![Diego Armando Maradona y Christian](https://www.infobae.com/resizer/v2/BMON43JROJFZZMHPI6AS6ZXYZE.jpg?auth=7c71342ee749749fe80ae0e3aa1377c1822e762abf583c929e81a118401984c0&smart=true&width=350&height=467&quality=85)
Boca Juniors está a punto de recibir la convocatoria de uno de sus futbolistas a un seleccionado europeo. Se trata de Lucas Blondel, quien cuenta con la nacionalidad suiza, y ya recibió la visita del entrenador Murat Yakin. Quien acompañó al estratega helvético que pretende reforzar a su equipo con sangre sudamericana es Christian Jimmy Giménez, un ex delantero argentino que vistió la camiseta azul y oro y compartió vestuario con Diego Maradona en la temporada 1995/1996. En una entrevista exclusiva con Infobae, el nexo del lateral xeneize con el cuadro suizo contó detalles de la excursión del DT en Argentina y repasó su trayectoria profesional con perlitas espectaculares.
Aunque muchos lo confunden, Christian no es el Chaco Giménez, aquel extremo que tuvo protagonismo en la era dorada del Boca de Carlos Bianchi, luego pasó por Unión de Santa Fe e Independiente, antes de hacer carrera en México. Jimmy -apodo que surgió como apócope de pronunciar su apellido en italiano- hizo inferiores en San Miguel, donde tuvo un vertiginoso ascenso hasta pisar Reserva y Primera. En el año 1995, Boca lo fichó a préstamo con opción de compra, cláusula que ejecutaría al poco tiempo. Sin demasiado lugar en un vestuario plagado de figuras como Claudio Caniggia, Manteca Martínez, Darío Scotto, Beto Márcico, Alphonse Tchami y un tal Diego Armando Maradona.
“Yo creo que sí, que Blondel va a ir al Mundial. Tiene calidad y el perfil que necesita la selección de Suiza”, fue la categórica respuesta de Giménez, quien hizo el curso de entrenador pero hoy en día se inclinó por la representación de futbolistas. Empapado de la realidad deportiva del conjunto nacional de Yakin, tiene claro que el lateral boquense puede aportarle versatilidad y un salto de calidad al material que hay disponible hoy. Jimmy fue figura en el Basilea suizo, pero también pasó por el fútbol francés (Olympique de Marsella), alemán (Hertha Berlín) y mexicano (Toluca). Además, volvió al fútbol argentino y no llegó a debutar en Chacarita, justo antes de colgar los botines por una lesión que lo tenía a maltraer.
![Abajo, con la pelota, jugando](https://www.infobae.com/resizer/v2/YJGBTSXWCZGBJDR5JRG53JMW2Q.jpg?auth=18e743e37708dc954e98492334547adbccbcb2ea1564cf5c46005dd9aee6c023&smart=true&width=350&height=263&quality=85)
-¿Qué recordás de tu salto de San Miguel, que estaba en la B Metropolitana, a Boca?
-San Miguel estaba gerenciado por un grupo empresario y apareció la oportunidad de este préstamo. Obviamente para mí la noticia fue una bomba, y para el mundo del fútbol también porque era el único jugador que pasaba de B Metro a Primera. Había tenido la oportunidad de ir a Deportivo Español, que todavía estaba en la A, pero obviamente decidí ir a Boca. Hice la pretemporada con la Primera, jugué los torneos de verano y después jugué en la Reserva la primera mitad de año. En la segunda ya Bilardo me subió al primer equipo, donde estuve un año. O sea, en el primer equipo estuve seis meses.
-¿Qué sentías dentro de un vestuario tan pesado como el de Boca?
-Era el Boca del que se hablaba de “cabaret”, imaginate. Todo a los que veía en la tele eran compañeros míos. En realidad, yo compañero de ellos. Fue una experiencia enorme, algo fantástico. En el momento no te das cuenta de la magnitud, te percatás al tiempo. En ese momento yo solo pensaba en ganarme un puesto, como hice a lo largo de mi carrera. No me daba cuenta dónde estaba.
-¿Qué anécdota o recuerdo tenés de Maradona en el vestuario?
-Diego había llegado en enero y yo a mitad de año. Para mí era una locura. Porque era Maradona y porque yo estaba firme en el plantel de Primera. Obviamente hablaba con él, tampoco todos los días, pero bastante porque justo se cambiaba al lado mío, encima tuve esa suerte. Y después trataba de sentarme en su mesa para poder escuchar las anécdotas que contaba. Hablaba él solo, imaginate, tenía tantas historias... Aparte era una persona que se acordaba absolutamente de todos los pequeños detalles. Yo cuento una anécdota y tengo menos gracia... pero Maradona era la típica persona que si la odiabas y entrabas a una reunión en la que estaba él, salías amándolo. Tenía un don especial.
