Como si se tratara de una pesadilla para el Atlético de Madrid, una vez más (casi sin merecerlo) el Real Madrid ha terminado con la ilusión del Colchonero. Fue la sexta vez que ocurrió, si se tienen en cuenta los antecedentes históricos.
El Merengue logró la clasificación a los cuartos de final de la Champions League por penales, dado que la derrota por la mínima diferencia en territorio del Aleti igualó el global 2 a 2, ya que la Casa Blanca había cosechado un 2-1 a su favor en el Santiago Bernabéu.
El combinado de Diego Simeone ha rozado la remontada, pero otra vez ha encontrado en su vecino de la capital a su verdugo en la máxima competición europea.
El penal decisivo anotado por Antonio Rüdiger en la tanda definitoria que concluyó 4-2 en favor del conjunto de Carlo Ancelotti dejó helado al Riyadh Air Metropolitano, que se mostró efervescente durante todo el compromiso. “Me mata, me da la vida“, fue el mosaico que se leyó cuando los protagonistas salieron a escena. Un anticipo de lo que sucedería en los 120 minutos siguientes.
La polémica se instaló cuando el VAR intervino para anular el gol desde los doce pasos de Julián Álvarez, quien presuntamente tocó dos veces el balón antes de anotar su tanto. Como si se tratara de una broma del destino, Jan Oblak le detuvo la ejecución a Lucas Vázquez; pero en el disparo siguiente Llorente estrelló su remate contra el travesaño.
Con el objetivo cumplido, Vinicius Juniors dejó una de las perlas más destacadas de la noche. Es que el brasileño se encargó de burlarse de los fanáticos del Atlético de Madrid, a pesar de haber tenido una producción mediocre, con penal errado incluido durante el tiempo reglamentario.
Otra de las curiosidades se instaló en el rostro de Antonio Rüdiger, cuando el defensor alemán realizó una llamativa amenaza cuando las autoridades analizaban la posibilidad de anular el grito del delantero argentino.

La Casa Blanca debió esperar hasta los penales para cantar victoria en el derby contra Atlético de Madrid. El dueño del último boleto a los cuartos de final de la Champions League.
La Araña convirtió resbalándose la segunda pena máxima de su equipo, pero fue anulada por haberle pegado a la pelota con las dos piernas. Antonio Rüdiger fue el encargado de sellar el triunfo.
Los dirigidos por Carlo Ancelotti se repusieron al penal fallado por Vinicius Júnior en el tiempo reglamentario para sacar boleto entre los ocho mejores de Europa, instancia en la que se enfrentarán al Arsenal de Inglaterra, y en semifinales podrían verse las caras con el París Saint-Germain (PSG) o el Aston Villa. Por otro lado, el plantel Rojiblanco volvió a caer ante su clásico rival y deberá enfocar su mirada a la Liga de España y la Copa del Rey. Una noche que quedó ejemplificada con las lágrimas de Josema Giménez, el central uruguayo que no pudo contener su dolor, cuando la pesadilla concluyó.

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