Francisco Comesaña dio el batacazo este viernes en los cuartos de final del ATP 500 Río Open, en el estadio Guga Kuerten y ante más 6.000 personas. Es que el marplatense venció a Alexander Zverev para meterse en la primera semi de esta categoría a lo largo de su carrera. Durante dos horas y 32 minutos, el Tiburón batalló con el germano para dejarlo en el camino, de la misma manera en la que lo había hecho Francisco Cerúndolo la semana pasada en el Argentina Open.
Las pesadillas de Sascha en la noche carioca no solo tenían la cara de Comesaña. Todo transcurría con normalidad hasta el cierre del primer set. Cuando el alemán, dos del mundo y preclasificado número uno del certamen, se predisponía para cerrar la manga inicial y sacar 5-4, un drone apareció en escena. Tras el descanso y cambio de lado, el reciente finalista del Abierto de Australia se acercó a la jueza de silla y le comentó que iba a hacer algo con ese artefacto que durante algunos tramos del match lo había desconcentrado.
Con una pelotita ya en desuso en mano, una sonrisa en la cara y sin dar indicios de su plan, Zverev se dirigió hacia su costado de la cancha principal del Jockey Club Brasileño. A un par de metros de llegar a la línea de saque, hizo picar la bola y disparó con su raqueta que miraba hacia el cielo. ¿El objetivo? Bajar el drone. Automáticamente, el público sorprendido que había notado el ruido que producía el drone celebró el accionar del teutón y las carcajadas invadieron el predio ubicado a poco más de 10 kilómetros del Cristo Redentor. Pero la cabeza del europeo no estaba tranquila.

Según se supo después, cerca del estadio se realizó un show de drones durante el encuentro y eso provocó el movimiento atípico en el cielo de Río de Janeiro.
Para colmo, cuando el argentino ya estaba a punto de remontar el partido, una polilla lo distrajo a la hora de sacar. De una manera muy meticulosa y sin lastimarla, el tenista la sacó del campo de juego y volvió a su posición como si nada hubiera pasado.
El de este viernes, se suma a una serie de incidentes que formaron parte de la gira sudamericana que diagramó el alemán. La semana pasada, después de su derrota ante Cerúndolo, el europeo había declarado en contra de los asistentes al Buenos Aires Lawn Tennis Club. “Me encantó Argentina. El único problema es que el público no sabe cómo comportarse durante un partido de tenis y eso es un poco triste. La organización es brillante, el torneo es excelente y la gente que trabaja acá es increíble, pero el público te lo hace muy difícil si no sos argentino”, había dicho tras la derrota.

Ya en tierra brasileña y en el torneo de mayor categoría ATP de Sudamérica, Zverev tuvo también algunos inconvenientes con el polvo de ladrillo de la cancha central. Sin ir más lejos, durante el cruce ante Comesaña, le pidió en el tercer set a la jueza de silla que convocara al personal de mantenimiento para que emparejara la superficie.
De esta manera, con dos derrotas en cuartos de final, la travesía del número dos del mundo terminó con dos eliminaciones en cuartos de final a manos de argentinos y sin los resultados esperados.