Con sus excelentes atajadas y un estilo único, Ignacio Arce ha marcado su camino hasta transformarse en uno de los mejores arqueros del fútbol argentino a los 33 años. Su paso por varios clubes del país forjó su carácter y debió pelear el puesto en diferentes ocasiones, aunque su máxima vara la tuvo en las Juveniles con la camiseta de la selección argentina. Cometió dos errores que lo eyectaron del puesto y, sin saberlo, le abrió paso al héroe de una generación: Emiliano Dibu Martínez.
El arquero de Deportivo Riestra fue parte del ciclo de entrevistas conocido como Líbero vs. en la pantalla de TyC Sports y fue consultado por la relación que los unía en las concentraciones, donde compartían habitación y llegó a ejercer de profesor con su compañero: “Él ya estaba en Inglaterra y estudiaba inglés. Es muy capaz, la cabeza de él va más allá, por algo llegó a donde llegó. Hacía las tareas, y hacía que yo le tome. Imagínate yo hablando inglés, ja. En tres meses, Dibu hablaba inglés y era el coordinador. Cuando hacíamos la gira, lo llamaban a él para que hable con los del aeropuerto”.
Más adelante, se sometió a una serie de preguntas, en las cuales debía elegir quién era mejor entre él y diferentes guardametas de la Primera División: siempre optó por sí mismo. Salvo cuando la pregunta incluyó al campeón del mundo en Qatar: “No, el Dibu. Siempre Dibu. Fue suplente mío muchos años, pero yo lo veía entrenar y se mataba. Iba y mejoraba la pegada, se entrenaba en el gimnasio y yo tirado en la cama, decía: ‘No, ya está‘. De a poquito, se fue ganando un lugar y, a lo último, yo me mando unas locuras mías que me salieron mal...”.
A continuación, contó los dos errores que lo sacaron del arco de la Selección y le aseguraron la titularidad al marplatense: “Un día, salgo gambeteando hasta mitad de cancha, yo vuelvo caminando y le pega un venezolano. Me paré con manos en jarra pensando que se iba, yo iba re canchero. Cuando siento el ruido del travesaño, me doy vuelta, me pega en la canilla y entra. Perdimos 2-1. El Tata (Brown) me cagó a pedos, me dejó de lado, lo empieza a poner al Dibu, él la rompía y (el Tata) me dijo: ‘Te doy la última oportunidad, no hagas cagadas’. Íbamos ganando 8-0 contra Guatemala, me patearon de mitad de cancha y yo la paré de pecho. El Tata me puteaba”.
Años después, Nacho Arce reveló una curiosa charla con el guardameta que militaba en Inglaterra: “Tuve la oportunidad de llamarlo cuando estaba en el Arsenal. Le dije ‘hola, ¿qué haces?‘, preguntó quién era y le dije: ‘Soy yo, soy mejor que vos, pero me ganaste psicológicamente‘, ja. Y me dice: ‘Qué hacés, negrito?‘, ja. Ahí tuvo el gesto de mandarme su camiseta y los guantes del Arsenal”.

Recientemente, ambos volvieron a cruzarse en el predio de Ezeiza en la antesala a la fecha FIFA, que tuvo a la Argentina enfrentándose con sendas victorias a Uruguay y Brasil. La nota fue grabada previamente a esa charla y detalló el regalo que le iba a alcanzar. Finalmente, Arce le dio su camiseta de Riestra y Dibu le extendió el buzo suyo de la Albiceleste. “Ahora me invitó a tomar unos mates y voy a disfrutar ese momento, que me genera algo muy lindo. Le dije que quería llevar un presente y, de paso, es mi momento también, va a ser repercusión, un poco de ruido, ja”, bromeó.
Por otro lado, eligió como la mejor atajada de su carrera una intervención para despejar un remate frontal de Edinson Cavani durante el empate 1-1 del Malevo ante Boca Juniors en la Bombonera en un encuentro disputado en octubre pasado y resaltó un gesto del delantero uruguayo después de esa tapada a contrapierna: “Ese día se portó muy bien conmigo. Me felicitó. Dormí en no pedirle la camiseta, ja”. “Mandame la camiseta, ja”, le pidió en un mensaje a la cámara.
En último orden, habló de su actualidad en Deportivo Riestra, que marcha en la quinta colocación de la Zona B con 13 puntos, a 8 de los punteros Independiente y Rosario Central. A pesar de ser uno de los cuadros con menor cantidad de tantos en el campeonato, Arce mantiene la ilusión de convertir un gol con esta camiseta. “Estamos a un pasito. Quiero de tiro libre. Lo sueño. Me peleo con todos para patearlo, ja. Uno de a poquito se va ilusionando con cosas, lo va trabajando y soñar no cuesta nada. O le pego de mitad de cancha, como hizo Chilavert con el Mono Burgos. Ahora me diste otra idea, ja”, lanzó. Su repertorio de locuras todavía tiene un casillero sin llenar: “Me queda pendiente tirar el escorpión. Así que en cualquier momento, lo tiramos”.
* Nacho Arce fue la figura de Riestra ante Boca: mirá el resumen