En 2012 su imagen era diferente. Pablo Oscar Farías, alias Pokemón, se consagraba Campeón Supermediano Latino de la Federación Internacional de Boxeo y en su cuerpo ya no entrarían más cinturones: también conseguiría los mismos títulos del Consejo Mundial de Boxeo, de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Organización Mundial de Boxeo. El pugilista reía y todos a su alrededor hacían lo mismo: le auguraban un futuro brillante y de campeón ya no latino, sino mundial.
Trece años después, el pugilista de Junín ya no tiene títulos, pelea por el mundo dando una imagen que nada tiene que ver con su exitoso pasado y se convirtió en líder de una de las facciones de la barra brava de Sarmiento de Junín. Trece años después, Pokemón Farías ingresaba anoche en el hospital central de la ciudad con un balazo en un brazo, producto de la guerra interna en la previa del partido contra Barracas, que dejó finalmente cuatro heridos de bala. Ese brazo, con el que noqueó a 18 rivales en sus 37 triunfos, ese brazo que tenía el directo al mentón como principal atributo, ahora aparecía con un orificio a la altura de la zona media, marcando a fuego su etapa barra. El ciudadano ilustre de Junín (NdR: en octubre de 2018 después de consagrarse Campeón Argentino de la categoría Crucero le dieron ese honor) estaba tirado en una cama del hospital solicitando atención. Y los médicos ya no le pedían autógrafos como en los años anteriores: ahora solo pedían piedad para que esa guerra no se llevara al estadio donde ellos y sus familiares asisten para alentar al equipo de la ciudad.
La historia de la barra de Sarmiento de Junín siempre estuvo marcada por el dominio de un grupo que se hace llamar “La banda del Cemento” y es históricamente el que domina la tribuna del Eva Perón y tiene su núcleo duro en el barrio Fonavi, cerca de la terminal de ómnibus de la localidad, y cuyo mayor referente en la popular en los últimos años fue Juan Ignacio Lazo. Enfrente siempre se paró la llamada Barra del Oeste, con la que hubo periódicas etapas de guerra y de paz desde una década y media atrás. Esta última facción, considerada disidente, tuvo históricamente como referente a Marcelo Farías, hermano de Pokemón. Y, cuando el boxeador comenzó a tener éxito, los Farías reclamaron para sí el lugar central del paravalanchas, creyendo que el nombre alcanzaba. La respuesta fue negativa y hubo varios episodios a balazos, dos de ellos en los que Farías fue herido, uno en 2011 y otro en 2022.
Las distintas dirigencias del club intentaron en todo momento acercar a las partes y hubo una paz que se extendió desde 2015 hasta que llegó la pandemia, época además en la que Pokemón se concentró más en su carrera que en la popular. Bajo la atenta mirada de su padre Oscar y dirigido por el ex campeón mundial, Marcelo Domínguez, volvió a lucirse en los cuadriláteros y a recuperar terreno. Pero llegó la pandemia y aquel chico nacido el 3 de enero de 1988 y que ya a los 16 años había sido Campeón Nacional Juvenil, subcampeón Panamericano e integrante de la Selección Argentina, perdió otra vez el rumbo. Los años y la falta de entrenamientos lo hicieron subir de categoría a peso pesado, donde por su estatura daba mucha ventaja. Y además fue una época en la que facturar con el boxeo se había convertido en una quimera. Así, cuando el fútbol volvió con público, los hermanos Farías (que son cuatro en total) decidieron que la barra debía ser una fuente de ingresos propia. Pero La banda del Cemento no quería compartir las ganancias y la guerra regresó en junio de 2022, en otro enfrentamiento en el que Pokemón sufrió un balazo en los miembros inferiores. El motivo había sido que la Banda del Oeste se había adueñado de varios puestos de venta de choripanes en los alrededores de la cancha. Increíble.
Cuando se recuperó, fue por la venganza y en octubre estuvo implicado en otro hecho violentísimo, por el que la Justicia le dictó primero la prisión preventiva y luego la domiciliaria. Terminada esa etapa y con el boxeo cada vez más espaciado (si bien seguía subiéndose al ring, ya era lejos de las grandes luces, con participaciones en veladas en el Conurbano bonaerense) decidió volver por todo junto a su grupo y en febrero de 2023 tuvo que ser suspendido el partido que se estaba jugando entre Sarmiento y San Lorenzo por una guerra en plena tribuna. De ahí, toda la facción del Oeste salió con derecho de admisión y un compromiso: les iban a dar un par de cuadras para explotar como trapitos y una cantidad de entradas para manejarse pero no podían generar más incidentes. El pacto le permitió a Pokemón concentrarse en el deporte y conseguir algunas peleas con bolsas más importantes, aunque su preparación distaba tanto de lo profesional que lo que podría haber sido su relanzamiento terminó en un bluf: primero perdió por nocaut en el cuarto round en abril de 2024 con el inglés Aloys Youmbi y después en octubre no aguantó ni un round de la pelea contra el polaco Adam Balsky y se desplomó ante el primer golpe, lo que generó un escándalo de proporciones y el final de combatir por bolsas en Europa.
De regreso al país, se propuso con su hermano hacer combates menores acá, pero la paga ya era muy diferente, y entonces se optó por volver por la barra. Hubo algunos escarceos menores sobre el final del año pasado y todo estalló anoche.
En la semana, Farías había pedido al club un talonario extra de entradas. Pretendía que en el estadio estuviera la barra de Barracas Central. ¿Cuál era la relación? Desde 2021 Farías peleaba con el auspicio de Camioneros en su intento por retomar la gloria perdida. Y desde allí había trabado relación con los dueños del tablón del equipo donde se destaca Sergio el Boti Ávalos, un hombre del mundo de una de las tantas ramas del sindicato.

Los de Fonavi creyeron ver una jugada para sacarles la tribuna y entonces planearon abortar la intención. Así, cuando La Banda del Oeste se acercaba al Eva Perón, a menos de 400 metros del ingreso, aparecieron para emboscarlos y, mientras se daba una pelea en la que se tiraban con todo lo que hubiera al paso y se mostraban armas blancas, dos motos tipo cross aparecieron en la escena con cuatro delincuentes: dos de ellos empezaron a disparar sobre el grupo de Pokemón dejando cuatro heridos de bala que debieron ser atendidos en el Hospital Interzonal: Javier Cirulli, con un balazo en el gemelo izquierdo; Juan Coria, con una herida en el omóplato derecho; Lucas Vera, con una herida cortante en la cabeza y Pablo Farías con un balazo en el brazo. Sí, Pokemón, que pasó en la madrugada de un 9 de marzo de 2025 de ser aquel que soñaba con consagrarse campeón mundial a convertirse en apenas un barrabrava más.