Un fisicoculturista argentino que busca llegar al Mister Olympia advirtió sobre el uso de esteroides y contó sus experiencias

Daniel Basarena se acercó a la actividad desde muy joven, pero los malos consejos y la falta de conocimiento le provocaron problemas de salud. Con el paso del tiempo logró sobreponerse y manejarse de otra manera

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Daniel Basarena, fisicoculturista argentino

El fisicoculturismo es el arte de esculpir el cuerpo. De llevar la figura humana al nivel más alto buscando alcanzar la perfección y luego exponerlo ante un jurado. Así lo entiende el primer culturista argentino de la categoría Classic de Argentina, Daniel Basarena, quien en diálogo con Infobae habló de uno de los tabúes de esta disciplina, un tema más que polémico: el uso de esteroides y los riesgos de consumirlos de forma indebida. “A mí no me gusta el tema de los esteroides pero lamentablemente hay que usarlos. A nivel profesional, si no los usas, no llegas a ningún lado porque te ayuda mucho a lo que es la definición del cuerpo”, asegura, al tiempo que advierte sobre la forma de utilizarlos y las posibles consecuencias.

Con 30 años y más de 15 dedicándose al desarrollo de su cuerpo, Daniel habla desde su experiencia en el tema. El oriundo de Berazategui (Zona Sur) conoce las dos caras de la moneda: el abuso de las sustancias y el uso controlado de las mismas para conseguir buenos resultados en las competencias. Sin embargo, remarca que hoy en día, “hay un gran negocio detrás. Los laboratorios acompañan a cada atleta profesional. El Olympia (el evento más importante del fisicoculturismo) está auspiciado por laboratorios y con el marketing y la publicidad que manejan le terminan llegando a los chicos comunes. La gente que no compite es la que más consume, yo lo veo. Y se meten más cantidad que hasta un profesional. Hay mucho contenido en internet normalizando el uso de esteroides y mal informando a los jóvenes”.

Fanático de Arnold Schwarzenegger, Rambo y Dragon Ball de niño, Basarena comenzó a interesarse por el físico a los 14 años. Eso, sumado a sus problemas de escoliosis y a una personalidad un poco retraída, llegando a pasar mucho tiempo en su habitación jugando videojuegos. Todo eso fue desencadenante para que pisara por primera vez un gimnasio. “No entendía nada cuando entré. En ese momento no era muy popular ir al gimnasio, ni mujeres había, imaginate el ambiente. Yo era re flaco, pesaba 70 kilos, imaginate que hacía pecho solo con la barra, sin pesas, porque no tenía fuerza”.

Pero a medida que pasó el tiempo, Daniel comenzó a tomarle el gusto y encontró en su hermano mayor una motivación. “Siempre competí con él en todo y como yo quería levantar más peso que él, hacía doble turno para ganarle”, recuerda. Ese deseo por superarlo, desafortunadamente, le trajo su primera lesión, una distensión en el escafoide que lo dejó dos meses parado. “Esa fue una de las muchas lesiones que tuve en esa época. Mi vieja se puso en contra porque me decía que me estaba lastimando mucho. Pero en ese momento nadie me explicó que uno primero desarrolla el músculo y después las articulaciones, yo era chico, no me había desarrollado por completo”.

A partir de allí, con esa experiencia adquirida y con ayuda de un kinesiólogo, Daniel logró fortalecer las articulaciones y volver al ruedo cada vez con más peso. Para los 18 ya era una persona diferente. Sin embargo, en su anhelo de querer ir a más, fue donde cometió un error que hasta hoy en día le resulta imperdonable.

Comenzó a competir en abril
Comenzó a competir en abril del 2021

“Para esa edad yo ya estaba trabajando. Trabajé en la movida nocturna durante dos años. Ahí tomé por primera vez Estano (estanozolol). Un hombre que trabajaba conmigo me dijo que tomara. Lo probé y a día de hoy me arrepiento de haberlo hecho. El estano es un esteroide básico, un estrógeno, que si no lo tomas con testosterona puede traer muchos efectos secundarios. A mi me causó fibromialgia”, relata. “Lo tomé uno o dos meses a los 19 años. Gané masa muscular, noté un cambio los primeros días, pero después ya no. Tomaba 20 miligramos diarios y en un momento me empezó a picar la tetilla y me dolía. Después, ya se me había hecho un bulto en el pecho. Me asusté y dejé de consumirlo. Aún así, a los 22 años me tuve que operar”.

Ese episodio marcó un antes y un después en su vida. Tras pasar por esa cirugía continuó entrenando de forma natural y alejado de los esteroides. Estudió musculación para entender la mecánica de los ejercicios y aplicó la física al deporte. “Desde ese día me sigo perfeccionando”, explica Daniel, que comenzó a competir en eventos deportivos desde abril del 2021 obteniendo muy buenos resultados tanto a nivel local en AFIBA (Asociación de FisicoCulturismo y Fitness) como internacional en NPC, torneo que le permitió conseguir la Pro Card y convertirse en el primer Classic profesional de Argentina.

