El descubridor de Juanfer Quintero revela sus secretos: del apodo desconocido al día que casi deja el fútbol para cantar reggaeton

Chucho Betancur lo vio a los ocho años en una prueba y quedó deslumbrado. “Si se hubiera preparado un poquitico más, no solamente hubiera jugado en los grandes clubes de Argentina, sino también en otros grandes de Europa”, asegura en diálogo con Infobae

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Chucho Betancur y Juanfer, quien
Chucho Betancur y Juanfer, quien suele ir a visitarlo

Si Juan Fernando (Quintero) se hubiera preparado un poquitico más, no solamente hubiera jugado en los grandes clubes de Argentina, sino también en otros grandes de Europa. Porque sabemos y entendemos que el jugador, cuanto más talento tiene, más tiene que trabajar, y lamentablemente el jugador talentoso es el más perezoso”. Jorge Humberto Betancur es el entrenador que más conoce a Juan Fernando Quintero en Colombia, ya que lo tuvo desde su niñez y lo fue formando como mediocampista ofensivo en Envigado Fútbol Club, donde debutó como profesional en 2009.

La vida deportiva de Chucho Betancur, conocido popularmente así en el país cafetero, ha estado marcada por éxitos y por la formación de grandes jugadores colombianos. El antioqueño, de 64 años, es un reconocido entrenador de fútbol infantil en su tierra, siendo el más ganador del Baby fútbol, con cinco títulos en Envigado, de los cuales dos los logró con Juanfer en la nómina. “A veces él cogía el balón desde nuestra área y lo llevaba hasta la del rival sacándose una cantidad de niños de encima”, recuerda el captador de talentos.

En sus 22 años como formador en Envigado FC, jugadores destacados como Juanfer, Jhon Jáder Durán, Yáser Asprilla, Jhon Córdoba, James Rodríguez, Mauricio Molina, Mateus Uribe, Frank Fabra, Dorlan Pabón y Giovanni Moreno pasaron por sus manos. Para Betancur, mecánico industrial de profesión y el segundo de ocho hermanos, es un privilegio haber sido parte de la formación de Quintero. “La vida de Juan Fernando no ha sido para nada fácil. Sufrió mucho por el fallecimiento de su papá”, sentencia.

“Sabemos que cada niño tiene su propio ego dentro del campo de juego, pero a ellos, y más que todo a Juan Fernando, le dimos a entender que era de muy corta talla y no muy fuerte físicamente. Entonces, él se podía destacar más en juego colectivo que individual. Lo entendió y así fue creciendo de a poco”, recalca Betancur sobre el fantasista, al que tuvo al mando en ese título del baby fútbol en 2006, del que terminó como el jugador más valioso.

De esta manera, Quintero fue moldeando aún más su personalidad, que lo llevó a ser muy querido por sus ex compañeros. “Es muy noble. Tiene mucho amor por el ser humano. En cierta ocasión le dieron un dinero por una buena actuación, y lo primero que hizo fue invitar a sus compañeros a mecatear (NdR: a comer algo)”, cuenta Chucho en diálogo con Infobae.

- ¿Qué es su vida? ¿Dónde está trabajando?

- Hoy en día estoy trabajando en el club Magros del Municipio de Envigado, Colombia. Este club lleva muchos años de formar jugadores, más que todo en el campo antioqueño. También, cumplo la misma labor desde hace 22 años en el Envigado Fútbol Club, formando jugadores y también haciendo la parte de scouting en Antioquia.

Con 13 años, Juanfer jugó
Con 13 años, Juanfer jugó en equipos Sub 15 y Sub 17

- Habrá visto pasar muchos juveniles que después llegaron a Primera, ¿no?

- Sí. Gracias al señor, que nos dio esa fortuna de poder tener varios jugadores que hoy vemos jugando en la selección de Colombia, en la selección de juveniles, y también muchos de ellos jugando en Europa, a nivel de Sudamérica. Nos da la fortuna de que les damos la oportunidad a los chicos de que crean en ellos. Y es para nosotros muy importante conseguir que los niños a corta edad tengan una buena formación.

