* El gesto a la tribuna que potenció los cuestionamientos
El Vélez de Guillermo Barros Schelotto dio el golpe y le ganó 4-0 al Olimpia de Martín Palermo en Paraguay por la segunda fecha del Grupo H de la Copa Libertadores. Braian Romero (dos), Maher Carrizo y Francisco Pizzini marcaron las conquistas para el vencedor, que hizo gala de su contundencia: llegó seis veces y anotó en cuatro, luego de soportaron el asedio inicial del local, que hizo figura al arquero Marchiori.
En ese comienzo, Darío Benedetto fue motivo de preocupación para el Fortín. El delantero ex Boca, de 34 años, aportó pivoteo y movilidad, y generó un par de situaciones en las que estuvo cerca de gritar. La primera, a los 12, cuando el portero ex Atlético Tucumán contuvo su arremetida. Luego, con un cabezazo cruzado que se le fue ancho, tras superar la marca de Mammana. Sin embargo, el punta arrancó fastidioso desde el inicio.
En una de las primeras acciones del cotejo, encaró hacia adentro y, cuando tenía pase, probó al arco, pero el intento se le fue a las nubes. Enseguida pidió disculpas, pero al ver la reacción de uno de sus compañeros, el rostro se le transformó, le chifló y le gritó: “¡Ojo, eh!”.
* El enojo del Pipa con un compañero
Luego del 0-2, Olimpia se derrumbó. Se convirtió en apenas un espectro de lo que exhibió en el inicio. Y Benedetto perdió abastecimiento y se mimetizó con el resto del elenco. El Pipa salió a 15 minutos del epílogo (le dejó su lugar a Hugo Adrián Benítez), se dirigió cabizbajo al banco, pero al escuchar silbidos e insultos, su actitud cambió: levantó la vista, enfocó en la tribuna y le dedicó el inequívoco gesto del índice en la boca; silencio.
Benedetto venía de otra jornada polémica. En la derrota de Olimpia por 2 a 1 frente a Guaraní, en un encuentro correspondiente a la duodécima fecha del Torneo Apertura paraguayo, cometió una durísima acción cuando su equipo se encontraba en ventaja por el gol de Lisandro López a los 36 minutos de juego.
A los 40 minutos de la primera parte, el Pipa perdió el control del balón cerca de la mitad de la cancha y, ante la presión de Luis Martínez, reaccionó con una dura entrada a destiempo, lanzándose con las dos piernas hacia adelante y golpeando a su rival a la altura de la tibia. Inicialmente, el árbitro Derlis López no sancionó la falta, pero fue advertido desde el VAR para revisar la acción. Tras observar las imágenes, el juez corrigió su decisión y le mostró la tarjeta roja directa.
Antes, había fallado un gol insólito con el arco a su merced. Tras un centro perfecto del defensor Facundo Zabala, el delantero pifió su cabezazo y le dejó servida la pelota al arquero rival. Acumula nueve partidos oficiales sin convertir goles. Y el golpe ante Vélez potenció su frustración.
* La mejor chance que tuvo en el duelo disputado en el estadio Defensores del Chaco
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