Cuando este domingo empiece a rodar la pelota en el Estadio Monumental, todas las miradas estarán puestas en el césped, los equipos y las tribunas, pero también en el árbitro, la figura que tendrá la responsabilidad de administrar justicia en el partido más trascendente del fútbol argentino, el Superclásico entre River Plate y Boca Juniors.
El elegido para impartir orden será Maximiliano Nicolás Ramírez, árbitro internacional desde 2023, que con 38 años y un estilo de conducción firme, técnico y sin estridencias, se perfila como una de las principales cartas del arbitraje argentino de cara al Mundial 2026.
Lo acompañarán como asistentes Facundo Rodríguez y Pablo González. Mientras que el cuarto árbitro será Nicolás Lamolina. En el VAR se desempeñará Lucas Novelli y en el AVAR, Diego Romero.

Ramírez no llega por casualidad a este escenario. Formado inicialmente como jugador -pasó por el Club Agustín Álvarez de 9 de Julio-, combina en su trayectoria el conocimiento del juego desde adentro, una sólida preparación física (es profesor de Educación Física) y una vida laboral paralela como empleado en una obra social, lo que le otorga una sensibilidad social atípica en este ámbito. Esa triple perspectiva es clave para entender su perfil como juez: conoce el vestuario, domina el reglamento y entiende el entorno.
Su altura imponente (1,88 m) lo convierte en una presencia visual fuerte en el campo, pero es su capacidad de interpretación del juego, su control emocional y su criterio para aplicar las reglas lo que lo posicionó como un árbitro confiable, sobre todo en contextos de alta tensión.
El sello de Ramírez está definido: rigor técnico, claridad en las decisiones y apego al reglamento, sin perder la sensibilidad por la dinámica del juego. No es un árbitro de protagonismo gratuito, pero tampoco esquiva la toma de decisiones difíciles.
Su manejo del VAR ha sido, hasta ahora, criterioso. En el último Superclásico, disputado en La Bombonera, el 21 de septiembre de 2024, sancionó correctamente una mano de Milton Giménez en el gol del empate sobre la hora para Boca, luego de revisar la jugada en el monitor. Aquel fallo -avalado por especialistas pero resistido por el entorno xeneize- demostró su templanza y convicción para sostener decisiones de alto impacto.
En aquel encuentro, que finalizó con triunfo 1-0 para River, mostró siete tarjetas amarillas, en una clara señal de su estilo firme: controla el partido a partir del orden disciplinario, sin dejar que la temperatura del clásico lo sobrepase.

Los números de Ramírez
El juez que arbitrará el Supeclásico tiene un promedio de juego por encuentro de 59 minutos y corre aproximadamente 9 km por partido.
Desde su designación como árbitro internacional, en 2023, Ramírez mantuvo un promedio disciplinario notable en sus actuaciones.
Promedio de tarjetas amarillas por partido: 5.70
Promedio de tarjetas rojas por partido: 0.21
Total de partidos arbitrados: 115
Total de tarjetas amarillas mostradas: 656
Total de tarjetas rojas mostradas: 24
Estos datos reflejan un estilo de arbitraje riguroso y estricto, con una tendencia a mantener el control del juego mediante sanciones disciplinarias cuando es necesario.
Su promedio de tarjetas amarillas por partido es superior al de muchos de sus colegas en la Liga Profesional de Fútbol, lo que indica su disposición a intervenir para mantener el orden en el campo.
En partidos de alta tensión, como el Superclásico entre River y Boca, este enfoque puede ser crucial para evitar que el juego se descontrole.
Sin embargo, también implica que los jugadores deben ser especialmente cuidadosos para no incurrir en acciones que puedan ser sancionadas, ya que Ramírez no duda en aplicar el reglamento con firmeza.
Su historial muestra que, aunque no es propenso a mostrar tarjetas rojas con frecuencia, no evita hacerlo cuando la situación lo requiere. Este equilibrio entre autoridad y criterio lo posiciona como un árbitro confiable para encuentros de alta exigencia.
Dirigir un River-Boca no es una designación más. Es la prueba máxima para cualquier árbitro argentino, una experiencia que puede catapultar o condicionar carreras.
La designación no sólo ratifica la confianza del cuerpo arbitral nacional, sino que implica un mensaje de proyección internacional, en un año donde los nombres para el próximo Mundial comienzan a perfilarse.
En definitiva, Ramírez llega al Superclásico no como una figura emergente, sino como una realidad técnica consolidada. Con presencia, autoridad y formación, se enfrenta al desafío más grande del fútbol argentino con una mochila cargada de experiencia… y un silbato que puede marcar el ritmo de la historia.
Últimas Noticias
“Cultura sin culpables”: el error estratégico de McLaren en Qatar que favoreció a Verstappen y encendió la definición del título de la Fórmula 1
La escudería de Woking asumió la responsabilidad luego de una decisión que cambió el destino de la anteúltima fecha y podría ser clave para Lando Norris y Oscar Piastri
“Todo a su tiempo”: la frase sobre la posible llegada de Paulo Dybala a Boca Juniors que generó revuelo en el Xeneize
El padre de Leandro Paredes volvió a referirse a la chance de que la Joya juegue en la Ribera
“Dame agua bendita”: el secreto de Facundo Cambeses para ser el héroe de Racing en la tanda de penales contra Tigre
El arquero de la Academia contuvo dos disparos para sellar el pase a semifinales, instancia en la que se enfrentará a Boca Juniors

Los mejores memes del triunfo de Racing a Tigre: de los goles errados de Maravilla Martínez a la hora que terminó el partido
La Academia superó por penales al Matador y se metió entre los mejores cuatro de la competencia. En semifinales chocará ante Boca

El tragicómico sorteo del Mundial 94: la estrella de Hollywood que ridiculizó a Blatter y una estruendosa ausencia
Hace 32 años se realizó una fastuosa ceremonia en Las Vegas para la Copa del Mundo de Estados Unidos e incluyó a figuras del cine y el deporte. El recuerdo, a días del evento en Washington DC




