Juicio por la muerte de Maradona: la impactante transformación física de Leopoldo Luque, su ex médico personal

El neurocirujano es uno de los acusados por el fallecimiento del Diez. Sorprendió con su cambio de imagen al llegar a los Tribunales de San Isidro. En los últimos años había bajado su perfil público

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Luque, en la época en
Luque, en la época en la que trataba Maradona, y en el inicio del juicio

Leopoldo Luque, el médico que trató a Diego Maradona en los últimos años de su vida, estuvo esta mañana en los Tribunales de San Isidro, junto a otros profesionales de la salud, todos acusados de “homicidio simple con dolo eventual” en la causa que investiga su responsabilidad en la muerte de Pelusa. Y su aparición generó impacto por su drástico cambio físico. Arribó a la sede judicial con una camisa blanca, corbata azul, el saco en la mano y anteojos de sol. De aquella imagen más desgarbada que solía desplazarse en moto cuando visitaba a Maradona poco quedó: el actual perfil del galeno muestra un cuerpo trabajado en el gimnasio y ya no usa barba. Un look diametralmente opuesto al que lucía hace cinco años, cuando murió el ídolo.

Los acusados principales por la muerte de Maradona son el neurocirujano Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes enfrentan cargos por “homicidio simple con dolo eventual”. También están implicados el enfermero Ricardo Almirón, su jefe Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna, la médica coordinadora de Swiss Medical, Nancy Edith Forlini, y el psicólogo Carlos Díaz. Cada uno de ellos será juzgado por su presunta responsabilidad en el tratamiento de Maradona, que, según la fiscalía, no fue adecuado.

En la primera audiencia del juicio por la muerte de Maradona, el fiscal Patricio Ferrari sostuvo que entre el 11 y el 25 de noviembre de 2020, el exfutbolista permaneció en su casa de Tigre sin estar en “el uso pleno de sus facultades mentales” ni tener la capacidad de decidir sobre su salud. Y argumentó que la atención médica inadecuada fue determinante en su fallecimiento.

Para reforzar su acusación, el fiscal presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nro.3 de San Isidro una imagen del 25 de noviembre de 2020, día en que Maradona murió. La fotografía, en la que se lo ve recostado en una cama, sirvió para ilustrar las condiciones en las que se encontraba en sus últimas horas.

El neurocirujano Leopoldo Luque, en
El neurocirujano Leopoldo Luque, en los Tribunales de San Isidro (AP Foto/Natacha Pisarenko)

Luque, quien empezó a tratar a Diego cuatro años antes de su muerte, cuando fue convocado para tratarlo por los problemas que tenía para conciliar el sueño, incluso se llevó un tupper con su dieta especial para consumir durante el juicio. El neurocirujano fue el encargado del contacto con la prensa ante cada dificultad del campeón del mundo y fue quien tomó la decisión de que fuera operado por el hematoma subdural en noviembre de 2020. Tras quedar en el ojo de la tormenta en la causa por la muerte del Diez, se mudó, cambió el número de su teléfono móvil, modificó su look, desapareció de los medios en los últimos cuatro años, siguió trabajando y se sumergió en el gimnasio. Aunque no tuvo actividad en las redes sociales tradicionales, suele subir a sus estados de WhatsApp imágenes de su rotundo cambio físico mientras lleva adelante las rutinas.

“Si de algo soy responsable con Diego es de amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último. Yo hice lo imposible para eso: conseguí que pueda acceder al psicólogo, al psiquiatra… Conseguí lo que nadie podía”, refutó luego de la muerte del Diez, cuando comenzó a quedar señalado y se hicieron públicos los polémicos chats y audios con el resto de los especialistas sobre la salud del astro.

“En cuanto a las cosas que se dicen, no las puedo ni leer, porque estoy muy mal porque se murió mi amigo. Estuve en el velorio, en el entierro y vi gente que ni había visto nunca, y qué se diga que no estuve con él, no lo pude creer. Yo no soy el responsable de todo esto”, concluyó entonces.

Maradona, junto a un Luque
Maradona, junto a un Luque barbado y sin el físico de gimnasio