“En mi primera competencia estaba re nervioso, no sabía ni posar. Cuando competís, tenes que escuchar al juez para hacer las poses, él te pide una ‘doble bíceps’ y tenes que hacerla. Me acuerdo que me pedían algo y hacía otra cosa (se ríe). Me subía a la tarima y me temblaban las piernas porque había gente y yo estaba prácticamente en bolas. Pero me gustó vivir esa experiencia”, recuerda.

Y fueron en esas competencias donde los esteroides volvieron a hacerse presentes. Sin embargo, ya con la experiencia que vivió de aquel error y todo lo aprendido, Dani habla desde otro lugar.

Daniel Basarena en competencia

- ¿Está permitido usar esteroides en los torneos?

- Hay ciertas cosas que están prohibidas. La insulina por ejemplo está prohibida en la competencia profesional. El abuso de esteroides también. Otros que están prohibidos son los diuréticos. La mayoría de los chicos que compitieron de forma profesional y murieron son por el uso de diuréticos, eso deshidrata el cuerpo y queda más marcado. Ninguno murió por exceso de testosterona, es el esteroide más normal que existe.

- ¿Se puede usar testosterona?

- Hay esteroides que no salen en los análisis de sangre. No puede haber un control perfecto de quién usa y quién no, por eso hay un gris en los límites dentro de la competencia. Sí, te tengo que decir que el esteroide ayuda, sino te mentiría. Yo hoy estoy usando. Uso testosterona 500ml semanales y nandrolona para reforzar las articulaciones.

- Uno de los efectos secundarios más recurrentes son los problemas renales...

- Sí, los problemas renales se dan cuando hay un abuso del uso de los esteroides. Una forma de darme cuenta, por ejemplo, es en la piel de las personas cuando voy a los torneos, como que se ve más vieja. Hay de todo. Me ha pasado de ver gente que tomaba y te contaba de los problemas renales. Le preguntabas, y claro, te decían que estuvieron usando trembolona un año y medio sin parar. La trembolona es lo peor, es un esteroide muy fuerte.

-Y fuera de competencia, ¿la gente que acude al gimnasio suele utilizarlos?

- Yo estoy en contra de la gente que los usa para ir al gimnasio y no competir. De los que los usan para llegar al verano e ir a la playa, ¿Entendés?. Este tipo (el de la trembolona) se metía en cantidades excesivas y encima después comía en lugares de comidas rápidas y salía los fines de semana. Lo destruyó y de eso no hay vuelta atrás. Esa gente después dice: “No, los esteroides me hicieron pelota”, pero en realidad lo usaron mal e hicieron las cosas mal.

- ¿Hay muchos casos de consumo en jóvenes?

-Sí, es un problema para los jóvenes. Ellos piensan que se arranca por el consumo cuando es totalmente al revés. A mi vienen y me dicen “Che Dani, ¿qué puedo tomar?”, es lo primero que me dicen. Los chicos quieren todo ya y rápido y no tienen paciencia. Es jodida esta generación. En el culturismo tenes que tener mucha paciencia, el músculo no sale de un día para el otro. Requiere de mucho trabajo mental y meditación. Yo lo hago. No es algo para tomarse a la ligera si lo queres hacer bien.

- Hoy en día las redes sociales juegan un papel importante a la hora de formar a los jóvenes

-Hay mucho contenido normalizando el uso de esteroides. Pero es la forma en que se difunde. Te dicen que tomes pero también te tienen que decir los efectos secundarios que podés tener por consumo excesivo. Mirá yo, cuando tenía 19 años era un pibe que no entendía nada y le hice caso a un tipo que sabía menos y me terminaron operando. No está bien. Hoy el fisicoculturismo está en auge, se está haciendo más visible. Pero al mismo tiempo, hay mucha información que confunde. Hay mucho negocio detrás de esto. Te venden esteroides como la solución para ganar músculo y no es así.

Ganó una de las IFBB
Ganó una de las IFBB Pro Card en 2021

Daniel Basarena hizo del fisicoculturismo un estilo de vida. El dinero no es una motivación y siempre les advierte a sus alumnos que si buscan dinero en el culturismo están en el camino equivocado. “Te tiene que gustar demasiado y tenés que dedicarle tiempo. No sirve entrar dos años y después dejar porque perdés todo. Tenés que ser constante, preparándote y entrenándote. No sólo es ir al gimnasio, también es comer bien en tu casa y resignar parte de tu vida social. Yo me dedico de lleno a esto”. Al mismo tiempo, reconoce que le gusta enseñar la otra cara de la disciplina; lo que les da como personas: “La autoestima, que es lo que más falta en esta generación, y el amor propio. La gente no tiene esto y busca fama o aprobación, pero cuando conseguís esas dos cosas, no necesitás más nada. Yo lo conseguí”.

Mientras habla con Infobae, Basarena se prepara para lo que sigue en su carrera deportiva. Tras terminar en el segundo puesto en el Torneo Profesional Sur Pro en 2024, el argentino irá en búsqueda del primer lugar en una competencia en Brasil que, de lograrlo, le abrirá las puertas al Mr Olympia 2025, el máximo evento internacional al que aspira un fisicoculturista.