998 como jugador y en 2018 como entrenador buscará durante esta Fecha FIFA sellar el boleto de Francia rumbo al Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026. Les Bleus, que fueron subcampeones de Argentina en Qatar 2022, se encuentran en el Grupo D de las Eliminatorias de la UEFA, donde comparten zona con Ucrania (lo enfrentan mañana en condición de visitante), Islandia y Azerbaiyán.