-¿Te fuiste porque sabías que con tantos nombres iba a ser difícil ganarte un lugar?
-Habían llegado Caniggia, Verón, el Kily González... Un montón de jugadores extraordinarios. Hoy me doy cuenta lo que representaba para mí ser parte de ese plantel. Yo di el máximo, como en toda mi carrera. Siempre fui un luchador, aunque en ese momento era más inexperto. No sabía regular los tiempos a nivel lesiones, por ejemplo. Pero siempre tuve mi personalidad como para saber cuál era mi objetivo. Bilardo me había puesto fijo en el plantel y tuve dos desgarros seguidos. Eso me jugó una mala pasada en Boca. Estoy seguro de que si no me pasaba eso, hubiera tenido mayor continuidad porque Bilardo esperaba mucho desde el plano físico y yo estaba muy bien y siempre fui un trabajador, era lo que le gustaba a él. Me fui a préstamo a Nueva Chicago, en el 97 volví a Boca y estuve unos meses hasta que me compró un grupo inversor suizo.
![Jugando para el Basilea, ante](https://www.infobae.com/resizer/v2/3EEZGSVSWFCUBEVTTTYBMQT2I4.jpg?auth=ebcb1ac4a4110f368a95acad7531c3552134f0868c6387f393b8865461196638&smart=true&width=350&height=300&quality=85)
-¿No hubo chances de quedarte en Boca en ese momento?
-Cuando me fui, estaba el Bambino Veira. Llegué a hablar con él. Un día me dijo “pibe, ¿qué pasa que no te puedo poner?”. Lo que pasaba era que yo formaba parte del plantel, pero el transfer ya era del grupo empresario suizo. Entonces no me podían poner aunque los derechos federativos fueran de Boca. O sea que me veía bien para ponerme, pero yo ya estaba por irme a Suiza.
-¿Con qué te encontraste en el fútbol suizo cuando te fichó el FC Lugano?
-En ese momento Suiza era un país de tercer o cuarto nivel europeo en el fútbol. Estábamos en Segunda División, ascendimos y me rompí los ligamentos cruzados en el segundo año que estábamos en Primera. Volví y fui goleador del campeonato dos años seguidos, primero en Lugano y después en Basilea. Ahí estuve con otros argentinos como Nelson Vivas y Matías Biscay. Vivas pasó a un equipo mejor como el Arsenal de Inglaterra, hizo una gran Eliminatoria y Mundial con la Selección. Ya se les veía cosas de líderes positivos a ambos como para apuntar a ser entrenadores. En Lugano fueron referentes porque tenían la experiencia de jugar en Boca y River.
-El traspaso al Basilea fue un salto de calidad y te adaptaste muy bien también...
-Basilea fue otra cosa, es mucho más grande ahí en Suiza. Fue un lindo desafío, el club estaba ávido de triunfos y títulos. Y lo llevamos a cabo. Había un grupo bárbaro y ganamos cinco títulos en cuatro años. Jugamos la primera Champions League del club, así que fue un paso fructífero.
-¿Cuál fue el defensor más duro al que enfrentaste en Champions League?
-Marco Materazzi. Pegaba rápido, pero era completo. Fuerte de arriba, fuerte de abajo. Fue el más duro. Esa fue la defensa que más sufrí, la del Inter de Mourinho que después terminó saliendo campeón. Uno de los centrales era Materazzi y el otro Iván Córdoba.
-¿Llegaste a conocer a Roger Federer en Basilea?
-Sí. Una persona exquisita y muy humilde. Realmente agradable. Su mamá también. Bueno, toda su familia. Los conocimos porque un día hicimos un festejo en lo que sería la municipalidad de Basilea para celebrar que había ganado el torneo en Wimbledon y estaba su familia.
![Junto al ex tenista suizo](https://www.infobae.com/resizer/v2/MRWU5FO6PFDZZGATMDZPBLMU5M.jpg?auth=0fb178a92a787b78ae1972ce9921406c5688126845057511feb52a1d2c9087d5&smart=true&width=350&height=350&quality=85)
-Imagino que pasar al Olympique de Marsella, que tenía figuras como Fabien Barthez y Franck Ribery, fue elevar el nivel de exigencia, ¿no?
