En un partido clave para las aspiraciones europeas del Atlético de Madrid y la permanencia del Alavés, el empate sin goles en el estadio de Mendizorroza quedó eclipsado por una polémica jugada protagonizada por Julián Álvarez y las reacciones que suscitó. El delantero argentino fue inicialmente expulsado por una dura infracción sobre Facundo Garcés, pero la intervención del VAR modificó el rumbo de la sanción y encendió los ánimos en el banco local, especialmente en Eduardo Coudet, entrenador del conjunto vasco.
Corría el minuto 39 del primer tiempo cuando Álvarez, en una disputa dividida por el balón, impactó con su pierna en alto a Garcés. El árbitro principal, Juan Martínez Munuera, interpretó la acción como merecedora de tarjeta roja directa por juego brusco grave. La decisión parecía inapelable, pero la revisión del VAR cambió el curso de los acontecimientos: tras observar nuevamente la jugada, el juez concluyó que el impacto fue involuntario, lo que derivó en una amonestación amarilla para el ex atacante del Manchester City.
Esta decisión fue clave para el desarrollo del partido, que hasta ese momento era parejo, con pocas aproximaciones en las áreas. El equipo de Coudet, urgido por sumar puntos para despegarse de la zona de descenso, entendió que el fallo arbitral le restó una ventaja determinante ante un rival que lucha por ingresar a la próxima Champions League.
Finalizado el encuentro, el entrenador del Alavés, Eduardo Chacho Coudet, expresó su malestar por el desarrollo de la jugada y, especialmente, por la intervención del VAR. Aunque admitió no haber visto en detalle la repetición, apuntó contra lo que considera una tendencia negativa para su equipo en las decisiones arbitrales.
“No la vi todavía, me dijeron que no había sido tan grave. Uno siempre protesta por el lado de uno, pero la jugada que se decide o que llaman para volver a ver, no nos han caído de cara nunca. No suelo mirar, pero el Alavés estaría noveno si no hubiese intervenciones de VAR, pero jugamos con VAR y estamos donde estamos. Cada vez que van a la revisión no nos cae de cara, imparte de justicia, para eso está, pero a nosotros no nos ha tocado caer de cara. Hubiese querido que fuese expulsión, pero no vi la jugada. Hablé con el línea y me dijo que parecía que no era y me dijo que estaban seguro de que no era”, manifestó el entrenador argentino según declaraciones difundidas por el diario Marca. De todos modos, el Chacho dejó en claro que su frustración es con la utilización del VAR y no con el delantero argentino: “Julián no es un jugador malintencionado, ni suele tener muchas expulsiones. Yo lo que creo de estas situaciones por como pega la cámara la imagen de un lado se ve y de otro no”.
Las palabras del entrenador reflejan una acumulación de frustraciones ante fallos que, según su análisis, condicionaron el rumbo de su equipo durante la temporada.
Desde el otro lado, Diego Simeone también fue consultado por la jugada que pudo haber condicionado al Atlético durante más de medio partido. El Cholo evitó polemizar y valoró positivamente el accionar del sistema de revisión.
“Está claro que habría sido difícil jugar con 10 durante 50 minutos. El árbitro se apresuró con la roja por lo que vio, pero con calma para verlo en el VAR resolvió una situación muy clara”, analizó el técnico del Atlético.
Con respecto al trámite del encuentro, esbozó: “Ninguno de los dos tuvimos superioridad sobre el otro en cuanto al juego asociativo, ni en el juego directo, ni en situaciones de gol, porque prácticamente no hubo tiros a puerta en la primera parte, si no me equivoco. Fue un partido que se jugó en la mitad del campo, en un espacio donde no había peligro. En la segunda parte fuimos de menos a más; a partir del minuto 20 el equipo empezó a tener un mejor ritmo, más valentía en los duelos, sacando más centros, con más gente dentro del área, llegando con combinaciones más asociativas y a mayor velocidad. Es verdad que en el partido también los jugadores se van cansando y van apareciendo más situaciones, especialmente la de Kike de puntera, que Jan saca bien. Nos quedamos con este empate, donde no pudimos concretar las jugadas que tuvimos, y ellos tampoco”.
El empate 0 a 0 dejó sabor amargo en ambas escuadras. El Atlético necesitaba sumar de a tres para consolidar su lugar entre los clasificados de manera directa a la próxima edición de la Champions League, mientras que el Alavés, con esta igualdad, alcanzó al Girona (juega el lunes ante Mallorca) y quedó apenas tres puntos por encima de Las Palmas, último en caer en zona de descenso a la Segunda División y que más tarde recibirá a Valencia.
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