El gesto de Colapinto con la escuela donde terminó sus estudios y la frase premonitoria a una docente antes de su llegada a la F1

El piloto de Alpine aprovechó el final del año para rendir y así recibir su título. La reflexión de una de sus docentes

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Colapinto terminó la escuela secundaria
Colapinto terminó la escuela secundaria después de su estreno en la Fórmula 1 (Colegio del Pilar)

Franco Colapinto es reconocido en Argentina y todo el mundo por su llegada a la Fórmula 1, pero su historia fuera de las pistas también merece ser contada. Pocas semanas después de terminar la temporada 2024 a bordo de Williams y en medio de las negociaciones para lo que luego fue su desembarco en Alpine, el piloto de Pilar tomó la decisión de completar sus estudios secundarios en medio de su ascendente carrera en el automovilismo mundial.

El Colegio del Pilar, donde Colapinto cursó sus estudios, contó la noticia con un mensaje en redes sociales: “Celebramos con emoción el egreso. Franco nos inspira con su pasión y compromiso, y nos recuerda que los sueños se alcanzan con trabajo constante. Nos sentimos inmensamente orgullosos de todos nuestros egresados, quienes llevan consigo las herramientas para transformar el mundo y alcanzar sus metas”, citó la publicación.

¿Cómo se llevó a cabo el operativo para terminar sus estudios? A pesar de la exigencia de su carrera deportiva, Colapinto se comunicó con la institución, averiguó qué materias tenía pendientes y, una vez que terminó su participación en la F1 luego del Gran Premio de Abu Dhabi, se presentó para completar los trabajos y exámenes que le faltaban.

Para Laura Castro, docente de Prácticas del Lenguaje con 25 años de antigüedad en el Colegio del Pilar, su decisión marca su forma de ser: “Es un ejemplo: decidió terminar sus estudios cuando estaba en la cumbre de su carrera. Tuve otros estudiantes que llegaron a destacarse en el deporte y lamentablemente no cerraron su etapa en el Secundario. Franco se contactó para hacer lo que debía y presentó todo en tiempo y forma”, expresó en diálogo con Microscopía, la revista digital sobre educación y cultura del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Castro también destacó el esfuerzo y la humildad del joven piloto: “Es un chico que no necesitaba el título por un motivo económico y por eso me parece que tiene doble mérito. Llevó nuestra bandera a un lugar de privilegio, porque logró meterse entre los 20 mejores pilotos del mundo, y pese a eso decidió esforzarse para egresar. Franco viene de una familia trabajadora, sencilla, y ese entorno seguramente lo ayudó a ser como es”, expresó.

Franco con Laura Alonso, docente
Franco con Laura Alonso, docente del colegio en Pilar (Colegio del Pilar)

Hay que mencionar que el vínculo de Colapinto con su escuela no es nuevo. La docente recordó una anécdota que grafica su determinación: “En una defensa oral, cuando tenía 14 años, le pregunté cuáles eran sus expectativas y me respondió: ‘Quiero ser piloto de Fórmula 1’. Lo afirmó con una convicción que me quedé impactada. Me acuerdo que le conté a mi esposo, que es fanático del automovilismo, y él me dijo que era imposible que llegara. ‘Vos no lo conocés’, le dije. Es difícil de explicar, pero yo sentí que lo iba a lograr; siempre tuvo clarísimo cuál era su norte”, relató Laura sobre el perfil del ahora piloto de reserva de la escudería Alpine.

Más allá de su decisión de terminar la Secundaria, Castro destacó que el último gesto del piloto hacia su colegio dejó una huella. “Cuando vino a la escuela, a fines del año pasado, llegó con la humildad de siempre y además tuvo un gesto hermoso. A pesar de que recibió su título en buena ley, porque hizo todo lo que debía, nos regaló un diploma que agradecía nuestra ayuda en su recorrido educativo. Todas estas cosas hablan de quién es Franco, no hay que agregar mucho más. Es un chico que se merece este presente y en la escuela sentimos un gran honor en cada uno de sus pasos”, concluyó Castro al recordar su visita.

Como sucede en muchos casos de deportistas, la familia fue un bastión clave para Franco, que se fue a Europa persiguiendo su sueño de llegar a la Máxima con 14 años. Pero antes de irse al Viejo Continente, Colapinto se decidió por el Colegio del Pilar porque quería estudiar en un establecimiento industrial. “Fue tremendo el esfuerzo que hicimos todos. Teníamos que llevarlo al instituto para que se pudiera preparar. Todos los días de la semana y con la nena (Martina, la hermana menor de Franco) envuelta en una frazada, cargándola en el auto, yendo de Pilar a Don Torcuato a que hiciera la preparación para su curso de ingreso. Era súper exigente, de miles de alumnos que se presentaban quedaban menos de cien chicos”, recordó su mamá Andrea Trofimczuk.

Tras un cierre de año que lo tuvo en boca de todos en la F1, Colapinto dejó Williams y se convirtió en nuevo piloto de Alpine. Como reserva, esperará la chance de poder subirse de nuevo a un auto de la máxima categoría del automovilismo mientras disfruta de su título y de las cálidas palabras de una de las personas que lo ayudó en su camino al éxito.

Colapinto y una postal con
Colapinto y una postal con docentes y alumnos en el Colegio del Pilar