- ¿Entre esos niños que usted vio pasar está Juan Fernando Quintero?

- Sí. Juan Fernando Quintero llega al Envigado Club a través de José de Arco, uno de sus tíos, que lo trae en 1985 con ocho años. Luego, él comenzó el proceso formativo. Inicialmente, no fue con el Envigado Club, sino con el Magros de Envigado. Luego, yo lo tengo desde los 10 hasta los 13 años en el Envigado Fútbol Club, donde cumplimos una buena meta con él. En el 2006 logró ser campeón y la figura del torneo, en uno de los campeonatos más importantes que se tiene acá en Colombia, y más que todo en Antioquia, como es el Baby fútbol.

- ¿Con qué niño se encontró a sus 10 años? ¿Qué tal era Juanfer a esa edad?

- Un jugador muy distinto; como yo digo, nació con fútbol y el fútbol nació con uno. Nosotros simplemente estamos en el camino para orientarlos, llevarlos y que puedan cumplir sus metas. Pero Juan Fernando Quintero, a su corta edad, ya era un jugador distinto, un jugador que tenía unas condiciones increíbles.

- ¿Por qué distinto? ¿Qué es lo que vio en él que no vio en otros?

- Pues es un jugador con carácter, un jugador que a su corta talla cogía y tenía mucha magia con el balón. Inclusive, hoy en día verlo cuando él se coloca al frente de un balón a cobrar un tiro libre... Así era él desde niño. Entonces, ese carácter y esa capacidad mental que tiene un jugador, con una visión periférica excelente, es lo que lo ha llevado al triunfo.

- ¿Cuándo lo vio por primera vez lo bautizó de alguna manera?

- No, no, no. Al niño, cuando yo lo vi, dije “qué buen jugador es”. Enfrente, tenía un jugador con unas capacidades distintas a los otros, pero no para bautizarlo. Siempre le decían “el Chiqui de la pantaloneta, el Chiqui, el Chiqui”. Y ese Chiqui nos llevó mucho a llevar grandes triunfos.

- ¿Por qué le decían de esa manera?

- Porque Juanfer era el más pequeño de todos. Inclusive, hasta con la camiseta, porque la camiseta le llegaba prácticamente abajo de las rodillas. Era una camiseta que prácticamente era muy similar a cuando se colocaba la pantaloneta y que le tapaba las piernitas. Hace poquito estuve con uno de los buenos jugadores también, como fue Neider Morantes, uno de los grandes jugadores colombianos, que siempre me decía “colócame al niño (Juanfer) a jugar al lado mío”.

- ¿Cuál era su principal virtud?

- Futbolísticamente era un niño que agarraba la pelota e iba para adelante, de un área a la otra. Ese talento único que hacía que fuese muy difícil que le sacaran la pelota. Él tenía esa capacidad que de pronto en una baldosa se sacaba dos o tres jugadores. Era un muchachito que con el balón era distinto. Inclusive, tenía mucha personalidad, porque en cada tiro libre cogía el balón para hacerse cargo, y esas cosas lo están llevando a él a triunfar.

- ¿Qué personalidad tenía de chiquito?

- Era muy atrevido. A Juan Fernando le chocaba mucho cuando perdía. Inclusive, siempre era el líder, esa persona que les estaba hablando a sus compañeros y que uno lo veía con ese liderazgo que tuvo desde niño.

- ¿Qué fue lo primero que pretendieron de Quintero?

- Fuimos llevándolo de a poco, y la idea fue trabajar en la formación. Sabemos que a ellos hay que ir llevándolos de a poco, con ideas claras, pero no quitarles el carácter que tenían. Porque lamentablemente hoy veo que se está cortando mucho eso. A los niños hay que dejarlos que experimenten, que tengan su propio juego, pero también hay que marcarles un parámetro para que, si en algún momento logran jugar al fútbol profesional, conserven esas mismas ideas y condiciones que uno les va colocando dentro de esos procesos formativos.

- ¿Es verdad que era un poco egoísta en el juego y no tan colaborativo con sus compañeros?