-Cuando llegué no estaba al mismo nivel físicamente y sufrí un poco ese cambio. Llegué, marqué goles y estaba todo bien, pero llegó una mini pretemporada porque había un parate por el equipo nacional y terminé muerto. No me pude recuperar nunca de esas dos semanas. Vinieron partidos importantes en los que no pude convertir y perdí el tren. Esos equipos no te dan tiempo a recuperarte. No podés estar cuatro meses sin encontrar el nivel. Después llegaron dos delanteros y me fui. Barthez era un tipo tranquilo, pero con una personalidad fuerte. Ribery era un fenómeno. En ese momento todavía no era Franck, explotó ahí en Marsella. Ese año la rompió.
-¿En el fútbol alemán volviste a encontrar tu mejor nivel?
-Me fui a préstamo al Hertha Berlín y tuve un año fantástico, la pasé realmente muy bien. Me divertí mucho en el campo de juego y fuimos la segunda mejor delantera detrás de la de Stuttgart, que fue campeón. Irme de ahí fue una mala decisión, pero Pekerman me convenció para ir al Toluca de México. Al entrenador que estaba en Berlín no le gustaban los jugadores de mi estilo, pero había sido el jugador más reconocido de todos. La hinchada estaba realmente muy bien conmigo, había gigantografías mías de la marca que nos patrocinaba. Pero bueno, de los errores se aprende.
-¿Te propusieron alguna vez nacionalizarte suizo para jugar en la selección o decidiste no hacerlo porque esperabas una convocatoria en Argentina?
-Bueno, ambas cosas. En Suiza me lo propusieron, pero no me alcanzaban los años que había vivido en el país para obtener la nacionalidad. Si hubiera tenido una posibilidad en Argentina, obviamente lo hubiera descartado. Al tiempo me enteré que Pekerman me estaba siguiendo cuando pasé del Basilea a Marsella. Creo que si hubiera tenido mejores resultados en Francia, me hubiera llevado a alguna convocatoria. Eso desvaneció cualquier tipo de oportunidad. Por ese seguimiento que José me había hecho, después me llevó al Toluca. En México no quisieron pagarme la totalidad del contrato, quisieron disolverlo y terminamos en el TAS, que me dio la razón. Yo en ese momento ya no tenía representante, me manejaba solo, porque no había tenido buenas experiencias. Eso me llevó a dedicarme a este trabajo de la representación de jugadores, como para que no le volviera a suceder a otros chicos lo que me sucedió a mí.
-¿Padeciste alguna situación traumática o sentiste que te jugaron sucio para dejar de manejarte con representantes?
-Ahora estando de este lado me doy cuenta del porqué de un montón de cosas. No me fueron sinceros. Tuve un problema con una persona a la que no voy a quemar en un juicio con el Toluca. Cómo lo hizo y qué fue lo que pasó, ya está. Pero ahí fue donde me di cuenta que realmente tenía que tomar un camino en el que pudiera manejarme los tiempos para mi familia. No quería dejar de ver crecer a mis hijos. Por todas estas experiencias me incliné a ser representante. La figura del representante para muchos chicos es importante y para otros temida. El representante obviamente está para cuidar que el jugador tenga las mejores condiciones para rendir en el campo, pero todo depende de la materia prima. Y la materia prima es el jugador de fútbol.
![Con los argentinos del Basilea](https://www.infobae.com/resizer/v2/S2YC2ZTOXZGP7KILLOK6F5ZLAM.jpg?auth=d70a414355af34e55ba11e5d1fd51652f697fac5c0cc9cd998d15bcf242b20da&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
-¿Habías meditado sobre tu retiro en Chacarita o fue medio sorpresivo?
-Fue por sorpresa. Es el día de hoy que me gustaría seguir jugando al fútbol, no hay otra cosa que me guste más. Si naciera de vuelta, volvería a ser jugador. Me levanto mirando, trabajo y duermo mirando fútbol. Es mi pasión. No me hubiera imaginado terminando en Chacarita, sí en San Miguel. Me quedó pendiente eso. Ser el líder de un vestuario, ser el más viejo y ayudar al entrenador con los más chicos. Eso me quedó en el tintero. Tuve osteocondritis, una lesión que no era tan grave, pero evalué los pro y los contra de seguir jugando. En Chaca no llegué a debutar oficialmente y después comenzaba el Nacional B, donde había que viajar mucho. Se me hizo complicado conseguir otro club de Primera porque ya no tenía representante, algo que está bárbaro cuando estás bien, pero cuando estás mal es un riesgo enorme. Yo lo sabía y tomé ese riesgo. Nunca pensé en llamar a la gente de San Miguel para retirarme ahí. Tomé la decisión de un día para el otro y pum, se terminó. Soy bastante realista y poco emocional en muchas cosas. No es que estuve llorando. Miro para adelante.
-Entonces no transitaste esa etapa de “duelo” que tienen algunos ex futbolistas independientemente de que estén salvados económicamente o no...
