7 frases de Gallardo tras la derrota de River en la Supercopa Internacional: por qué no subió a recibir la medalla y fuerte autocrítica

El entrenador aceptó el mal momento que atraviesa el Millonario, que perdió por penales ante Talleres en Paraguay. El pedido de “energía” y su receta para que el equipo se recupere

Guardar

Mientras sobre el escenario montado sobre el césped los futbolistas de Talleres y River recibían uno a uno las medallas de campeón y subcampeón de la Supercopa Internacional, Marcelo Gallardo permaneció de pie, a un costado, con la mirada perdida, tal vez repasando jugada a jugada de los chatos 120 minutos de la final, las chances dilapidadas en los penales pese a las dos atajadas de Franco Armani, el mal momento futbolístico de su plantel.

El título N° 15 del Muñeco como entrenador del Millonario no pudo ser en Paraguay. Y la frustración lo abordó. Por más que resultó enérgico en las arengas antes del alargue y de la tanda desde los 12 pasos, se lo notó inquieto, por momentos fastidioso, con las manos en los bolsillos, cruzando ideas con su ayudante Matías Biscay y sin lograr encontrar respuestas con los cambios.

Ante los micrófonos, no apeló a eufemismos. Aceptó que el River que actuó en La Nueva Olla no se pareció al que supo brillar durante los ocho años y medio de gestión anterior. “No hay ningún tipo de excusa, no corresponde. La realidad del partido de esta noche es que hubo tres obstáculos claros. Primero, el adversario. Segundo, el clima. Pero por sobre todo nosotros mismos. Ahí están los tres obstáculos. No pudimos encontrar en ningún momento la energía que debemos tener para afrontar este tipo de finales. Una parte del trabajo la hacemos bien. Somos un equipo que tampoco sufre en la parte defensiva, nos hacen pocos goles, pero para ganar necesitás otro tipo de energía, creatividad; es un poco lo que nos está faltando en esta primera parte de competencia”, analizó con contundencia.

“Sí, es demasiado prematuro para generarse dudas, pero claramente necesitamos resolver situaciones, hacernos cargo; resolver situaciones con otra preponderancia. El inicio de año es inesperado, a esta altura esperábamos tener una soltura y una energía futbolística diferente. Habrá que seguir insistiendo. Tenemos que atravesar este momento. Estamos a tiempo, para tener la representatividad que le tenemos que ofrecer a nuestra gente. Vamos a tener esa personalidad para reponernos de este mal arranque, que es adverso, pero nada que no se puede cambiar para torcer este rumbo negativo con relación al juego”, arengó, sin perder la capacidad autocrítica.

En otro orden de cosas, Gallardo, de 49 años, buscó aclarar que el hecho de que no haya ido a buscar la medalla no se trató de una decisión premeditada: “Fue un desenfoque mío, estaba en otra cosa. Cuando ya habían pasado los jugadores, nos quedamos ahí, no sabíamos. No fue por nada en particular”.

OTRAS DECLARACIONES DE GALLARDO

Su receta para dejar atrás la mala racha

“Cuando uno como entrenador observa que no salen las ideas que nos ha identificado, hay que seguir insistiendo. He pasado por momentos negativos en mis años de gestión. Nada que desconozca. Cuando las cosas no salen hay que seguir insistiendo. Y si hay que cambiar, hay que cambiar. No volverse loco y ver todo negativo, porque más difícil va a ser salir, pero en el fútbol estas cosas ocurren. No conozco otra receta que insistir y ver las improntas del futbolista, que tiene que advertir que el mensaje que tenemos que transmitir es otro”.

¿Qué debe cambiar el equipo?

“Poner excusas no está en nuestro vocabulario. ¿Hay algo de representatividad? No, la verdad que no. ¿Nos falta mostrar otra cara de acuerdo a lo que nos identifica? Y sí. Después veremos cuáles son los nombres para tratar de exigir lo que estamos acostumbrados. Estamos en la búsqueda, no hemos sido constantes. Claramente hay un grado de responsabilidad, pero nada que no pueda asimilar y reconocer”.

¿Piensa en cambiar el esquema?

“Siempre hemos jugado de diferente manera, a veces hay que cambiar, no fui rígido en cuanto a los sistemas o módulos. Hay algo que no está dentro de nuestro ADN: que no seamos un equipo agresivo, que imponga condiciones. Eso se nos ha sido reconocido siempre, más allá de que hayamos jugado mejor o peor. Haré lo que tenga que hacer de acuerdo a las observaciones que se hagan, pero con calma, sin volverse locos”.

¿Cuál es su responsabilidad en el momento de River?

“En mayor medida, es mi responsabilidad ser autocrítico y exigente. También tengo experiencia en la materia, suelo reconocer las cosas internamente y externamente en mi hábitat de trabajo, es una situación incómoda, porque cuando las cosas no salen uno está incómodo. Como dije antes, he vivido estas situaciones. Soy la persona más incómoda cuando no salen las cosas, pero no tengo dudas de que con trabajo e insistencia lo vamos a hacer bien. Todavía es muy prematuro en el año para no encontrarle la vuelta. Necesitamos estar claros, decididos y tener una observación muy específica. Armamos un grupo para competir”.