- Sí. Sabemos que cada niño tiene su propio ego dentro del campo de juego, pero a ellos, y más que todo a Juan Fernando, le dimos a entender que era de muy corta talla y también no era muy fuerte físicamente. Entonces, él se podía destacar si fuera más colectivo. Entendió lo que le dijimos y fue creciendo de a poco. Uno de los torneos grandes para él, que lo llevó prácticamente a la fama cuando tenía 12 años, fue el del baby fútbol con Magros.

Para Chucho, su regreso a
Para Chucho, su regreso a River lo puede volver a catapultar a la selección colombiana

- ¿Qué sucedió en ese torneo?

- Se consagró campeón. Inclusive, hace poquito estuvimos recordando una nota que le hizo el periodista Javier Agustín Escobar, cuando lo sentó en uno de los costados de la cancha Marte número 1, el escenario donde se juega el torneo. En esa entrevista, le hizo varias preguntas. Juan Fernando lo tenía muy en claro desde hace mucho tiempo, que iba a ser uno de los grandes jugadores del fútbol colombiano y que iba a jugar en grandes clubes del mundo. Gracias a todos se le cumplió el sueño.

- Con trabajo y con esmero, lo logró, ¿no?

- A ver, por el trabajo, sí. Pero si Juan Fernando se hubiera preparado un poquitico más, no solamente hubiera jugado en los grandes clubes de Argentina, sino también en otros grandes clubes de Europa. Porque sabemos y entendemos que el jugador, cuanto más talento tiene, más tiene que trabajar, y lamentablemente el jugador talentoso es el más perezoso para trabajar.

- ¿Es por eso que no pegó el salto al Real Madrid o al Barcelona?

- Pues no lo digamos tan así, sino que, si él se hubiera preparado un poquitico más, hubiera llegado a otras instancias. Sin embargo, la parte mental que tiene es muy fuerte, ya que es una persona que reacciona muy rápido en el momento en que le llega el balón. Y ahí lo vemos que, por ejemplo, no necesita tanto de la capacidad física, sino que es la parte mental que tiene para poder ser un gran jugador como lo es.

- De esa maduración deportiva que tuvo Juan Fernando, ¿cuánto tuvo que ver su familia?

- La vida de Juan Fernando Quintero no ha sido para nada fácil. Sufrió por el fallecimiento de su papá. Tiene a doña Lina, su mamá, que es una señora que gracias al señor lo supo llevar por el buen camino. También, hay que reconocer que los directivos del Envigado le brindaron todo el apoyo para que pudiera vivir bien en la ciudad. Lo sacaron de la Comuna 13, del barrio donde estaba entonces, y lo llevaron para Envigado. Allí, comenzó el proceso formativo y gracias a Dios también estuvo bien rodeado por personas que fueron importantes en su proceso de formación.

- Como usted…

- No lo digo solamente por mí, ya que me tocó una parte muy linda y muy hermosa que fue su niñez, sino por los que manejaron la categoría Sub-13 que es donde nosotros reconocemos la verdadera formación. Allí dio un salto muy grande. Prácticamente a los 13 años, Juan Fernando ya estaba jugando en la categoría sub-15 y luego en la Sub-17. A pesar de su corta talla que tenía entonces, el liderazgo lo llevó a debutar en Primera.

- ¿Su entorno era positivo o no tenía un buen entorno?

- Tenía un entorno complicadito. Sin embargo, hubo personas extras del club que lo ayudaron mucho, lo rodearon y le dieron mucha ayuda. Esa gente de vez en cuando se llevaba a Juan Fernando para su casa y le brindaban una buena alimentación. También, buenas comodidades. Lo que pasa es que la muerte del papá a Juan Fernando lo derrumbó mucho. Entonces, prácticamente él mentalmente se vino abajo. Pero gracias a Dios, y a esas personas como los directivos del Envigado club y su entorno, le brindaron su mano y lo sacaron adelante.

- ¿Es verdad que en un torneo infantil en el municipio de Envigado perdían 2 a 0, ingresó Juanfer y lo terminaron ganando 3 a 2?