-No, para nada. Me cargué de cosas, hice el curso de entrenador, estudié inglés, iba todos los días al gimnasio y me ocupaba de cosas con mi familia. Me tomé un año sabático en el que no hice nada, pero después ya empecé a trabajar como representante. Es clave ocupar la cabeza, pero está en cada uno. Hay gente que por más que le digas que entrenar es divertido y es sano, no saca fuerzas. Yo en la pandemia no miré ni una serie de Netflix. Me la pasaba teniendo reuniones por videollamada, activé una compañía de marketing digital, tenía la opción de vender algunos productos, hice gestiones, estudié inglés y tuve alguna posibilidad de facilitar alguna operación en el fútbol. Tenía espacio en mi casa para entrenar y lo hacía todos los días. Utilicé el tiempo porque en mi cabeza tenía claro que la pandemia se iba a terminar. Mi búsqueda es renovarme constantemente y ser mejor. Eso se logra trabajando, caminando la cancha, corriendo y transpirando la camiseta sin importar el resultado. Lo importante es el camino y que lo hagas con ganas. No me subo a ningún negocio ni operación que no me guste. Tengo que sentirlo. Soy instintivo en cada cosa que hago. A los chicos jóvenes les digo que utilicen bien el tiempo porque después de grande uno tiene más responsabilidades. Unos lo entienden y otros no, pero yo siempre se los digo.
-¿Tenés una opinión formada respecto a las Sociedades Anónimas Deportivas y las Asociaciones Civiles? El punto en común es que para que los clubes funcionen, deben tener gente capacitada...
-Sí, exactamente. Yo creo que tendría que haber gente que se haga cargo de las cosas del club, que haya una participación activa de toda la gente. En todos lados hay gente que quiere invertir. Creo que hay que buscar un camino alternativo donde los inversores privados que quieran invertir en un club sean de la zona y puedan bancarlo en un primer término para darle posibilidades a la gente de ese sector. Lo van a hacer con mucha más pasión que si invierte alguien que no es de esa zona. Recién en caso de que no haya nadie de la zona que quiera invertir, sí abriría el juego a los de afuera. Hoy hay muchísimos clubes que necesitan capitales y no tienen capacidad propia para llevar adelante proyectos que los enriquezcan. Entonces creo que el club se debe tomar como una empresa. Y esta empresa tiene que ser liderada por gente que tenga sangre del color del club.
![(@swissnatimen)](https://www.infobae.com/resizer/v2/AYVIAYXWQFAMVKUIDSVJIJAPJM.jpg?auth=1650548ca10789a603037ea2f5783cc5f6d0319d07c6b8beb0caa77168672914&smart=true&width=350&height=467&quality=85)
-¿Cuánto tuviste que ver en la posible convocatoria de Lucas Blondel a la selección de Suiza? Vos jugaste con Murat Yakin en Basilea...
-Murat me llamó tres días después de que Lucas se lesionara los ligamentos cruzados. Me preguntó si lo conocía y le dije que sí. Me había enterado de su lesión. Me pasaron su teléfono y hablé con él y con su representante. A partir de ahí coordinamos todo con él y nos pusimos de acuerdo para viajar a Argentina y hablar con Lucas en persona. Lo único que hice fue charlar un poco de las condiciones del jugador, cuáles eran sus características y lo que representaba para Boca. Ya en Argentina, fuimos a un entrenamiento y hablamos con él. Lucas habla francés y el entrenador de Suiza alemán, entonces hice las veces de traductor y transmití un poco lo que pensaba cada uno. Di una mano a ambos para que se pudieran entender.
-¿Blondel ya estaba decidido a abrirle la puerta a la selección de Suiza desde un primer momento?
-La verdad que se mostró muy positivo. Él tomará sus decisiones, pero en primer término estaba interesado en participar de la selección. Tengo muchos amigos en Suiza y sé del recorrido de su selección nacional. Su convocatoria lo va a hacer conocido a nivel mundial y puede potenciar al equipo. El hecho de jugar en una selección te da otra imagen y visibilidad. Suiza juega bien al fútbol, pero tiene una carencia en el lateral derecho y la flexibilidad que da Blondel para jugar de lateral y también con línea de cinco o tirarse al medio es lo que necesita el entrenador. A Yakin le gusta jugar con posesión en muchos momentos del partido.
-La próxima convocatoria es en marzo, pero el Mundial 2026 está muy cerca también. ¿Creés que se puede llegar a asentar Blondel si lo convocan?
-Sí, yo creo que sí, que lo va a hacer. Estoy convencido de que tiene calidad. Y no hablo solo de la parte futbolística, por lo poco que hablé con él y su representante, tiene realmente un perfil para esta selección.