
Nostalgia, orgullo y sacrificio. Esas fueron las primeras sensaciones que se percibieron en Los Cardales, donde la UAR inauguró el inicio de las obras del predio que promete cambiar la historia del rugby argentino. Se trata de un complejo que contará con cinco canchas de césped natural y una de césped sintético, consultorios médicos, espacios para kinesiología, psicología y nutrición, salas de capacitación, un auditorio, comedor, gimnasio de alta complejidad, vestuarios para equipos y personas con discapacidad, así como habitaciones para alojar a unos 60 deportistas.
El Centro Nacional de Rugby se convertirá en una realidad dentro de 20 meses. Aquel proyecto que fue planificado durante décadas comenzó a concretarse con la adquisición de un predio de diez hectáreas ubicado en el kilómetro 4 de la Avenida Libertador San Martín (Ruta 4), en Los Cardales (a la altura del kilómetro 61 de la Ruta Nacional 9), dentro del municipio de Campana.
Para la diagramación del proyecto, una delegación argentina liderada por Agustín Pichot recorrió distintos lugares del planeta, para inspirarse en lo que sería su sueño personal. Junto a Carlos Araujo, ex presidente de la UAR, la leyenda que llevó la cinta de Los Pumas durante décadas recordó cómo fue la odisea en diálogo con Infobae. “Él tenía una hernia (en relación al directivo) y se caminó enterito a Estados Unidos viendo centros de distintas instituciones. Fuimos con el arquitecto y muchos otros dirigentes. Miramos de todo: desde Portland hasta Miami Dolphins. Fuimos a los centros de fútbol Inglaterra, estuvimos en Boca, River, Racing... Fueron miles de visitas, pero esto es distinto porque tuvimos mucha paciencia. Soportamos 2.333 cambios y siempre buscando hasta los detalles de cómo serían las canillas", explicó.
Los complejos del Real Madrid en la capital española y el del AC Milan, que es considerado de última generación, fueron otros destinos que recorrieron en la búsqueda de ideas de vanguardia. La conclusión de Ficha fue que “está todo inventado”. “Si uno toma como ejemplo al complejo del Manchester City, que gastaron 333 millones de dólares, o el de Oregon Ducks (franquicia de la NFL), que instalaron pisos de madera que llevaron desde el Amazonas, con El Negro nos mirábamos y parecía imposible. Él aseguraba que conseguía una madera más barata en San Nicolás y que se le podía dar el mismo lustre. Cuando miraba esa conversación, pensaba en qué estaría entendiendo ese señor que puso 30 millones de dólares en un piso y que El Negro le ofrecía una madera más barata de pino bien lustrado", reveló entre risas.

Para AP9 el inicio de las obras le impusieron un orgullo personal. Observar a las máquinas trabajando bajo el caluroso sol bonaerense para no perder ni un día de trabajo es una muestra que ejemplifica años de esfuerzo y lucha. “Cuando uno transita como jugador es muy fácil entender para qué estás. De chico siempre soñé jugar en Los Pumas y en la primera del CASI; pero como dirigente me costaba encontrar algo que cambie el trabajo de los jugadores. Fue el Rugby Championship, las Olimpíadas, el Super Rugby, ganarle a los All Blacks, pero faltaban planes estratégicos a futuro", relató sobre el inicio de la iniciativa que contribuirá en el desarrollo del deporte que ama.
Las reuniones esporádicas se fueron transformando en cada vez más habituales. Y durante ese período descubrió que tenía una obsesión: la infraestructura. “Me pasa con los otros trabajos que tengo, ya sea con los estudios que he hecho con mi empresa de medios o los que trabajan conmigo en la parte de energía. Estoy convencido que la infraestructura es muy necesaria para desarrollarte y crecer”, subrayó.
Sin embargo, su espíritu perfeccionista demoró el proceso para que la UAR hiciera la compra de los terrenos en Campana. “Estaba tan obsesionado con cada detalle en la búsqueda del lugar perfecto, que barajamos muchas posibilidades; hasta que en un momento Gabriel (Travaglini) me dijo basta. Era ahora o nunca. Es decir: seguíamos teniendo los fondos y no se estaban poniendo a disposición, lo que parecería una locura desde el punto de vista de la responsabilidad dirigencial. Si entraba dinero para este proyecto, había que usarlo. No somos una entidad que guarde plata, porque no funcionamos como una empresa que tenga un fondo de inversión. Ahora estoy ansioso por verlo terminado, porque es algo que ocupó y ocupa mucho tiempo de mi vida”.