-Sí. Ese día íbamos perdiendo 2-0. Por un acto de indisciplina que tuvo en la semana, no lo pusimos de titular. Desde el banco de suplentes, él nos pedía que le diéramos la oportunidad de jugar porque sabía que ese partido lo empatábamos y lo ganábamos. Al final, ganamos 3-2, con dos goles de Juan Fernando. Pero el verdadero triunfo fue haber reconocido su error y asumido el liderazgo en esa difícil situación. Es muy noble. Tiene mucho amor por el ser humano. En cierta ocasión, le dieron un dinero por una buena actuación y lo primero que hizo fue invitar a sus compañeros a mecatear (salir a comer afuera)

- ¿Cómo era su porte físico?

- En su momento le sucedió algo que lo derrumbó. Porque lo llamaron a una de las selecciones colombianas, se presentó allá, pero lamentablemente lo devolvieron por su corta talla. Prácticamente no le dieron la importancia que él merecía. Entonces, por su corta talla lo sacaron de la selección y él entendió que tenía que seguir trabajando si quería lograr algo. Después de que lo devolvieron de la selección, lo convocaron de la categoría juvenil y de la Primera de la liga antioqueña de fútbol. Luego, el directivo Juan Pablo Upegui fue el que logra o decide con el profesor Pedro Sarmiento darle una oportunidad en Envigado, a muy corta edad en el equipo profesional y así lo sacaron adelante. Una de sus virtudes siempre fue la fuerza de voluntad. Eso lo llevó al éxito porque debido a su corta talla lo iban corriendo, lo iban sacando de varias convocatorias, pero él siguió para adelante, para adelante, y eso es el mérito que tiene hoy en día.

El veterano formador destaca la
El veterano formador destaca la personalidad de Juanfer

- ¿En algún momento quiso largar el fútbol por lo que estaba pasando?

-No, a nivel del campo niñez y juventud no quiso largar. Él siempre gozó y disfrutó de cada partido, de cada momento. Por ahí, pensó en dejar el fútbol cuando quiso meterse un poquito con el reggaeton y todo eso, pero luego él supo entender y las personas que estaban a su lado lo aconsejaron para que no lo hiciera. Hoy en día, gracias a Dios lo vemos todavía jugando.

- ¿Quiso ser cantante de reggaeton?

-Sí, quiso meterse en la música, porque tiene buenas amistades en la música, debe ser por eso. Lo que pasa es que Juan Fernando es una persona de mucho carisma, pues ¿dígame quién no lo quiere a él? Es una persona muy cariñosa, muy humana. Es una persona que siempre está pensando más en el prójimo que en él mismo. Entonces, todo eso lo lleva a que la gente lo quiera, por eso todos lo queremos mucho.

- ¿Cómo ve su regreso a River?

- Hace unos días tuve la oportunidad de estar con él en Colombia. Reconocemos que River es su casa, y más que todo porque tiene un gran técnico como Gallardo, que lo quiere. Él se siente contento y feliz y, como se dice, va a matar por esa casaca.

- ¿Marcelo Gallardo es el padre que hoy no tiene?

- Sí, prácticamente es eso. Él lo arropó, lo quiere y Juan Fernando también lo quiere. Entonces, está muy entusiasmado con esta oportunidad de volver a River. Él está feliz, él está feliz de ir otra vez allá y yo sé que con la bendición de Dios le va a ir bien. Esperemos que en River, que es un club de mis favoritos, logre tener otro buen gran desempeño y, especialmente, en la Copa Libertadores.

- ¿Cómo es su relación con Quintero? ¿Hablan seguido?

- Sí. Con Juan Fernando hablamos cuando él viene acá (Colombia). Cuando viene, nos vemos y es una persona que no se olvida de los que estuvimos en el camino. Pero no solamente de Jorge Betancur Chucho, sino de las personas que también estuvieron en su paso. Siempre agradeció prácticamente lo que hicimos por él.

- ¿Lo ve jugando el Mundial 2026?

- Pues esperemos que sí. Todavía tiene mucho para brindarle a la selección de Colombia y esperemos que con su nueva llegada a River vuelva a coger otro nivel futbolístico para que pueda estar con nuestra selección en el Mundial 2026.