Como miembro del Consejo de World Rugby y del EXCO de SANZAAR, Agustín Pichot había desarrollado un proyecto en 2004, en donde ideó una estrategia para alcanzar la meta económica que requería una obra que pudiera estar a la altura. Para la entidad internacional, Argentina no estaba dentro de la órbita para brindarle ningún beneficio. Al no cumplir con los requisitos fijados por la institución mundial, el ex medio-scrum luchó desde adentro para que la UAR pudiera alcanzar esos fondos. “Es un dinero que se destina al alto rendimiento. No era ni para comprar pelotas, ni para hacer clubes, ni colegios, ni hospitales. Era para que Los Pumas fueran sustentables. Y lo pude dar vuelta, al usarlo para infraestructura”, detalló.
Aquel primer paso se dio en el 2000. Y más de una década después llegó el primer pago, durante la previa del Mundial que organizó Nueva Zelanda en 2011. “Desde ese día hasta hoy, ese fondo entró con un fin determinado. Entonces, toda esa plata que se verá invertida en el Centro Nacional de Rugby, nunca tocó el costo operativo, ni se empleó para los clubes ni para la UAR. Lo hicimos así a propósito, porque nunca dudamos el destino que le íbamos a dar, completó.

Aquella propuesta ambiciosa también tuvo su Lado B. “Que no te vendan amor sin espinas”, canta Joaquín Sabina en los recitales que protagoniza alrededor del mundo. Y como si se tratara de un axioma imposible de quebrar, el ex capitán de Los Pumas debió surfear una ola de críticas cuando parecía que las obras nunca comenzarían. Además, una estafa millonaria estuvo cerca de afectar su reputación. "No lo voy a desdramatizar, porque es parte del folclore. No voy a hacerme el lírico, ni mucho menos. Nunca me escondo. Está todo muy claro en los balances de la UAR, las facturas y las auditorías. Está todo muy transparente. Cada peso que se que se dio o se pagó está ahí registrado. A muchos periodistas que me criticaron les pedí que investigaran y buscaran en profundidad. Hubo un pibe de la UAR que se llevó 30 millones de pesos y ahora está en juicio", explicó el ex jugador del CASI. Y agregó: “Fueron dos páginas de La Nación que me cagaron a palos; pero cuando salió el responsable de lo que había sucedido, no publicaron nada. Es parte del juego".
Finalmente, en relación a la inestabilidad económica que sufrió el país durante los últimos tiempos, el ex capitán de Los Pumas advirtió que nunca barajó la posibilidad sufrir algún tipo de riesgo en la inversión. “Es tan sólido el tema financiero, que nunca dudamos en hacerlo. No hicimos esta inversión para ver si el metro de tierra lo íbamos a capitalizar en diez años. No funciona así. Si lo hubiéramos hecho hace dos años, el metro cuadrado y la construcción nos hubiese salido más barata, pero nos agarró ahora. Y cuando hicimos la ecuación, estuvimos seguros de que debíamos arrancar ahora”.

Otro de los responsables de la creación del Centro Nacional de Rubgy es el presidente de la UAR, Gabriel Travaglini, quien como histórico jugador del seleccionado albiceleste también disfrutó del inicio de las obras al reafirmar el hito que representará el predio en el desarrollo del deporte argentino. “Cuando nosotros entrenamos para el Mundial de 1987, lo hacíamos en el Liceo Naval. Le habían ganado un terreno al río y se había formado un bosque. En esas prácticas el Negro García nos hacía correr a la vuelta de ese bosque, que sería de unos tres kilómetros. Como muchos ya estaban cansados, a veces querían cruzarlo para recortar la distancia, pero era impenetrable. También hacíamos flexiones en ese lugar y usábamos los arcos (en referencia a los aros) de básquet para hacer los ejercicios. Cuando lo pienso, me parece inverosímil, pero es bueno aportar con algo que puedan disfrutar los jugadores de la actualidad y del futuro. Nosotros no tuvimos esa posibilidad y seguramente los jóvenes lo podrán aprovechar. Poder plasmarlo me deja un orgullo enorme“, destacó.
El predio concentrará las actividades de todos los equipos de la UAR, desde los clubes hasta los seleccionados nacionales y franquicias: Los Pumas, Los Pumas 7’s, Las Yaguaretés, Los Pumitas, Argentina XV, Pampas, Dogos XV y Tarucas tendrán un nuevo hogar para poder programar sus respectivos compromisos en la búsqueda de más resultados.
ASÍ SERÁ EL CENTRO NACIONAL DE RUGBY



















